Las finales toca jugarlas en vivo y en directo para saber lo que cuesta llegar allí y que, en ocasiones, se pierden, pero eso no significa que uno no tenga talento.

Ahora, con los juegos olímpicos recientes en la memoria, solo se habla de la gente que triunfa. Pero, ¿quién los recordará en, digamos, 3 meses? Detrás de ese triunfo (o de esa decepción por no conseguir el resultado esperado) van muchos días, semanas, meses y años de preparación para jugártelo todo en unos minutos, que juzgan todo, haciéndose que caiga en el olvido el trabajo que llevan todas esas personas.

Como “opinadores oficiales” que saben de todo… y solo faltaría que, además, cobrasen por sus consejos. Todos somos expertos en opinar sobre los demás y poner la etiqueta de “fracasado” (o “looser”, ahora que tenemos que usar anglicismos) por algo puntual. Es algo que solo vemos nosotros, olvidando lo que cuesta llegar ahí. Las personas que realmente te aprecien y valoren estarán en tus triunfos y también en tus decepciones. Cuidado con esas personas que solo están en tu vida cuando te va todo bien y luego desaparecen a la mínima dificultad, porque esa gente va bien tenerla bien catalogada, para evitarte decepciones.

Siempre le quitamos mérito a las finales que juegan otros porque, para empezar, a ti no te han costado ningún esfuerzo ni sacrificio. Me gustaría verte llegar a una final olímpica y ya veríamos si criticas ese 5º o 6º puesto, que en ocasiones nos parece una decepción, visto con ojos de espectador y no de protagonista.

Lo que tengo claro es que todos batallamos finales profesionales, laborales, académicas y personales. En ocasiones, salen favorables para nosotros y nos llevamos todos los laureles. En otras, nos quedamos a las puertas y todo el esfuerzo y sacrificio, nos parece que ha sido en vano, pero para nada. El poso ahí está y tocará empezar de cero, aunque lleves ya mucha preparación, entrenamiento, arranque y dedicación, que tiene un valor incalculable, pese a no verlo en ese momento.

Si estás buscando empleo o un cambio profesional, asume que es parte del proceso y del entrenamiento; tendrá sus subidas, bajadas y épocas desérticas. Debes tomar la decisión de comenzar ese proceso, sabiendo que los resultados pueden tardar en llegar o, incluso, ser injustos en muchas ocasiones a pesar de ese trabajo previo que llevas, como ocurre en cualquier disciplina deportiva. Si lo pensamos demasiado, no haríamos nada, sobre todo si solo pensamos en el resultado final, porque muchas veces ese no depende de nosotros solamente, porque entran en juegos otras circunstancias o parámetros que no dependen de nosotros. Tenemos que decidir apostar por esa opción y proceso, dándolo todo para conseguir ese resultado deseado. Por eso va bien, definir lo más concreto posible nuestras metas u objetivos profesionales; si son retadores, márcate solo uno, para ser capaz de llegar al máximo nivel esperado.

Lo peor que uno puede hacer ese ese proceso de entrenamiento o preparación es compararse con los demás, cuando esto lo único que hace es fustigarnos y paralizarnos. Estamos luchando contra nosotros mismos y nuestras limitaciones. Tienes que darlo todo, buscando esa estrategia que te ayude a avanzar y crecer en aquellos aspectos en los que seas realmente bueno, en los que tengas que mejorar y llegar a un nivel óptimo en otros aspectos de tu desarrollo o meta en la que seas menos explosivo, aunque debes tener un cierto nivel de conocimiento, preparación o soltura. Se trata de buscar el equilibro entre todo lo que debes ser para alcanzar tu meta, dedicando más tiempo, esfuerzo y foco en aquello que te hace ser diferente y mejor que las personas que persiguen lo mismo que tú.

Por supuesto, vivirás momentos de estancamiento y en los que no verás evolución. En primer lugar, porque somos muy duros con nosotros mismos y nos cuesta ver nuestros propios avances. Tenemos que mirar todo el proceso que llevamos y marcarnos a fuego nuestros pequeños logros e hitos profesionales alcanzados, para llegar a tu meta u objetivo. Por ejemplo, si estás buscando trabajo y con tu anterior CV no te llamaban para ninguna entrevista y tras los cambios acometidos en la forma de presentar la información, consigues varias entrevistas, eso ya es un logro, aunque aún no hayas alcanzado el deseado puesto de trabajo, por el que llevas tiempo luchando. Todo depende con el prisma que miremos nuestro proceso. Siempre tenemos argumentos para estar contentos o ver las cosas con cierta positividad.

