Liderar personas no es fácil y siempre puede surgir la eterna pregunta de cuándo se puede considerar que una persona está preparada para liderar a un equipo de personas.

Si lo pensamos mucho, ninguna persona estaría jamás lo suficientemente preparada para liderar y gestionar a otros dentro de una organización.

Más gente de la que nos gustaría que está capitaneando equipos de trabajo, tiene muchas carencias y se complica poco la vida. Dirigir equipos no es decir “aquí se hace lo que digo yo y punto”; esto es lo cómodo y fácil, pero… ¿eficaz?

Al final, decidir liderar un equipo de personas es algo, bonito, retador, complicado y frustrante a la vez. Tiene la parte agradable de tener mejores condiciones laborales y salariales, a cambio de más responsabilidad, más problemas y la complicación de gestionar personas. Tienes que ganarte la confianza de tu equipo, demostrándoles que eres la persona adecuada y que les ayudas a evolucionar, dejándoles libertad, aunque dándoles directrices claras y ayudándoles a que alcancen los resultados que se espera de ellos.

Una persona puede ser muy buena en su rol de técnico/a, gestor/a o del puesto que ocupe, sin embargo, no resultar buena persona para liderar equipos. Las personas que promocionen a puestos de jefe/a tienen que querer ocupar ese tipo de puestos de forma voluntaria, porque lo ven como un reto y una forma de aprendizaje.

Una vez que tienes decidido qué persona de las posibles es la más adecuada para liderar ese equipo de gente, te toca preparar una formación personalizada y a medida. Esto no es, “¡Venga! te asciendo y te buscas la vida”, porque el estilo de liderazgo de la empresa, es el que cada uno quiera implementar. Dentro de una empresa debería de existir un estilo de liderazgo común, aunque luego cada persona que lidera tenga sus peculiaridades.

En las organizaciones en las que has trabajado o estás trabajando actualmente: ¿qué estrategia de liderazgo común existe? ¿Qué valores deben representar? ¿Qué reglas, procesos y comportamientos deben cumplir todos los líderes de esa empresa? ¿Qué conductas, comportamientos y enfoques no se les permite realizar con las personas que gestionan? Mucha gente a estas preguntas guarda silencio.

En una empresa, deben existir reglas sobre las veces que se debe reunir cada líder con su equipo, la comunicación necesaria, la forma de delegar, cómo evaluar de forma continua y demás aspectos, para evitar que cada persona que gestiona equipos haga lo que quiera. Eso no puede ser, por el bien de la empresa.

Cuando ya se han identificado las nuevas personas que van a gestionar equipos de trabajo, es bueno detectar qué competencias transversales ya controla y domina para ser líder y cuáles debe adquirir o mejorar para gestionar equipos. De esta forma, se puede lanzar un plan personalizado de formación, reforzando más unas cosas que otras. Se trata de educar, formar y entrenar para que las vaya adquiriendo. Imagínate que una persona es buena planificando y gestionando, sin embargo, no se le da nada bien comunicar y escuchar; tendremos que ayudarle a que su capacidad comunicativa y de escucha activa mejore. No podemos decir que esa persona es “así” y no puede cambiar. Algunas personas que lideran equipos de trabajo, tienen una capacidad comunicativa pésima y no la mejoran, sino que tienden a empeorarla. Esto no se soluciona solo haciendo un curso, sino diseñado una formación a medida, con un cronograma y priorización de qué conductas debe cambiar y cómo lo puede ir haciendo.

Imaginemos que esa persona no tiene reuniones habituales con su gente. Habrá que prepararle un calendario con fechas ya fijas de reuniones semanales, para acostumbrarle, no solo a él, sino a su gente también. Ayudarle a saber establecer el guion a seguir, para que sea operativo. Poco a poco habrá que ir revisando y mejorando aspectos.

Muchas personas que ocupan puesto de responsabilidad o que lo van a hacer en breve, dicen que no tienen tiempo. No me equivocaría si dijese que, detrás de esto, se suele esconder miedo y resistencia al cambio, buscando excusas de cualquier tipo, para seguir haciendo lo de siempre, porque se mueve en su zona de seguridad, (aunque sea negativa). Tendremos que ser pacientes y dejarles su tiempo; los cambios tardarán en notarse, porque es un proceso.

