Graciosillo 2La verdad que las empresas son como los centros comerciales donde uno se encuentra de casi todo le guste o no. ¿Quién no tiene en su empresa al típico graciosillo que da donde más duele?

Algunas de estas personas se consideran graciosas. Se creen capaces de ironizar y sacarle punta a todo, cuando realmente la gracia la tienen donde yo os diga. No capta las indirectas a pesar de que cuando hace chistes o bromas la gente directamente le ignora como si nadie hubiese dicho nada. Al final algún compañero altruista y con confianza le dice con tacto lo que todos opinan para ver si afronta la realidad.

Pero también están los pesados, que están todos los días con los mismos comentarios y bromas sin darse cuenta que llega un momento que cansa porque puede hacer gracia una, dos e incluso hasta 3 veces pero no más. Así que tenéis que saber incorporar nuevas anécdotas graciosas a vuestro repertorio o directamente resetearos y olvidar lo que habéis contado hasta la saciedad. El adquirir fama de cansino no es agradable. En una empresa te cuelgan el “sambenito” por cualquier cosa, así que es mejor no dar ideas. En el momento en el que tengas que hablar en serio sobre el trabajo, si te consideran como el “pesado” muchos desconectarán nada más comiences, porque tu fama ya les hace reaccionar así.

Dentro de esta fauna de graciosillos, los que más suelen sacar de quicio son los del humor sarcástico o ácido hacia su entorno, compañeros, etc. Si me refiero a esos que con una sonrisa y una buena carcajada van metiendo pullas a todo el mundo como quien no quiere la cosa. Dicen pero realmente no querían decir eso… ¿o sí?. Vamos que a uno le genera duda porque siempre van de colegas de que van en broma y luego uno se lleva desagradables sorpresas. Las cosas claras, nada de a medias, es decir, que si os quieren decir o insinuar algo que lo hagan a la cara en el tono y en el entorno propicio para ello.

A este tipo de personajes hay que cortarlos de raíz y pararles los pies desde el primer momento porque como le deis alas, se tomarán confianzas peligrosas de cortar a posteriori. De nada sirve poneros a su nivel. Lo mejor es hablar directamente con esa persona en privado si siempre que os ve no para de lanzaros comentarios irónicos que, como se dicen en tono informal, parece como que no se quieren decir en serio. Pero de forma constructiva, convendría preguntarle qué le pasa con vosotros y si os tiene que decir algo que lo haga en ese momento y no delante de otros. Estas personas, en el fondo, son unos cobardes y no se atreven a decir las cosas a la cara. Por esta razón, las van metiendo como quien no quiere la cosa para obtener algún fin porque este tipo de comportamientos nunca son gratuitos.

Así que las organizaciones no deben tolerar este tipo de comportamientos en ninguno de sus miembros, independientemente del puesto que ocupen porque es una falta de profesionalidad y respeto a todos sus trabajadores. ¿Qué pasaría si todos los trabajadores se comportasen así en el trabajo? Sería un verdadero caos.

Por lo tanto, cuando estas personas intervienen para decir chorradas malintencionadas y están fuera de lugar se les debe hacer ver delante del grupo, para que consiga el efecto contrario de reprobación. Porque el ignorarles no inhibe este tipo de comentarios porque siempre tendrá una corte de personas sin rasmia que le reirán las gracias o le pondrán una sonrisa por no hacerle el feo.

¿Cómo te comportas con este tipo de personas?