“A esa persona no la conozco yo…”

Hace un tiempo, en un grupo de trabajo dentro de un proyecto, estábamos pensando en personas adecuadas para dar diversas charlas. Se pedía que los ponentes fueran modernos, conocidos, y con cierta entidad en el sector. Se eligieron 2 personas, por unanimidad, por la trayectoria que tenían… tras dejar en reserva a otros muchos.

En ese momento, tocó presentar las candidaturas a las personas que decidían. Ante la sorpresa del equipo, los responsables de las jornadas rechazaron a ambos candidatos, porque… “No los conocían”.

Los dos candidatos, en sus ámbitos, son muy reputados y laureados. El que los responsables de la jornada nos lo conocieran no hace más que demonstrar que no se han actualizado, que no intentan conocer el sector en profundidad, que no les interesa lo que se dice ni lo que se hace… Que tú no conozcas a alguien no quiere decir que esa persona no sea un gran profesional en su sector o actividad.

En ocasiones, me preguntan “¡Oye Juan! pero ¿cómo conoces y tienes en tu radar a nueva gente?, ¿por qué no te conformas con contar siempre con las personas que son una apuesta segura? Soy una persona inquieta y me gusta escuchar nuevos enfoques y prismas. Mucha gente tiene cosas muy interesantes que decir. Esto supone estar en el mundo y hablando con gente que te pone en la pista de alguien. Además, asumamos que, aun estando activo, se te escapa gente; va bien conocer a gente influyente que te pueda dar nuevos nombres. También me ayuda leer mucho, escribir, relacionarme con gente con artículos interesante, que me mantiene activo. No deja de sorprenderme la cantidad de gente con talento que hay ahí fuera.

Además, no debemos olvidar, que todos, en algún momento, hemos sido desconocidos para todo el mundo y nos vino muy bien esa oportunidad que nos dio alguien, porque vieron algo en nosotros que no vieron en los demás. Supone arriesgarte, pero la vida va de eso no; hemos venido a vivirla con intensidad o a pasar de puntillas por ella. A mí me encanta dar oportunidades a talentos emergentes; en ocasiones, me ha salido “rana”, aunque puedo decir que, por lo general, ha sido un gran éxito. Luego me encanta ver a esa gente brillando con fuerza a su manera. Lo importante para mí es qué me llevo de esa charla, curso o conferencia; en ocasiones es lo que me hace reflexionar o la rotura de esquemas que me hace tener en mi cabeza. Algunas personas son muy conocidas y tienen mucha fama, aunque vistas una vez ya está, porque siempre van con el mismo repertorio, no lo actualizan, cambian o mejoran. Les falta innovar y crear cosas nuevas, que les haga tener nuevos registros y cosas que contar. Muchas veces, cuando propones a alguien para eventos, te dicen que esa persona está ya muy vista y que necesitan a personas nuevas. Y en los requisitos, habían indicado que debía ser muy conocido, cuando esto es, por lo general, totalmente incoherente.

Muchas veces asociamos que la gente tenga talento a circunstancias subjetivas como: que sean muy conocidos por todo el mundo, que hayan trabajado en empresas multinacionales, que tengan bagaje internacional, que hayan estudiado en ciertas universidades, etc. Eso no quiere decir que la gente que esté en esos parámetros no tenga talento, algunos de ellos tendrán mucho. Una persona que ha trabajado en PYMES, que no es tan conocido por el gran público, que ha trabajado solo en España y que estudió en universidades menos conocidas, puede tener mucho talento y ser un crack en lo suyo.

Tener talento no tiene tanto que ver con los sitios en los que has trabajado o estudiado. Muchas veces, la elección del lugar de estudios tiene que ver con el presupuesto con el que uno cuenta, porque, aunque te gustaría estudiar en algunas de esas instituciones, no tienes ese dinero ni consigues la financiación para poderlas pagar.  Por supuesto que sea caro, no supone que no lo valga; de la misma forma, algo gratuito, no supone que sea malo. Lo único es que ya por ser gratuito, le quitamos todos valor, porque no nos supone esfuerzo ni sacrificio, debido a que no nos ha costado nada. Algunas cosas de pago son bazofia, por lo tanto, vamos a investigar la calidad de las cosas, por algo más que tenga coste o no. El talento tiene más que ver con las cosas que has hecho, las que has puesto en marcha, lo que eres capaz de solucionar, los problemas que puedes resolver y aquello en lo que puedes ayudar a las personas o empresas a las que te diriges. La cuestión es que muchas veces el error, es que no estás en los lugares adecuados para que te conozcan y valoren. Tenemos que estar allí en donde nos sepan apreciar. También va de estar conectado con las personas y los canales que sean un gran altavoz de difusión. Es recomendable moverse en canales online u offline, para llegar a tu público, es decir, al que se mueve en diferentes canales. Está claro que jamás podrás llegar a la gente que no mira más allá de su ombligo profesional.

