Para aquellos que me seguís, tendréis claro que la empleabilidad es uno de los temas que me apasiona. Fruto de esa pasión, publico en 2016 mi app de empleabilidad Guide your Talent, seguida en 2019 de “una segunda parte” con el libro de ejercicios de empleabilidad Ejercita tu Talento. Pese a estar escritos hace unos años, podríamos decir que están más de actualidad que nunca.

La pandemia generada por el Covid-19 ha hecho que la empleabilidad pase a un segundo plano, abrumada por la necesidad imperiosa de muchas personas de tener que reinventar para sobrevivir. Muchas personas secuenciaron aterrados como su sector, negocio, actividad o profesión se evapora, sin poder hacer nada al respecto. Por desgracia no dependía de ellos y a veces las circunstancias mandan. La gestión de esta crisis económica, social y laboral ha sido muy caótica, tomando medidas sueltas, sin una estrategia y envergadura global. Algunos sectores, como el ocio nocturno, hostelería, turismo y algún otro llevan sin actividad o con actividad escasa más de un año, algo que es insostenible. Se les ha dado alguna pequeña ayuda directa, (nos dicen las autoridades) sin embargo, no se les exonera de pagar impuestos por el tiempo que no pueden ejercer su actividad. No ingresan nada y tienen que seguir pagando; eso arruina y lastra a cualquiera, a pesar de poder tener remanente. Necesitan un plan estratégico nacional para poder salir reflotados.

La empleabilidad es tener la intuición para conseguir estar al día en el ámbito profesional, sin perder de vista la necesidad de las competencias, conocimientos y experiencias que tenemos cada uno de nosotros. Se trata de encontrar ese equilibrio adaptativo, analizando de forma permanente hacia donde vira tu profesión o sector, para no dejar de actualizarse, aunque, a priori, no lo puedas precisar. La clave es estar preparado antes de lo que necesites. Incluso, aportar experiencia y no solo conocimiento teórico.

Obviamente, más que nunca tenemos que estar en constante mejora de nuestros conocimientos, es decir, ser capaces de discernir, qué cosas ya no nos sirven y qué otras debemos aprender y adquirir para estar en línea con esas necesidades globales que marca el mercado de la oferta y la demanda.

Lo único es que esto no tiene sentido cuando llega una pandemia planetaria con la que nadie contaba que hace que el consumo, la actividad económica y el movimiento de algunos sectores se pare por completo, sin tener mucho margen de maniobra. Esto conlleva que muchos millones de personas no tengan previsto planes alternativos por si todo se tuerce y carecen de un colchón económico que sirva de desahogo para hacer frente al cierre forzado que hemos visto en ciertos sectores.

No podemos negar que todos tenemos que subsistir y vivir; necesitamos ingresos para poder desarrollar nuestra vida de la mejor forma posible.

Para estos sectores que tardarán en poder revitalizarse, como son el ocio, el turismo, los servicios, la hostelería y sectores afines, que están sufriendo ya ajustes y cierres, es necesario un plan nacional de reciclaje profesional y formación en nuevas profesionales y competencias en donde existe necesidad de mano de obra, como pueden ser profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías y las competencias digitales. Las personas que más sufren estas crisis suelen ser, a priori, las que tienen menor nivel formativo, dejándoles con menos opciones de buscar otras alternativas. No obstante, esta crisis también ha conllevado que personas con nivel formativo alto también lo estén pasando mal.

Si tienes que reinventarte profesionalmente porque no te queda otra, quejarse y esperar a que las cosas vuelvan a tiempos previos al Covid-19 no es recomendable para nadie. Toca buscar alternativas. La vida es una lucha constante y somos mucho más fuertes de lo que nos pensamos. Para empezar, plantéate quién eres tú, qué se te da bien hacer además de lo que has hecho hasta la fecha y por cuáles de esas cosas que sabes hacer estarían dispuestos a pagar otros. Se trata de encontrar fuentes de ingresos alternativas que te permitan sobrevivir para ir marcando un nuevo camino.

