Hoy os traigo a mi blog a una persona con la que he tenido buena conexión desde el principio, pese a no conocernos aun en persona: Alberto Luque. Fue mi amiga Elena Arnaiz quien me lo presentó, tanto a él como a sus libros.

En sus dos libros de Batallas de una Ambulancia consigue tocar tus emociones y ponerlas a flor de piel. Puedes sentir, pena, nostalgia, alegría o dolor, es decir, la vida misma. Me he sentido identificado con muchas de las historias y he dejado que aflorasen mis sentimientos. Me parece un libro que te toca el corazón. Son historias con alma. En el segundo libro tengo el placer de aportar mi testimonio a una de las historias narradas.

Si quieres leer unos libros diferentes y que aportan mucho, no dudes en hacerte con Batallas de una Ambulancia. Seguro que los disfrutas tanto como yo.

Alberto es cercano, amable, siempre dispuesto a ayudar y un gran profesional. Os dejo una entrevista que le he hecho a Alberto que no os va a dejar indiferente.

¿Quién es Alberto Luque?

Un tipo corriente, un enfermero de emergencias, uno más de muchos y muchas que un buen día dejó su tierra natal para buscarse la vida y hoy es feliz en La Mancha. Uno que escribe buscando dar salida a las emociones que quedan adheridas en su uniforme tras cada guardia, esas que sacude en forma de reflexiones de vida que algún día puedan ayudar a sus hijos y a cualquier persona que las lea.

¿Qué te hace diferente al resto?

Todo y nada. Lo que soy no es más que fruto del trabajo y la pasión por lo que hago dentro y fuera de la ambulancia. Hubo un momento trágico, hubo un reseteo y hoy hay otra persona. Todos vivimos momentos vitales que zarandean nuestros cimientos, yo aproveché el mío para reconducir mi vida profesional y personal, quizá sea lo único que me haya hecho diferente de aquellas personas que no quisieron o no supieron, encontrar ese para qué.

¿Un momento increíble grabado en tu retina?

En lo personal los nacimientos de mi hijo Pablo y mi hija Jimena, dos momentos que me marcaron y aún hoy me siguen dando felicidad suave.

En el plano profesional todas esas personas que estaban en parada cardiorrespiratoria y con nuestro trabajo conseguimos engancharlas de nuevo a la vida, ese momento es para mí único e irrepetible. Guardo recuerdos de todas y cada una de esas personas en lo más profundo de mi ser.

¿Un momento duro del que aprendiste?

Una noche de agosto del 2014. El corazoncito de una niña se paraba y la ambulancia corrió más que nunca, el equipo funcionó como nunca, el sudor mojó nuestros uniformes como nunca…y la que nunca pierde ganó la batalla. Blanca, un Ángel de un añito de vida, nos dijo adiós y parte de mi vida quedó a los pies de aquella cuna. El padre la cogió en brazos y la madre trajo a su hermana gemela, una lloraba y la otra silencio cetrino en su rostro. Los cuatro componentes del equipo de aquella noche lloramos y fue el padre el que cambió mi vida con unas palabras “Tenéis que recuperaros, habéis hecho todo lo humano posible y no ha podido ser, pero es que al salir por esa puerta otra niña como la hermana de Blanca os puede necesitar y os necesita enteros para que le podáis dar la oportunidad que habéis dado a mi Ángel”. Nos acercó la cara de Blanca porque ella nos quería dar un beso de agradecimiento. Y de aquella casa salió otro Alberto, otro enfermero que gracias a un padre entiende que lo importante no es él cuando viste uniforme, sino el paciente y su entorno. Uno que pone corazón en todo lo que hace porque entiende que corazón es actitud y sin actitud de poco vale la aptitud cuando de cuidar personas se trata.

¿Cómo surge la idea de escribir tus libros?

