¿POR QUÉ MOTIVO NO TIENES TIEMPO?
Siempre recuerdo un jefe que tuve hace un tiempo que nunca tenía tiempo para nada. Convocaba reuniones y al final asistíamos todos menos él. Esto conllevaba que, en más de una ocasión, nos tocaba liderar reuniones sin tener muy claro por qué se había convocado; nos tocaba improvisar para intentar salir airosos. Te planteaba, retos, tareas y proyectos, que no te explicaba porque siempre estaba ocupado. Esto conllevaba que teníamos que trabajar cuatro veces; nos tocaba tirar de invención y desarrollar cosas, interpretando lo que a priori creíamos que quería. Una vez estaba la primera propuesta y se la mandábamos y nos respondía diciéndonos que eso no era lo que necesitaba, que le diésemos otra vuelta. Eso sí, seguía sin aclarar lo que quería o necesitaba. Siempre aducía no tener tiempo. Incluso, me lo encontraba por el pasillo y le decía “Tengo que hablar contigo”, pero siempre decía “Lo siento, no tengo tiempo”. Educado era, por el “lo siento”, pero ciertamente, siempre me dio la impresión de que poco le interesaba lo que hacía y lo que le podía aportar. Me hubiera dado por pensar que era algo personal, si no lo hubiera hecho con el resto de compañeros, pero la respuesta era general.
Por supuesto, este responsable era un verdadero cuello de botella, es decir, tenía millones de melones abiertos y no finalizaba ninguno. Incumplía plazos, demoraba tareas, tiraba balones fuera e intentaba que nosotros tomásemos decisiones que no nos competían por cargo y responsabilidad. Además, la falta de claridad en sus peticiones, te conllevaba trabajar tres veces hasta que adivinabas lo que realmente quería.
Leer más