Con la crisis del 2008 me tocó reinventarme en el ámbito profesional, sufrí una reestructuración, que fue dura, lógicamente, aunque me permitió evolucionar y retarme como profesional. De esa experiencia vital aprendí que nada es para siempre. Debido a la globalización que sufre el mercado laboral, éste es cada vez más cambiante. Por ello, aprendí a estar en constante reinvención profesional, tuviese o no proyectos y/o clientes. Esta es la razón por la que siempre esté activo, buscando alternativas, proyectos y planificando para tener planes alternativos, por si lo que ahora funciona deja de hacerlo. Va bien que te respondas a la siguiente pregunta, aunque igual no ocurra nunca: ¿qué podría hacer en lo profesional si mi negocio o trabajo sufre una crisis?

Toca plantearse igualmente para subsistir qué profesiones y sectores están siendo en estos momentos más demandados por el mercado. Con esta información, podrás buscar alternativas en ese ámbito. Primero toca encontrar un proyecto o trabajo que nos permita ingresar, luego ya nos planteamos focalizarnos más en seguir luchando o buscando aquello que nos motive. No obstante, hay que tener en cuenta que, a veces, toca hacer sacrificios para llegar a donde realmente queremos o necesitamos estar.

Los estudios y conocimientos son importantes, aunque quizás han pasado a un segundo plano. Cada vez se valoran más las competencias y conocimientos técnicos, idiomáticos, digitales y transversales que cada uno tenemos. Al final, se resume en “no me digas qué conocimientos o competencias presumes tener por tus títulos sino demuéstrame qué sabes hacer o qué puedes solucionar con ellos. Tenemos que plantearnos qué necesita de una persona como nosotros la empresa a la que nos queremos dirigir para pedir una oportunidad profesional.

Esto supone abrazar la adaptación y el cambio, olvidándonos de esa falsa seguridad en la que muchas veces nos creemos vivir todos, que nos hace despertar de golpe, sin esperarlo. Muchas cosas no dependen de nosotros, aunque debemos estar preparados para nadar a contracorriente para cuando todo cambie y nos haga andar sobre lo desconocido. Ponte en marcha ya, no dudes en pedir ayuda a otros; si tú no sabes por dónde empezar, potencia tu red de personas (no solo pidas, sino que también debes estar dispuesto a dar), comprende cómo funciona la búsqueda de empleo en la actualidad), evalúa tus acciones, busca otra forma de hacer las cosas, intenta todos los días nuevas cosas y traza una estrategia flexible que te acerque a tus objetivos profesionales.

La reinvención empieza por aceptar que las cosas no siempre son como nos gustaría. Tenemos que estar siempre un paso por delante o, al menos, intentarlo. Debes controlar lo que depende de ti, que te permita tener margen para cuando cambie o falle lo que no dependa de ti.

Va bien que nos planteemos hipotéticos problemas que puedan hacer tambalear nuestra vida profesional y, a partir, de ahí pensar soluciones que nos permitan avanzar y sobrevivir. Igual alguna de esas cosas no ocurren nunca, sin embargo, si pasan, te permitirá tener alternativas. Nada permanece igual, aunque nos lo parezca. Las necesidades y gustos de nuestros clientes cambian constantemente, aunque nos dé la sensación contraria; esto hace que nos adecuamos a ellos si no queremos dejar de ser su opción real.

Transforma tu forma de ver la vida y mercado laboral para imbuirse en la reinvención como alternativa ganadora que impida que sufras crisis vitales no esperadas. Estos cambios profesionales cada vez serán más habituales. Las profesiones están en constante movimiento y hace que fruto de eso nazcan nuevas necesidades que se convierten en trabajos desconocidos hasta ahora. Y ya hemos visto cómo han surgido muchas nuevas profesiones que hace 5 o 10 años, no existían.

Ahora te toca a ti. Ponte en movimiento. Analizate y explora todo lo que puedes hacer y ofrecer.

* Fuente imágenes utilizadas https://unsplash.com