Una startup (o una empresa de reciente creación) suelen estar compuestas por personas con una franja de edad bastante joven, o al menos, tiene un alto porcentaje de ellos. Como ocurre siempre, esto no está escrito en piedra, por lo que siempre existen excepciones.

Hoy quiero hablar de las empresas que comienzan y que las ponen en marcha personas jóvenes con muchas ganas y poca experiencia laboral a sus espaldas. Algunas ideas son muy buenas y tienen su nicho de mercado. Estas empresas no tienen que ser grandes, sino que pueden ser reducidas, comenzando en un vivero o en un espacio de coworking. Ningún comienzo es fácil.

Cuando una empresa comienza su andadura ya tiene su producto o servicio diseñado, que en la mayoría de las ocasiones está en “beta”, para irlo mejorando desde la acción.

Es muy complicado que una empresa de reciente creación pueda incorporar a su plantilla nuevo personal, mientras no tenga volumen de pedidos y ganancias que le permitan asumir esos gastos. Por lo tanto, quizás os debáis plantear el intercambio de servicios con otras personas o empresas. Esto comienza por tener claro en qué podéis ayudar vosotros y en qué os pueden ayudar ellos. Es un intercambio de servicios. Imagínate que tu empresa se dedica al diseño gráfico, le ofreces a otro profesional autónomo crearle su logo, este profesional se dedica al desarrollo de páginas web; él, a cambio, te ofrece desarrollarte la web. Puede ser un intercambio muy interesante. Es más, debéis contemplar la posibilidad de colaboraciones conjuntas en productos y servicios a ofrecer a vuestros clientes.

Cuando ya vuestra empresa esté más asentada y necesitéis ayuda que supone contar con nuevo personal, es bueno que dediquéis tiempo a identificar qué tipo de perfiles y personas necesitáis. Es más importante de lo que podéis pensar en un principio. Partamos de la base que un emprendedor es imposible que sea experto en todo: compras, contabilidad, seguros, etc. Es por ello que parece lógico tener que reforzar algunos conocimientos de diferentes áreas para poderse defender. Muchas empresas de reciente creación solamente incorporan a perfiles jóvenes y tecnológicos, que pueden ser muy valiosos. Aunque también os debéis plantear el incorporar a vuestra startup a personas con una dilatada trayectoria profesional en una profesión y/o sector. Es una forma de integrar solidez en los conocimientos, en la operativa corporativa específica, experiencias laborales diversas y motivación por conocer vuestro proyecto. Esto os permitirá tener una plantilla diversa. La clave es que os podréis complementar muy bien. Un profesional con dilatada trayectoria os puede aportar su visión, viene curtido, tiene amplia experiencia en lanzar muchas cosas y buscar alternativas a los problemas que han podido surgir en sus experiencias profesionales. Quizás no conozcan en profundidad vuestro modelo de negocio y sector, sin embargo, esto puede ser satisfactorio. Será importante que contempléis todas las opciones posibles. No descartéis ningún perfil profesional por muy diferente que pueda ser a vosotros.

La clave de la supervivencia es conseguir rodearte de los mejores en las diferentes áreas necesarias para la empresa. Vosotros podéis saber mucho de estrategia global de esa organización, sin embargo, tenéis que reforzar otras áreas comerciales, técnicas, económicas y humanas. El vender es algo fundamental, os debéis enfocar en esto; si no sabéis hacerlo, rodearos de personas que tengan experiencia en vender y en estrategias comerciales. Una empresa que no vende acaba muriendo. Todos tenemos que aprender a vender nuestra empresa y productos o servicios. Aunque una ayuda quizás sea vital al principio.

Suele ser recurrente en muchas startup, el miedo a incorporar a personas pertenecientes a otras generaciones, porque tienen otra forma de ver la vida y las empresas. La diversidad de personas en una empresa es buena, si sois capaces de complementaros. Un proceso de adaptación será necesario para saber ayudaros unos a otros en las áreas que se requieran. Tener equipos diversos supone fomentar mucho el trabajo en equipo para reforzar diferentes áreas conceptuales y experienciales.

Partamos de la base de que nadie tiene la verdad absoluta sobre nada. Cada uno podemos aportar cosas diferentes. Es cuestión de tener claro qué tipo de personas son las más vitales para incorporar a vuestras empresas. Cuanto más acertada sea vuestra decisión de quien incorporar, como es lógico, más cerca del éxito estaréis. Esto supone identificar claramente vuestras necesidades. No te dejes solo guiar por afinidades sino también es bueno el conocer a diferentes profesionales que puedan cubrir esas vacantes. A veces uno valora mejor desde la comparación con otras personas. Debes conocer todo el talento disponible en el mercado para cubrir una determinada vacante.

Un perfil senior puede ser igual de flexible que un junior. Trae un interesante periplo profesional con el que alimentar a una empresa nueva. Puede aportar ideas frescas basadas en sus vivencias que suelen ser necesarias. No descartes a nadie, aunque a priori no encaje con la idea que llevabas. El talento bruto, para saberlo reconocer, requiere ir con la menta abierta. Cada persona puede aportar unas cosas y ver cómo se integra con el resto de personas que ya conforman una empresa.

Por eso, insisto, debéis reflexionar sobre qué materias o áreas de vuestra organización no domináis para tener claro que ahí es donde tenéis que buscar personal que os ayude. También es fundamental identificar si esas áreas que no domináis son vitales o no en estos momentos para la viabilidad corporativa.

¿Qué opináis al respecto?

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