Está claro que es normal que cada persona mire por sus propios intereses e intentar por todos los medios vender su producto o servicio, pero ¿todo vale?

Parece que las nuevas tecnologías han traído una nueva forma de relacionarse: hacer acoso y derribo en redes profesionales como LINKEDIN. Todo empieza por solicitar invitación a conectar de una persona X. Una vez conseguida la invitación, sin haber hablado previamente con ella, le acosas para intentar venderle tus servicios: Esto es claramente, HACER SPAM. Si tu objetivo es ofrecer esos servicios o producto, previamente deberías analizar si encajan en tu público y hacer un acercamiento no interesado de primeras.

En menos de 2 meses, me ha ocurrido un par de veces; dos contactos de LinkedIn de hace años, aunque no hemos interactuado tan apenas, accedieron a mi número de teléfono profesional, que es fácil de encontrar y me llamaron, como si me conociesen de toda la vida, y dando por hecho que los conocía. Una de ellas me dejó un mensaje en el buzón, diciendo que era urgente y que, como ya éramos contactos de LinkedIn, que entendía que sabría quién era ella. Me temo, he de decir, que no y más cuando jamás hemos hablado. Decidí hablar con ella, y me empezó a preguntar de mi vida, tratándome con una cercanía y confianza que no tenía, pero, al final, le paré los pies. No obstante, ella me sugirió quedar a tomar algo, para ofrecerme sus servicios comerciales. Ya le dije que, por el momento, no me interesaba y que, en caso de hacerlo, ya contemplaría si contactaba con ella o no. La otra persona, directamente, me dijo que tenía que probar su producto, que estábamos conectados en LinkedIn y que no éramos unos desconocidos. A esto, yo respondí: ¿Cuántas veces hemos interactuado, charlado o coincidido? A eso se calló.

Un contacto profesional sólido, es una persona que te conoce y viceversa, es decir, que existe un recuerdo mutuo de lo que habéis vivido, sea online u offline. Si no sabe quién eres, no es tu contacto, aunque pudiese aceptar hace tiempo una invitación tuya de LinkedIn, por inercia.  

Creo que todos estaréis de acuerdo de que esta forma de “vender” no funciona porque claramente, es hacer spam, vamos que te da igual la persona, quieres endosarle tu servicio, no es diferenciador y la gente quiere sentirse especial y que te has mirado al detalle sus necesidades, porque ya te conoce previamente.

Si tu objetivo es vender, no digo que no lo hagas… pero tendrás que usar un método más lento, pero, creo que provechoso. Lo primero que tendrás que hacer es enfocarte en unos pocos perfiles y estudiarlos, para detectar necesidades y que vea, que le has dedicado tiempo a su perfil.

Es verdad que el acercamiento que se hace ahora en LinkedIn ha cambiado con respecto a hace unos años. Antes, no se era exigente y se aceptaba la mayoría de las invitaciones que llegaban de LinkedIn. Entonces se creía que cuantos más contactos mejor. El tiempo nos ha aportado unos cuantos expedientes X, que nos han llevado a todos a ser más cautos y nos blindemos, reduciendo el número de contactos. En mi caso, exijo unos mínimos para aceptar una invitación e incluso, ya borro bastantes contactos con los que no he hablado nada. A veces, les he mandado un mensaje, para internar interactuar con ellos y ni han contestado, por lo que nos dejan claro el valor que le dan a las conexiones y a la interactuación.

Por lo tanto, primero tienes que personalizar el mensaje de la invitación; Son tan solo 300 caracteres, que ni siquiera son 3 líneas de Word. Eso sí, especifica al máximo. Si te acepta la invitación, lo que es importante es agradecer que te la aceptase e intenta entablar cierta conversación e interactuación. Por favor en ese primer mensaje no pidas ya algo ni vendas nada; eso es comenzar la casa por el tejado. Está bien ser claro y directo, pero toca hacer la sobremesa y generar esa conversación previa tan necesaria.

¿Cuántas personas creéis que mandan la invitación personalizada en LinkedIn? Ni un 10% de la gente. ¿Cuántas personas te mandan un mensaje agradeciéndote que les aceptases la invitación? No llega ni al 5% del total, la mayoría no dice nada. Hago una reflexión: ¿para qué conectas con esa persona, si no llevas idea de conversar o interactuar? Si lo único que te interesa es lo que publican, limítate a seguirle. Eso no requiere que interactúes con ella.

