PersonajesEl otro día leyendo un artículo de Borja Cobeaga en el periódico digital de El País titulado el “Gran Ego”  me constató que las personas nos parecemos más de lo que creemos. Y que los especimenes de personas que van a los programas reality tipo Gran Hermano, El Diario de Patricia, etc. a convivir para ganar un premio o para contar su vida e intentar solucionar o airear un problema delante de toda España no son tan raros y conviven entre todos nosotros.

Un amigo mío me dice que todos estos programas están guionados y que son actores contratados pero desgraciadamente no es así. ¿O me diréis que en vuestro trabajo no existen personas del perfil que suelen encontrase en estos programas?

Poniendo ejemplos se ve más claro:

EL “POBRECICO”

Aunque el diminutivo sea típico aragonés, se pueden hacer versiones. ¿Quién no conoce a alguien que va siempre en plan víctima, dando pena a los demás porque siempre les pasan todas las cosas a ellos? Y en el fondo dan lástima porque son tan exagerados y fingidos que al final se les ignora. Además, estas personas son las peores porque, a la mínima oportunidad, te clavan el puñal por la espalda. No son capaces de solucionar su rompecabezas mental y tienen que conseguir las cosas dando guerra mediática llorona para llegar a las personas con decisión.

EL “REY DEL MAMBO”

También suelen estar los típicos hedonistas, con más amor propio que nadie, que se creen los reyes del Mambo, y a los que claramente, les falta humildad. Además, suelen saber de todo o dicen saberlo. Cuando hablas con ellos o les pides que te gestionen algo de trabajo que es su labor parece que te perdonan la vida por hacértelo cuando es por lo que se les paga. 

EL “SIEMPRE DIGO LA VERDAD”

Este es un perfil que me gusta mucho identificar y es el de la persona súper mega sincera que lo va proclamando a todos los vientos.  Eso sí, cuando los demás se sinceran con él diciéndole lo que piensan, no lo aceptan tan bien. Además, te mencionan “su verdad” que muchas veces va dirigida con un fin: producir determinado efecto en otras personas. No olvidéis el dicho del sabio refranero español que dice “dime de qué presumes y te diré de qué careces.” Así que debéis huir de estas personas y agradecerles su sinceridad. Porque suelen contar todo mentiras para manipular. El problema es que hay gente que cae en sus redes y no contrasta la información de esa supuesta verdad.

EL “CAJA FUERTE CON AGUJERO”

Es el perfil de aquellas personas misteriosas y herméticas aparentemente, que sólo cuentan la información confidencial a su círculo más cercano, olvidando por completo que ese lo conforma toda la oficina. Confía en unas pocas personas y pronuncia las palabras mágicas de “sobre todo no se lo digas a nadie” y cuando uno escucha eso, normalmente le falta tiempo para rajarlo a los demás. Si algo no quieres que se sepa no debe salir de vuestra boca porque en el momento que lo contáis ya ponéis la maquinaria del cotilleo en marcha.

LOS “GEMELOS”

Bueno, gemelos, trillizos o cuantos sean. En otras palabras, son los cotillas de la empresa. Normalmente dos o tres personas, que hacen una piña, que se dedican a despotricar sobre el resto de compañeros, que desarrollan su propio lenguaje para referirse a otros sin que los demás se den por aludidos. Sus comentarios, siempre a la espalda, son hirientes y al final, se alejan del resto de compañeros por la maldad de sus comentarios, que finalmente, llega a oídos de otros.

EL “AMIGUITOS PARA SIEMPRE”.

Son amigos de todos sus compañeros de trabajo o al menos presumen de serlo. Eso sí, son políticamente correctos porque nunca dicen una mala palabra. Aunque no suelen ayudar, buscando siempre excusas en las que justificarse. Os dirán lo que queréis oír y no lo que piensan realmente; vamos, lo que hacen los verdaderos amigos ¿no?Personajes 1

EL “DESAGRADABLE” U “ODIADO”.

Son las típicas personas odiadas o envidiadas, que viven al margen del resto, se creen con derecho a hacer comentarios hirientes a todo su entorno, obviamente, tienen siempre ellos la razón, conocimiento y sabiduría que les lleva a un estatus superior al resto. Incluso entre iguales de rango, se toman la libertad de ponerse por encima del resto. No se sabe muy bien cómo, pero siempre están metidos en todos los asuntos, de los que no pueden pasar sin opinar y atacar a alguien. Frecuentemente, su informador es el siguiente perfil, el “chupaculos”.

EL “CHUPACULOS”

¿Quién no tiene en su empresa, alguien que chupa el culo de los superiores, que actúa como espía de sus compañeros, que malmete contra aquellos que le hacen frente…? Son los que te miran a la cara con sonrisa y cuando te das la vuelta, también te “la clavan”. Normalmente, se une al perfil anterior, el “desagradable”.

EL “CARADURA”

Es el típico que como su apodo indica, intenta hacer lo menos posible pero, al mismo instante, dar la sensación de que está trabajando. Suelen “derivar” todo el trabajo al resto y hacer “mucho ruido” cuando están trabajando en algo. No son queridos por sus compañeros pues normalmente, le supone más trabajo del que ya tienen.

EL  “YO NO SÉ NADA”

Una versión del caradura el “Yo no sé nada”, que evita trabajar escudándose en la falta de información, porque nadie le ha dicho nada. Normalmente, la información deberían recogerla ellos, pero no mueven un dedo, con frecuencia, para dejar mal a otros.

EL “PICAJOSO”

En toda empresa está el típico personaje que tiene que poner los puntos sobre las “ies”. Siempre han de tener la última palabra, también tienen siempre la razón, y morirán antes de permitir que otro pueda demostrar que tiene razón. Suelen apuntar (físicamente o en su mente) todos los detalles que se molestan en repetir cuando quieren justificar lo que dicen. Son incansables y parecen “maquinitas” de memoria… Son difíciles para trabajar con ellos, pues en esta vida, a veces, aun teniendo la razón, hay que ceder.

EL “VA A SU BOLO”

Siempre tenemos a alguien que va a su bolo. Es independiente, para lo bueno y para lo malo. Nunca sabe nada del grupo, ni le interesa. Va en línea recta, SU línea recta.

Perfiles hay muchos, y podríamos seguir añadiendo, pero vemos que las empresas, no son más que un Gran Hermano en vivo.

Yo pienso que muchas veces las personas vemos o seguimos aquello con lo que nos sentimos identificados. Y esto culebrones de dimes y diretes son habituales en las empresas aunque os cueste reconocerlo.

¿Qué personajes faltan?