La búsqueda de empleo es dura y fea, porque no todo depende de ti ni de tu valor profesional. La vida es injusta y el mercado laboral más. Así que, si te han despedido, que no te lo vendan como una gran oportunidad para ti porque, de primeras, es una gran faena. Por supuesto, no se acaba el mundo por estar sin trabajo, existen otras facetas vitales más importantes y que en ocasiones no se valoran.
Para empezar, estar sin trabajo no tiene nada que ver con tu talento, valía y valor profesional, ya que depende de muchas circunstancias el salir de una empresa y en ocasiones nada tiene que ver con tu desempeño o aportación. Puede ocurrir que no encajes con el proyecto o con la cúpula, porque no todas las empresas son para todas las personas ni viceversa. La vida es prueba y error; para conseguir encontrar nuestro sitio y nuestra empresa.
Lo primero que tienes que hacer es asumir tu nueva circunstancia y eso supone llorar, gritar y patalear todo lo que necesites, para cerrar una etapa y pasar a la siguiente. Date tu tiempo para asumirlo; cada persona llevamos nuestro ritmo. Va bien tomarse un plazo para volver con aires renovados, para evitar que en el futuro nos rompamos en el momento menos oportuno, porque no somos máquinas; todos tenemos nuestro corazoncito. No puedes ponerte a buscar empleo de nuevo y estar todavía dándole vueltas al pasado… ¿por qué me despidieron?, ¡mi jefa era lo peor!, ¡les odiaré toda la vida!, ¡me han arruinado la vida!… Enrocarse en este tipo de pensamientos, al que más daño hacen es a ti y a tu autoestima. Asume tu nuevo estado y quédate con lo bueno que te aportó esa relación laboral, lo demás déjalo marchar y perdónate a ti mismo, aunque puedas tener razones para estar dolido. La vida continúa y es aquí y ahora.
Si estás atascado en el pasado y no eres capaz de salir, igual ha llegado el momento de pedir ayuda a algún profesional de la psicología o la psiquiatría para que te den herramientas que te permitan ser capaz de salir de ahí; aunque no lo creas, la vida continua y te quedan muchas cosas maravillosas que vivir. Pedir ayuda es bueno y necesario. Pero tienes que ser consciente que como en todo, este tipo de profesionales tiene buenos y malos. Así que si el primero al que acudes no te encaja, busca a otro profesional. El objetivo es claro: Tienes que salir de esa situación.
Nadie puede hacerte creer que no vales profesionalmente hablando. Cualquier persona puede quedarse sin trabajo. En ocasiones nos creemos cosas sobre nosotros mismos y nos boicoteamos. Todos pasamos por épocas álgidas en nuestras carreras profesionales y en ocasiones nos tocan otras etapas más bizarras, decadentes o en declive; es parte de la vida. Lo ideal es ser capaz de estar preparado para todas, poder adaptarnos, conseguir reinventarnos una vez más y salir fortalecidos. Debes salir de ese agujero lo antes posible para avanzar. Asume que puedes cambiar para avanzar, qué debes hacer de otra forma para conseguir otras cosas, en qué puedes formarte para crecer en el ámbito profesional, qué otro tipo de roles demandados puedes ocupar, etc.
La búsqueda de empleo es incierta, porque se sabe cuando se comienza y no cuando se acaba, por lo tanto, mídete las fuerzas. Mi recomendación es que, si te metes, lo hagas de lleno. Esto supone que asumas que eres el protagonista y no un actor secundario, para liderar tu proceso, aunque puedas apoyarte en personas y/o entidades que te puedan ayudar y dar herramientas, para mejorar. Las acciones de esa estrategia de búsqueda te toca acometerlas a ti, asumiendo que tendrás que invertir tiempo, por lo que tendrás que priorizar planes y sacrificar otras cosas que en estos momentos son menos importantes en tu vida.
Cuando buscas empleo, es dura, como dicen algunos, una ardua travesía en el desierto. Debes aprender a asumir con normalidad y deportividad las negativas, y seguir jugando. Tras entrevistas, obtendrás promesas de información sobre cómo ha quedado tu candidatura, pero la realidad será un largo silencio.