También es bueno que se analice previamente la forma de ser, personalidad y carácter de la persona que va a ocupar ese puesto de líder y, después, analizar el encaje que tendrá con las personas que ya forman parte de ese equipo. Es recomendable tener en cuenta las posibles compatibilidades de los caracteres de todos, porque la forma de liderar a una persona no es la que mejor funciona con otra. A algunas personas del equipo, toca indicarles más las cosas a realizar cada semana y otra persona del equipo trabajan mejor teniendo más autonomía, porque se busca la vida, ya que tiene claro lo que debe alcanzar. Luego cada líder debe de saber cómo gestionar mejor a cada persona, para adaptarse a las necesidades de cada uno. Un líder debe estar disponible para todo su equipo, aunque tenga más afinidad personal con unos que otros. No olvidemos que, en ocasiones, la afinidad tiene que ver mucho con que tendemos a llevarnos mejor con las personas que son iguales que nosotros y tendemos a chocar con las personas que tienen una forma de actuar y de ver la vida, totalmente diferente a nosotros.

Esto ayuda a poder hacer reuniones de integración de la persona que va a liderar este equipo con su gente, para ir conociéndose, generando confianza y adaptándose unos a otros.

Además, está claro que siempre se necesitaran reciclajes posteriores, porque algunas cosas se olvidan, (a todos) y es necesario que nos las recuerden de vez en cuando. Sabemos que, cuándo gestionamos equipos, tenemos que delegar tareas y el día a día nos hace olvidarlo porque, para ir más rápidos, preferimos hacer nosotros las cosas.

No debemos olvidar que cuando una persona lidera equipos de personas en un departamento, gran parte de su trabajo es organizar y gestionar a sus personas y su trabajo, para ayudarles a cumplir sus resultados, y, por ende, los del departamento. Otra tarea fundamental es la toma de decisiones estratégicas departamentales, la solución de problemas, la asunción de responsabilidades y potenciar las buenas relaciones con el resto de áreas de su empresa.

Si estás gestionando equipos o lo vas a hacer en breve tienes que analizar y hacer auto crítica sobre qué se te da bien a la hora de liderar, qué debes mejorar de tu capacidad de liderazgo, en qué debes pedir ayuda para saber gestionar mejor, qué formación te vendría bien recibir para mejorar tu forma de liderar…

Aconsejo preguntar de forma habitual a tus equipos de personas que lideras estas cuestiones: ¿qué aspectos de mi liderazgo destacarías? ¿qué cuestiones concretas debo mejorar, cambiar o pulir de mi estilo de liderazgo? ¿Qué esperas de mí en los próximos meses? El asumir que tenemos cosas que mejorar nos tiene que hacer crecer y no verlo como una crítica. Cuando se identifican esas flaquezas, hay que actuar de inmediato y erradicarlas, para mejorar. Si nos vamos al ámbito futbolístico, el entrenador tiene que dar directrices claras y estrategias para ganar un partido. Si el entrenador es flojo, el equipo no ganará, pese a tener buenos jugadores. Un equipo unido lleva al éxito.

Como suele ocurrir, no existe un líder perfecto, porque todos cometemos errores e intentamos hacer las cosas de la mejor forma posible. En la gestión de equipos, en ocasiones, toca tomar decisiones difíciles y eso forma parte de la gestión de equipos. Además, las personas somos sociales y, por ende, complicados, porque evolucionamos, cambiamos y pasamos por diversas circunstancias, que nos hacen actuar o ser de otra forma. Por lo tanto, ese proceso de encaje no es fácil y nos toca estar en contante capeo, para que las personas de tu equipo estén lo mejor posible, asumiendo que es un entorno de trabajo.

Lo único es que desde tu organización va bien que dediques tiempo y recursos para ayudar a que las personas que lideran equipos lo hagan de la mejor forma posible, porque las personas de tu organización son lo más valioso de lo que dispones.

* Fuente imágenes utilizadas: han sido creadas con inteligencia artificial, concretamente con la herramienta https://ideogram.ai/