Mucha gente con trabajo se permiten el lujo y la soberbia de decir abiertamente que la persona que está sin trabajo es porque quiere. Solo me gustaría decirles que, si ellos se quedasen sin trabajo en algún momento, podrían comprobarlo por sí mismas, ojalá no les toque.
El quedarte sin trabajo es una circunstancia en la que nos podemos ver involucrados todos en algún momento; no tiene nada que ver con la valía y/o el talento, porque influyen otros factores que no dependen de nosotros, como decisiones sobre restructuración, ahorro de costes, incompatibilidades de caracteres, choque de personalidades, estilo de liderazgo y otras muchas situaciones. En los años que llevo trabajando en reclutamiento en diversos proyectos, me ha tocado ver salidas injustas de personas que, en ocasiones, eran las más trabajadoras, productivas y con talento. Cuando eso ocurre, creo que voy bien encaminado en augurar un futuro muy corto a esa empresa.
Si te quedas sin trabajo, lo primero que tienes que hacer es pasar la época de duelo y trauma. Debes verla como situación pasada con la que no puedes hacer nada. Lo mejor es mirar al presente intentando quedarte con lo bueno que te aportó ese proyecto. Darle vueltas a ese tema, hace que te contamines más.
El empezar antes o después con tu proceso de búsqueda de nuevo empleo dependerá de tus ahorros y del tiempo que te corresponda prestación por desempleo, aunque no debemos confiarnos en exceso.
Los principales errores que cometen las personas que tienen que comenzar a buscar de nuevo empleo son:
1.- Pensar que la búsqueda de empleo funciona igual que la última vez que les tocó buscar empleo. Lo primero que uno tiene que hacer es investigar en profundidad lo que se lleva ahora en temas de CV, carta de presentación, canales de reclutamiento, necesidades de tu sector o profesión y demás cuestiones, para ponerte al día rápidamente. Mucha gente durante los años que ha estado trabajando se ha olvidado de su necesidad de tener que volver al mercado en alguna ocasión, teniendo un currículum obsoleto, sin actualización de competencias ni conocimientos, marca personal inexistente, red de contactos descuidada y cero conocimientos de las necesidades del mercado actual. Toca adaptarse y reaccionar rápidamente, para no caer en un proceso de parálisis por análisis.
2.- Creer que la búsqueda de nuevas oportunidades laborales es solo online; esa vía facilita el trabajo y ahorra tiempo, aunque se deben seguir potenciando la búsqueda presencial, vista desde un ángulo global. Buscar trabajo no solo es inscribirte a ofertas de empleo, sino que también supone reciclarte y formarte, gestionar y movilizar tu red de personas, acudir a eventos temáticos, mostrar tu valor profesional diferenciador y ser proactivo.
3.- Pensar que con tu perfil no tardarán en llegarte muchas oportunidades sin ser proactivo. Puedes ser muy bueno, sin embargo, las opciones no llegan por si solas, por lo que tendremos que potenciar que lleguen. Cada vez da más igual tus años de experiencia en tu rol, las empresas en las que has trabajado, tus conocimientos, competencias y habilidades y tu motivación. Por el contrario, sí que es más importante que sepas mostrar de forma clara y concreta en qué puede ayudar alguien como tú a las empresas a las que te diriges. Se trata de poner ejemplos de cómo les puedes ayudar a solucionar y a conseguir lo que necesitan, qué problemas eres capaz de solucionar, qué logros estás acostumbrado a alcanzar, poder mostrar ejemplos reales de lo conseguido con testimonios reales de clientes anteriores o de otros proyectos en los que colaboraste. No se trata de prometer cosas sino de ser capaz de cumplirlas; no te van a recordar por tus promesas sino por las acciones y hechos que las demuestren.
4.- Pensar que tus contactos van a estar ahí, disponibles, para siempre y que se trata de pedirles infinidad de cosas cuando las precises. Para tener una red de personas activa y fructífera, primero tienes que estar dispuesto a ayudarles y después ya podrás pedir cosas. Para empezar, un contacto es alguien que te conoce bien y al que tú conoces bien también, no una persona que tienes de contacto en una red social o profesional, con la que nunca has interactuado o hablado; a veces los confundimos y nos cerramos puertas por hacer spam. Se trata de que analices a las personas que conoces, las priorices, vayas quedando con ellas buscando proyectos comunes y personas a las cuales te pueden conectar; toca dedicar tiempo y no ir a la desesperada.