Al final, lo que más se debe pensar es ahondar en qué puede ayudarte a conseguir esa persona, qué logros profesionales tiene esa persona más allá de las empresas en las que ha trabajado…

Es necesario conocer a la persona y no dejarnos llevar por la primera impresión. Cuando uno trabaja en reclutamiento, suele ver algunos perfiles “guau” y luego ves otros y dices “bueno…” o “…pero…” A la hora de conocerlos, alguna de esas personas del “guau” te decepciona, porque no son capaces ni de defender ni de demostrar todo lo que ponían en su CV. Percibes bastantes contradicciones que claramente, les descalifican. Tampoco es extraño que alguna de esas personas que su perfil era más normalito, te dejen alucinado, porque cuentan muchas cosas que no ponen en el CV y que son las personas adecuadas. El problema, es que muchas veces no se da la oportunidad de explicarse a esas personas que no saben llamar la atención del reclutador en ese primer filtro. Por lo tanto, es importante conseguir captar la atención de la persona a la que te diriges; esto conlleva por un lado que te conozcas bien y por otro lado que te pongas en el lugar de la otra parte, para saber qué necesita realmente ver en tu perfil. Debes centrarte en aquello que necesita y que, por ende, más va a valorar.

Una persona con talento hace muchas cosas por sí misma, con independencia de las empresas a las que esté vinculada. Deben asociar tu talento a ti y no por donde trabajas. Está claro que trabajar en algunas empresas da prestigio y abren puertas. No obstante, somos mucho más que una empresa, porque lo normal es que cambiemos de proyecto, porque tenemos que evolucionar, tenemos que buscar nuestro lugar o experimentar. Lo que tenemos que potenciar más es nuestra reputación profesional, es decir, la imagen que dejamos en las demás con lo que hacemos o conseguimos. No me digas tanto dónde has trabajado sino céntrate más en qué has conseguido allí y que en que dicen de ti tus clientes, compañeros y proveedores que conocen bien tu trabajo. Se trata de que tu trabajo hable por ti. Si todos los clientes tuyos, tras trabajar una vez contigo, ante futuros proyectos similares no vuelven a contar contigo, esa no es una buena señal. Deberías saber por qué ha ocurrido eso, para ponerle remedio. Me sorprende negativamente como algunos establecimientos que tienen unas recomendaciones negativas, disponibles a todo el mundo, los ignoran, porque les sigue acudiendo gente. Debería preocuparte por qué alguien está hablando mal de tu negocio, con razón o sin ella. Es muy probable, y más con las nuevas generaciones leyendo opiniones, que no acudan al local. Yo siempre busco buenos comentarios (aunque soy consciente de que algunos están comprados) y también leo los no tan buenos, para sacar mis propias conclusiones. Una cosa es lo que tú puedes decir de tu trabajo o de tu empresa y otra muy diferente la realidad. Tienes que ser capaz de demostrar aquello que otros dicen de ti. Obviamente, nos toca asumir que es imposible gustarle a todo el mundo y contra eso no podemos hacer nada. También días malos los tenemos todos y en esos por desgracia, también nos toca trabajar y demostrar de lo que somos capaces.

Al final, tu talento debe hablar por ti y esto se consigue con el boca a boca. Lo importante es que te conozca gente que pueda hablar de ti a otros que deberían conocerte pero que no están en el mundo real.

Se trata de centrarse en la persona concreta, dejando tiempo para conocerla, para ir más allá de las empresas en las que ha trabajado o donde ha estudiado. Esto puede influir, aunque debería ser lo de menos. En ocasiones, nos dejamos llevar por los cantos de sirena de ser conocido o no, cuando en esto influyen muchas veces factores que no dependen de nosotros.

¿Tiene talento una persona a la que no tienes en tu radar profesional?

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