Siempre digo que, en la gestión de tus conexiones con tus personas, menos, es más. Para empezar, qué tipo de personas te interesa tener de contactos en LinkedIn? Eso sí, detalla al máximo para ponerles cara, rol, empresa en la que trabajan, etc. Ayuda a priorizar, dando máxima importancia a esa gente, rechazando a quién no cumpla esos requisitos, porque tienes poco tiempo y tu objetivo es otro. No te conviertas en un acumulador de contactos porque no sirve de nada.

Verbaliza por qué motivo concreto le mandas invitación a esa persona. “Buscar sinergias” es el mensaje más común, pero, desgraciadamente, es como no decir nada; eso no es concreción, sino divagar. Es preferible ser franco que falso.

Debes tener claro qué pasos vas a realizar con las personas que tengan ese perfil que buscas o necesitas y que han aceptado tu invitación de conexión en LinkedIn. Nada de improvisar, sino que tienes que escribir esas acciones concretas con cada persona que llevas idea de seguir conociendo, siendo flexible, porque ten en cuenta que también dependerá de la decisión de la otra persona, si quiere interactuar contigo o no. No fuerces relaciones, debes ver reciprocidad para que fluya.

Por lo tanto, para saber cuántos contactos puedes tener el LinkedIn, ¿Cuánto tiempo puedes dedicar a tus nuevos contactos? El tiempo no es ilimitado y eso influye. Igualmente, es necesario que inviertas tiempo en quién sepa apreciarlo y valorarlo, cosa que no todo el mundo sabe o quiere hacer. Algunas personas solo valoran su tiempo y no tienen problema en hacer perder el tiempo a los demás. Así que priorízate y valora tu tiempo. Puedes tener más de 1000 contactos en LinkedIn. ¿tienes claro los diferentes tipos de contacto que tienes? ¿O no son contactos reales? Lo digo porque algunas personas alardean de los miles de contactos que tienen en LinkedIn y siempre les pregunto si todos esos miles de contactos tuviesen que pagar un céntimo de euro por estar conectados contigo, ¿cuántos contactos reales seguirías teniendo? Hay quienes se creen el ombligo del mundo y te puedo asegurar que a la mayoría de la gente le trae sin cuidado lo que haces ni sabe con exactitud qué haces o a qué te dedicas; esa gente no es con la que te interesa estar conectado.

Seguro que tu objetivo es correcto, pero si en vez de pensar qué quieres conseguir de esa persona, te planteas en qué puedes ayudar a esa persona, el prisma ya cambia totalmente. Habrá que asumir que, porque ayudes a alguien, no significa que te vaya a corresponder. Por eso, también uno debe saber identificar qué gente quiere ser ayudada y cuál no, porque solo sentirá que les has ayudado, si consigue lo que quiere, aunque eso no dependa de ti.

Por lo tanto, antes de tomar iniciativa con tus contactos en LinkedIn, analiza de qué punto partes con esa persona. A continuación, empatiza con ellas, es decir, cómo se puede tomar tu acción, o cómo te tomarías tu esa acción si te la hiciesen a ti. Está bien hacer cosas diferentes, aunque deben tener sentido, no ser invasivas, incomodas o desproporcionadas. No puedes pretender que la gente quede contigo si no te conoce de nada, la gente está confundiendo las cosas. La pandemia nos ha dejado tocados y para nada nos ha conseguido hacer mejores.

Queremos todo para ya, olvidando que las cosas llevan su proceso, que nos toca hacer las cosas a fuego lento y que todo lo que realmente requiere la pena, conlleva nuestro esfuerzo y dedicación.

Todos, en algún momento, hemos podido hacer algo inadecuado en LinkedIn. Lo problemático no es hacerlo sino darte cuenta de que está mal y seguir haciéndolo.

¿Qué cosas surrealistas te han ocurrido en LinkedIn con tus contactos?

* Fuente imágenes utilizadas: han sido creadas con inteligencia artificial, concretamente con la herramienta https://ideogram.ai/