5.- Tener unas expectativas equivocadas, pensando que tu último salario sería el mínimo de partida. Tendrás que poner los pies en el suelo. Ahora partes de cero (o del nivel de lo que percibes por desempleo) y te toca demostrar de lo que eres capaz, intentando retomar tus condiciones, aunque asumiendo que tu nuevo proyecto, tendrá otras condiciones, algunas mejores, otras peores y otras iguales que las de tu último proyecto profesional. Te tocará demostrar desde antes de empezar, es decir, en el proceso de selección para que seas la opción elegida. Si tienes un largo periplo puedes tener algo ganado, aunque eso no es todo; te tocará mostrar tus capacidades para dejarles sorprendidos nada más comenzar cumpliendo sus expectativas.
6.- Tu currículum, perfiles en redes sociales y autocandidaturas a empresas y a ofertas específicas, sen centran en lo qué necesitas y mostrando lo que es importante para ti de tu trayectoria. Tu curriculum, perfil en redes sociales y candidaturas a empresas, deben estar enfocadas en las personas de las empresas que lo van a leer, pensando y averiguando qué información y datos necesitan encontrar en tu perfil para que seas atractivo y de interés para ellos. Se trata de ponerte en su lugar para pensar como ellos y viendo que te gustaría ver en un perfil como el tuyo, para no dudar en llamarte para participar en el proceso de selección.
7.- Pensar que con tener la información de tu perfil genérica es suficiente. Te recomiendo afinar bastante la información más relevante para cada empresa, adecuándola para cada oferta concreta a la que optes. Muchas veces, las claves están en la descripción de la oferta y te toca adecuar tu perfil para tener más opciones de pasar las primeras cribas. Se trata de invertir tiempo de calidad, las prisas son malas consejeras.
8.- Aislarte de los demás. En estos momentos, más que nunca, te toca socializar y relacionarte con las personas que ya conoces y hacer nuevos contactos. No te tiene que dar vergüenza esta situación. La vida supone superar cosas, porque nuestra aventura vital son etapas.
9.- Frustrarte a la mínima dificultad. Por muy bueno que seas, las oportunidades pueden tardar en llegar y te toca saber materializar tu experiencia, no se trata tanto de buscar ofertas de empleo concretas sino también ser capaces de encontrar proyectos en los que encajar y hacer propuestas beneficiosas para ambas partes y que no puedan rechazarte. No olvidemos que, para conseguir un sí, te llevaras al menos 3 ó 4 silencios, negativas o un ya veremos más adelante. Es clave que insistas, persistas y sigas ahí, contactando con las opciones, para no caer en el olvido. Se trata de intentar cosas todos los días, usando la creatividad y la iniciativa. Si no lo intentas el no ya lo tienes.
Si te quedas sin trabajo no te recomiendo “tirarte a la bartola” dos años y esperar a que se acabe tu período de prestación, aunque sí que debes tomarte un momento de reflexión para definir qué quieres hacer con tu vida. Igual es momento de retomar esas metas u objetivos vitales que se quedaron olvidados o dar ese cambio de profesión o sector que llevas años deseando o de intentar materializar ese proyecto por tu cuenta. Sopesa opciones, pros y contras, decide y vete a por ello.
Igualmente, no comiences a buscar al día siguiente de quedarte sin trabajo, sino que debes trazar un plan claro y enfocarte, asumiendo que el tiempo de búsqueda no depende de ti sino de otras circunstancias. Va bien que te marques plazos de tiempo para intentar a tope tu opción más prioritaria y si no lo logras, igual te toca ir a por otra opción menos prioritaria, en función de tu viabilidad económica presente.
Siempre recalco que, ahora, tu nueva profesión es buscar opciones y trabajar tu empleabilidad. Mucho más allá de inscribirte a ofertas de empleo, tienes que dedicar tiempo a lo más prioritario para ser más empleable en el menor tiempo posible.
¿Qué otros errores son habituales a la hora de buscar empleo?
* Fuente imágenes utilizadas https://pixabay.com/es/