En otras ocasiones, estarás apunto de obtener el sí, porque quedas tú y otra persona, aunque es la otra persona la que obtiene el puesto. Esto es duro, porque te toca reponerte y seguir buscando, sin que decaiga tu ánimo y debes seguir creyendo en ti. No olvides que, si tú no crees en ti, nadie lo hará, porque eso se transmite a los demás. Haz un listado de todas las cosas que has logrado a lo largo de tu carrera profesional, de las que cosas que salieron bien, aunque suponía mucho riesgo para ti, de las cosas has sido capaz de superar, de las oportunidades que surgieron por ser proactivo e insistente. Eres mucho más fuerte de lo que crees. Va bien rodearse de personas que crean en ti más que tú, para que te impulsen cuando tu ánimo decaiga. En más de una ocasión estarás bajo; esto le pasa a todo el mundo, pero hay que seguir hacia adelante.
Huye de la turba de charlatanes, especialistas, expertos e influencers que tienen la fórmula del éxito del trabajo sin esfuerzo, que te la darán en su curso exclusivo, aunque no gratuito. Existen grandes profesionales que te pueden acompañar en tu proceso de búsqueda, ayudarte a mejorar los aspectos que dependen de ti en la forma de mostrarte en tu CV, de enfocar la entrevista y otros parámetros. Lo único es que esto no garantiza el éxito, aunque te ayuda a tener más foco y ser capaces de controlar esos aspectos mejorables, que harán que, al final, obtengas ese trabajo que tanto mereces y por el que llevas tanto tiempo al pie del cañón. Ojo, que no estoy en contra de pagar por este tipo de servicios, pero sí que recomiendo, si se hace, contrastar si se hace con la persona adecuada.
Tienes que estar en proceso de autoevaluación constante sobre todo de lo que depende de ti, como es tu CV, la forma de contar tu bagaje en tus entrevistas, las candidaturas a las ofertas a las que optas, la forma de gestionar e interactuar con tu red de personas, etc. Va bien que registres todos esos pasos y busques mejoras constantes, siempre existen aspectos que pulir. Va bien, llevar un control de todos los procesos en los que participas, para saber su evolución y las acciones a efectuar. Luego registra las preguntas que te han hecho en cada entrevista que has participado y tus respuestas, para analizar si deberías pulir algunas respuestas. Imagínate que mandas cada día 15 candidaturas a ofertas de empleo en las que encajas y no consigues ninguna entrevista de trabajo. Está claro que algo falla y debes darle una vuelta a tu cv y a tus candidaturas, porque la información no llega de la forma adecuada.
Así que, antes de nada, no debes de ser tan duro contigo ni con tu proceso de búsqueda de empleo; lo estás haciendo lo mejor que puedes y sabes, con los recursos que tienes. Sigues ahí, al pie del cañón, porque eres una persona con disciplina y con un objetivo claro. Cuando falten las ganas, recuerda todo lo conseguido, aunque ahora te parezca que no has conseguido nada tras llevar X tiempo sin trabajo. Seguro que has mejorado muchos conocimientos y competencias, has ampliado tu red de contactos y estás haciendo cosas que de otra forma jamás hubieses intentado.
Estar en búsqueda de empleo, es un momento ideal para saber qué personas de tu red merecen la pena y quiénes no. Mucha gente te ignorará y no te hará caso; no tienen obligación de ayudarte. Este tipo de respuesta te ayudará a tenerlos bien situados, para darles la prioridad que merecen, cuando ellas sean las que necesiten algo. Para los buenos momentos estamos todos disponibles. En cambio, para los malos y duros, mucha gente se descuelga. Aquellos que estén contigo para lo bueno y lo malo son a la que debes cuidar porque siempre estarán contigo.
Tirar la toalla nunca es una opción, siento decir. Nunca soluciona nada y te hace caer más en el pozo. Mi consejo, cuando ves que no puedes avanzar por ti mismo, pide ayuda a un especialista de la psicología o de la psiquiatría. Si tienes a alguna persona de tu entorno que la ves en caída libre, ayúdale y anímale a acudir a este tipo de profesionales para obtener herramientas para ser capaces de salir de ahí.
Si las cosas en tu empresa no están bien o, aunque lo estén, no descuides tu desarrollo profesional ni tu empleabilidad; la clave es estar preparado para cuando lo puedas necesitar. Mucha gente con trabajo deja de aprender, de formarse para mejorar, de tener proyectos y de dedicarse tiempo para su desarrollo. Llegadas las mal dadas, quieren hacer todo en un tiempo récord, pero he de recordar todo lleva su tiempo.
Si has pasado por este proceso, creo que te habrás sentido identificado. ¿Cómo conseguiste mejorar tu salud mental?
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