La otra mañana, hice una parada en mis actividades para tomar un café y poder pensar en mis cosas. Elegí la mesa de la cristalera. Las mesas de alrededor estaban ocupadas. Empecé a pensar y de repente mi mente se quedó en blanco y no pude evitar que el resto de diálogos de los que me rodeaban llegasen a mis oídos. No sé si será la época en la que vivimos, casualidad, o que los recursos humanos me persiguen allí donde voy, pero parece que se habla muy frecuentemente sobre temas laborales. De forma paralela, en las dos mesas a ambos lados, se estaban produciendo conversaciones sobre futuras relaciones laborales entre trabajador y empleador.
Siempre se dice que hablando se entiende la gente, siempre y cuando ambas partes estén dispuestas a ceder. La primera situación era la de una empresa de Madrid que venía a cerrar el contrato de 4 trabajadores para una de sus nuevas obras. Estaba explicándoles el contrato, el tema de los seguros, material de trabajo y de seguridad, forma de llegar… Cada uno le preguntaba sus dudas al representante de personal y amablemente se las resolvía. La única pega es que este tipo de cosas se deben hacer de forma individual con cada trabajador porque a los demás no les interesan las dudas que cada uno deba zanjar.
Al otro lado, tenía a un emprendedor que reorientaba su proyecto y quería dar más responsabilidades a una persona con la que ya contó en otra fase del proyecto. El problema de que esta persona no entraba en razones porque quería poder compatibilizar su vida personal y profesional al 100% dando prioridad absoluta a la primera faceta. Además, se sentía incomprendida porque la otra parte, tras escucharle, le dijo que entonces tendría que pensar de nuevo su ubicación porque no encajaba lo que ella quería con lo que el necesitaba en ese momento. Ella estaba ofendida por ese cambio.
Obviamente he resumido bastante ambas situaciones y las he generalizado totalmente para preservar su intimidad. Cada uno nos fijamos en cosas diversas. Por supuesto esta fue mi percepción desde fuera porque yo me marche y allí continuaron ellos con sus temas.
Lo que está claro es que en esta vida, tener todo, es imposible y para poder compatibilizar todas nuestras facetas no podemos dar prioridad absoluta a una, sin asumir las consecuencias o cambios que pueden conllevar en las otras. Porque los demás se deben poner en vuestro pellejo y vosotros en el de los demás.
Veo gratamente que se están informalizando y suavizando las reuniones de trabajo y eso es bueno porque se convierte en un intercambio de puntos de vista para intentar llegar a un entendimiento, reuniéndose en un sitio neutral que no da ventaja a ninguna de las partes.
¿Qué os parece?
Muy interesante tu apreciación.Los recursos humanos se encuentran presentes en el día a día de todos.No hay nada como sentir que la relación entre tus jefes directos y tú funciona como si se tratara de una amistad de años. El poder tener apertura a las diferentes materias que salten en la conversación son importantes para conocerse más y comprender qué cambios son necesarios y qué se puede mejorar o corregir.
Hola Andrea,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Las relaciones dentro de la empresa cada vez son más cercanas y las empresas están empezando a flexibilizar el protocolo de reuniones adaptándose a los nuevos tiempos. El contacto humano es vital para que las relaciones profesionales entre el trabajador y el jefe funcionen bien.
Saludos,
Juan
Juan, qué gusto saber que hay cosas que están progresando y que nos estamos adaptando a las nuevas tendencias y formas para hacer de nuestros procesos y relaciones laborales tareas más sencillas. Encontré tu blog hace no mucho y me animé a comentar. Me gusta mucho los temas que tratas y realmente me interesa este rubro porque estudio Administración y Recursos Humanos en Perú. Deseo con muchas ganas seguir aprendiendo, éxitos en todo.Saludos,
Andrea
Hola Andrea,
Así me gusta que os animéis a comentar y aportar vuestra visión sobre los temas que trato.
Los cambios cuestan pero parece que poco a poco algunos hábitos cambian, sin embargo, no debemos relajarnos y llevarnos a engaño, porque aún queda mucho por acometer para seguir evolucionando las empresas y sus trabajadores.
Saludos,
Juan
La humanizacion de las relaciones laborables es siempre un paso adelante en la productividad de una empresa.
Pese a que soy bastante clasico en el tema «vamos a hablar del trabajo» he intento evitarlo cuando estoy con compañeros y/o jefes en una cafeteria, he de reconocer que en muchos casos grandes ideas surgen con una buena taza de cafe en un ambiente distendido.
Eso no quita que como es evidente no se debe hablar de trabajo «seriamente» despues de unas cervezas, puede caerse en la trampa del exceso de confianza (mas aun cuando eres el empleado).
Hacia tiempo que no me pasaba por aqui, he de reconocer que en su dia me serviste de terapia (lo pase bastante mal en temas laborables) y he creido que no seria justo si no te lo agradecia. Asi que gracias.
Hola Brisha,
Gracias por participar.
La humanización en la empresa es necesaria y ayuda a sobrellevar el trabajo mejor. Por supuesto, se debe estar con los pies en la tierra y ser prudente y usar el sentido común en la relaciones con los colegas de trabajo y responsables de equipo.
Muchas gracias por el agradecimiento y me alegro que el blog te sirviese para avanzar o desahogarte.
Saludos,
Juan
Muy interesantes sus palabras. Ayudan a reflexionar sobre la importancia de la receptividad, comunicación y empatía que deben darse en las relaciones humanas para que éstas sean saludables. Aprender a ponerse en el lugar del otro y tratar de comprender sus puntos de vista (al menos respetarlos, así se esté de acuerdo o no) es parte del proceso. Si se cuenta con asertividad, alta autoestima valorando las propias capacidades, resultará también fácil apreciar las de las demás. Gracias por permitirme participar en su blog ¡Hasta pronto!
Hola Elías,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
El relacionarse con otras personas conlleva dar para poder recibir. El problema es que nos estamos convirtiendo en una sociedad muy individualista con los riesgos que eso conlleva. Las personas nos hemos acostumbrado a conseguir todo de forma rápida y ahora la burbuja en la que vivíamos se ha roto. Esto supone que tenemos que volver a las relaciones humanas cercanas y sinceras.
Saludos,
Juan