Tras aquella noche vinieron las lágrimas en silencio y la dichosa coraza mental me impidió pedir ayuda, caí en la depresión más negra, aquella que llevas en silencio por miedo al que dirán. Fue gracias a una psicóloga y un psicólogo que me ayudaron a ver luz donde sólo veía sombra, como llegué a la escritura. Le escribí una carta a Blanca, una carta a un Ángel que es el inicio de mis dos libros, con ella los pensamientos que pululaban inconexos por mi cerebro se hicieron más conscientes que nunca, tomaron otra dimensión que casi podía tocar y contra la que fui capaz de rebatir desde la razón. Logré tomar distancia, mi cabeza dejó de sufrir el peso de tanto pensado y sufrido, volví a respirar.

Tras aquella carta vino comenzar a relatar primero en redes y después en mi blog wwwalbertols.com lo que dentro de nuestra oficina con ruedas sucede. Qué hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos en una búsqueda de empatía con nuestros pacientes y visibilizar nuestra profesión. Tras un post viral surge la idea de recopilar y ampliar esos relatos en forma de libro.

¿De qué van?

Son libros que narran casos reales vividos por el personal sanitario de una UVI MÓVIL.  No son libros técnicos y está escritos para ser leídos por cualquier persona que guste de leer realidad, esa realidad sin morbo y sin chiste fácil muy alejada de series de televisión y realities.

Son esas situaciones límite con las que la vida nos pone a prueba, esas que ves y crees que nunca te ocurrirán hasta que un día te encuentras con que eres protagonista sin querer.

Son batallas por salvar una vida, unas ganadas, otras perdidas y todas peleadas. Libros que son más que un canto a la vida y a la realidad de la que se pueden sacar reflexiones que nos ayuden en nuestro día a día personal y profesional. Tras cada relato hago una reflexión personal e invito a reflexionar a más de 70 profesionales que, como tú Juan, habéis aportado un valor añadido digno de agradecer.

En definitiva, son libros para leer hoy, hoy que la salud y la vida nos sonríe. Sin ánimo de ser agorero te diré que todos, o casi todos, pasaremos por algunas de las situaciones que en los libros se relatan; conocer cómo esas personas se enfrentaron a ellas quizá nos ayuden el día que nos toque.

¿Por qué optaste por auto publicarlos?

Cuando terminé de escribir el primer libro busqué editorial y en tres ocasiones me dijeron que si quería vender libros tenía que quitar dosis de realidad, añadir anécdotas y risas. Me negué y opté por la autoedición. Entre el éxito y el fracaso me quedo con ser honesto conmigo y con la realidad que vivieron nuestros pacientes.

  ¿Qué ventajas y dificultades tiene auto publicar tus libros?

Autopublicar para mí supuso un reto y una satisfacción. Eres artífice principal de cada uno de los pasos y ves crecer a tu hijo literario día a día.

La principal ventaja, al tiempo que desventaja, para mí radica en la comercialización y distribución. Yo los publicito en redes y los vendo a través de mi web. Esto me permite hacer llegar el libro con dedicatoria personalizada a cada lector. Es artesanía del uno a uno que conlleva tiempo y esfuerzo, pero que genera un vínculo muy estrecho con las personas que me leen.

El feedback tras la lectura es igual de cercano y por los mismos canales; eso convierte sus impresiones en algo más que meras opiniones. Sus aportes son más íntimos y para mí mucho más enriquecedores. Al final un lector se convierte en un aliado de tu marca, un embajador de tu mensaje y en muchos casos se convierte en un amigo, una amiga virtual y con el tiempo 1.0.

Ese tiempo y esfuerzo, además del desembolso (tú pagas los libros) que has de poner en este proceso se convierten quizá en los hándicaps principales de la autoedición.

 ¿A quién van dirigidos tus libros?

Al público general. Cualquier persona desde la adolescencia al infinito encontrará motivos para leer y releer. Todos los seres humanos funcionamos de forma muy parecida y lo que en estos libros hay escrito es esa realidad con la que todos nos podemos sentir identificados de alguna manera.

Digerí el lenguaje más técnico buscando acercar entendimiento al lector. Cuando llegamos a la vida de nuestros pacientes, muchas veces estos se encuentran en su peor momento vital y me di cuenta que damos miedo, nuestro lenguaje da miedo y la comunicación desde el tecnicismo no es efectiva. Así que opté por traducir esa información y adaptarla de forma individualizada, lo escrito es un fiel reflejo de lo que vivimos, lo que viven los pacientes que pasan por nuestras manos.

