Mi bitácora cumplió ayer 25 de febrero, 17 años y durante todos estos años no he decaído en mi constancia y ganas de publicar artículos. No voy a negar que, en algunos momentos, se hizo cuesta arriba; en otras ocasiones estaba poco inspirado de ideas y otras veces la carga de trabajo te hace pensar en abandonar. Aunque en todas ellas he sido capaz de recomponerme y recuperar la motivación y la energía, tengo muchos puntos de vista diferentes que aportar sobre la gestión del talento, el desarrollo profesional y la empleabilidad.
Todo empezó de forma casual, más animado por una persona que siempre ha creído más en mí que yo mismo y que me dijo “¿porque no cruzas al lado oscuro?”. A lo que se refería era a dejar de ser solo lector de otros blogs y crear uno propio. Sin saber muy bien cómo empecé, experimentando y con un reto de superación, e ir viendo a dónde me llevaba.
Tengo asumido que en los últimos años los blogs han dejado de estar de moda; las redes sociales y profesionales han cambiado los hábitos y ahora se suele optar por videos interactivos y cortos. Es otra forma de comunicar, que también la he experimentado, aunque me niego a abandonar la comunicación escrita. Las tendencias vienen y van, y si hoy es vídeo, mañana será otro medio. Ahora, la inmediatez hace que la tendencia sea más visual. Tengo claro que se pueden complementar todos los medios factibles por los que uno se puede comunicar.
No llevo idea de abandonar mi bitácora porque es mi casa virtual en la que marco las reglas y ahí el contenido es mío, no depende de nadie externo, que en un momento decida cerrar su plataforma o red profesional y esos contenidos se perderán. Puedo experimentar al máximo y hacer lo que me plazca, sin prisas y sin exigencias de todo tipo. Hay algunos que ya optan por la inteligencia artificial para escribir. Pero en mi bitácora, no encontraréis texto de esa fuente.
Lo que escribo es mío. Sale de mi cabecita. Escribir me relaja, me ayuda a ampliar mi zona de confort, pensando otra forma de hacer las cosas relacionadas con las temáticas sobre las que versa esta bitácora.
En estos 17 años, la bitácora sobre todo me ha traído cosas positivas, aunque también algunas menos amables. Lógicamente tengo claro que cuando te expones siempre vas a tener haters, porque es imposible gustarle a todo el mundo. Cuando comencé, buscaba la aprobación de todo el mundo; hoy en día, ya tengo asumido que tendré comentarios de todo tipo. Si gustan bien, y al que no, tampoco tiene la obligación de leerme. Existen diversidad de contenidos, y siempre hay quien encaja mejor que otros.
Por supuesto, no puedo dejar de agradecer a todas las personas que me seguís y apoyáis, por estar ahí durante todos estos años. La idea de continuar con este blog es para dar mi punto de vista sobre temas relacionados con el talento, para hacer a la gente reflexionar, poder debatir sobre diferentes puntos de vista y ser de ayuda a las personas que están luchando sus propias batallas para que puedan leer cosas que les hagan seguir avanzando.
Nos veremos en la celebración de la mayoría de edad de mi blog.
Aún estamos en el primer trimestre del 2024 y a este año le pido que me siga sorprendiendo y que me ayude a conseguir materializar varios proyectos en los que llevo muchos meses trabajando y ya queda poco para que vean la luz. Al final, que salgan o no depende de mí y estoy con el foco puesto en ellos.
Sigo experimentando con los posts en formato historia, porque es algo que me gusta y en breve publicaré varias historietas, con moraleja. Este tipo de entradas me apasionan cada vez más. También este año voy a volver con los videos a Instagram y Tik Tok; tengo ya varios guiones y solo me tengo que poner a grabarlos. También quiero hacer directos y debates en algún canal; en breve os daré más detalles.
Espero veros por aquí durante este año. Comeros a la salud de mi bitácora un trozo de tarta virtual, porque no todos los blogs pueden decir que han cumplido 17 años, siguiendo activos. Es una muestra de constancia y esfuerzo, que creo que es algo que me ha caracterizado a mí a lo largo de toda mi vida personal y profesional.