Todos queremos la gloria inmediata y permanente. Todo toca mirarlo con perspectiva a largo plazo para poder valorarlo. Lo que hace mucho daño es la cultura de la inmediatez, en la que queremos progresos instantáneos y milagrosos, sin hacer nosotros nada, es decir, que nos venga dado, sin dedicación, ni preparación, esfuerzo, método, tiempo ni foco. Nadie nace enseñado y tenemos que aprender; es parte del proceso. Cuando uno acaba sus estudios de grado universitario y/o de formación profesional, le falta poner en práctica sus conocimientos y competencias. Te irá costando alcanzar cierto nivel; lo importante es adquirir experiencia y, por favor, no te compares con gente que lleva 6 años de carrera profesional haciéndolo. No te puedes comparar con esas personas. En todo caso, deberías analizar cómo va tu desarrollo y evolución con personas que están en tu misma situación, es decir, que acaban de finalizar sus estudios de grado y no tienen experiencia laboral.

Debemos asumir que la vida, por lo general, no es justa y otras personas se llevan méritos que igual no merecían o por los que no han luchado tanto como otras personas. Hay quienes juegan (o saben jugar) bien sus cartas, porque tienen claro en que son diferentes y buenos, aunque pueda ser un mérito sin valor para otras personas. Se trata de saber identificar tus ventajas competitivas y jugar con ellas. Mucha gente con talento, tiene dudas de su valor y, en ocasiones, deciden no participar en oportunidades y proyectos, por el miedo a que les rechacen. Posteriormente, vemos como pueden elegir a alguien menos preparado o adecuado, sin embargo, la empresa decidió entre las opciones que presentaron su candidatura. Así que no te auto boicotees a ti mismo, debes de intentarlo siempre, aunque no tengas claro el resultado final. Al menos que no sea por ti. ¿Cuántas veces has conseguido cosas que pensabas que no alcanzarías?

Está claro que es una decepción y una faena suspender un examen que habías preparado, no conseguir ese puesto para el que eras la persona adecuada, no conseguir ese ascenso profesional, fracasar en la puesta en marcha de tu trabajado proyecto emprendedor y mil cosas más. Lo único es que no importa como estés ahora. Lo realmente importante es el resultado final dentro de unos años porque, en ocasiones, estás viviendo tu proceso. No todo son victorias y alegrías. Todos los campeones y campeonas, tienen batallas en las que han mordido la arena, aunque han seguido adelante porque creen en ellos mismos, a pesar de que algunos fans ya les han abandonado nada más perder.

Siempre da miedo afrontar procesos nuevos que no hemos acometido nunca; y lo mejor es que eres capaz de conseguir muchas más cosas de las que te piensas. Te toca intentarlo y confiar en tus opciones. Si algo no existe, puedes crearlo tú, asumiendo que será un proceso difícil, largo e incierto; cuentas con tus preparación, esfuerzo, dedicación, sacrificio y constancia. Además, estás dispuesto a lidiar con las pegas que aparezcan, porque cuando surgen problemas, debemos buscar soluciones. Todo lo que merece la pena conlleva esfuerzo y no te creas a esas personas que edulcoran las cosas y que te dicen que fue suerte. La gente tiende a omitir de su discurso los fracasos, las decepciones, el tiempo invertido y las veces que estuvieron a punto de tirar la toalla.

Al final, se trata de vivir tu vida a tu manera, preocupándote de aquellas personas que te desean lo mejor y que están contigo para lo bueno y lo malo. Siempre recomiendo desconectarte de las opiniones de muchas otras personas que, hagas lo que hagas, te criticarán y estarán esperando que fracases y tires la toalla. Esa gente no debe importarte en absoluto porque, en el fondo, les das igual; solo quieren entretenerse juzgando las vidas ajenas, porque así no les da tiempo a preocuparse por sus vidas y por sus metas.

¿Qué batalla estás luchando actualmente que nadie sabe?

* Fuente imágenes utilizadas: han sido creadas con inteligencia artificial, concretamente con la herramienta https://ideogram.ai/