¿Qué es para ti la vida?

Una oportunidad, un regalo y a veces una putada. Cuando tu trabajo consiste en luchar contra la que siempre gana, simplemente porque lleva cartas trucadas, te das cuenta de lo injusta que puede llegar a ser a veces. Vivir en primera persona esas situaciones cambia prioridades, ayuda a minimizar lo que hasta entonces habías creído la base y a magnificar lo insignificante. A día de hoy te diría que para mí la vida es el arte fino del poco a poco sin perder el foco de lo que realmente es importante. Cuidar y respetar mi salud, tratar dignamente a las personas que pasan por mis manos y tratar de reír más de 17 veces al día, podría ser un buen resumen de cómo veo yo este camino que es la vida.

¿Qué retos tienes a corto, medio o largo plazo?

Seguir disfrutando de la sonrisa de un bebé al que le cantas una canción que mitiga su ansiedad es un buen ejemplo de lo que es para mí el principal reto que mueve mi vida profesional. Conseguir mitigar el dolor de esas personas vulnerables lo es a corto y espero que a indefinido plazo.

En mis proyectos personales, hacer llegar un mensaje a quienes me quieran escuchar “La revolución tecnológica vino para quedase, vino para sustituir conocimiento y habilidad. Sólo poniendo humanidad y actitud conseguiremos diferenciarnos”, y esto es de aplicación a cualquier profesión y organización, no sólo en la salud.

¿Cómo se puede adquirís tus libros?

Como comentaba antes yo mismo los envío. En la tienda de la web www.albertols.com están disponibles ambos y será un placer hacértelo llegar dedicado si así me lo pides, lo único que te pido a cambio es que me hagas saber qué te parecieron cuando cierres la última página.

¿Qué batallas te quedan por vivir?

Espero que muchas, tengo 46 años y estoy en el meridiano de los años que tengo pensado vivir (como diría mi amiga Malena Melis: sonrío). El día que llegue mi última batalla espero levantarme y decirme a mí mismo… “mereció la pena”. Un día atendimos a un señor en sus últimas horas y me dijo “Enfermero, procura que tu vida sea algo más que cumplir años, es muy triste llegar a mayor sin nada más que años que contar”.

¿Qué recomendaciones das a las personas que están contra las cuerdas?

Que luchen en la medida de sus posibilidades contra aquello que sea de luchar, hagan oídos sordos a las voces que les culpabilizan de su situación y se centren en objetivos alcanzables. Es importante entender que también hay imposibles de conseguir, asumirlo nos ahorrará sufrimiento y energía.

¿Qué es para ti la felicidad?

Vivir sin miedo, sin miedo al qué dirán, vivir disfrutando lo suave, disfrutando las pequeñas cosas que me da el día a día, esas cosas que un día se irán para nunca más volver.

¿Cómo has conseguido brillar con tanta fuerza?

No sé si he brillado o no, tampoco sé si ha sido con fuerza, si sé que estoy disfrutando el camino como nunca antes lo había disfrutado.

Tampoco me veo capacitado para dar consejos en este sentido, pero si quizá pueda compartir los principios que procuro guíen todo lo que hago.

Procuro ser honesto entre lo que pienso, digo y realmente hago.

Procuro añadir estrategia a lo que de valor pueda aportar.

Procuro ser constante, abnegado y poner sudor, creo en la fuerza y el valor del sudor.

Procuro no quedar enmarañado en la planificación. Acción y más acción me vino de la mano de esa gran profesional experta en desarrollo personal y profesional que es Elena Arnaiz

Procuro estar al día en lo que respecta a mis competencias y de paso aprender de aquellos que aportan. Aprender de los mejores no es sólo el título de un gran libro de Francisco Alcaide, además es una verdad útil y necesaria por la que procuro guiar mi vida desde la humildad.

Y sobre todo procuro que nunca se me olvide que no soy más que un enfermero más, uno más que entiende su trabajo y la vida desde el respeto y la dignidad que merece esa persona enferma a la que hoy llamamos paciente.