Llega el verano y, como en otras ocasiones, necesito tomarme un descanso en mi casa digital. Pero no os creáis que van a ser unas vacaciones al 100% (como a lo mejor debería) sino que voy a aprovechar para pensar nuevas ideas, enfoques y cambios en la forma de afrontar mis post.

Este año, mi casa digital, ha cumplido 15 años; parece que no son nada, sin embargo, es toda una vida. He conseguido mantener el ritmo de publicaciones, publicando de forma permanente prácticamente todas las semanas.

Este año, aprovechando ese aniversario, he dado un cambio de imagen de 180º, tanto el blog como mi web, mostrando mucho más todo aquello que puedo ofrecer como profesional a las personas y empresas. En otras palabras, lo he profesionalizado.

Como reflexión, me he dado cuenta que uno debe elegir muy bien los proyectos y los compañeros de trayecto con los que embarcarse. Tener afinidad con otras personas no es suficiente para embarcarte en proyectos. Varios proyectos en los que he invertido tiempo y recursos no han sobrevivido, no porque no fuesen viables, sino por no medirnos bien las fuerzas y por estar en momentos vitales diferentes. Sigo con ganas de poner proyectos en marcha, y espero sorprenderos próximamente en algo en lo que estoy trabajando.

He aprendido a enfocarme más, a decir no a proyectos que pueden ser interesantes, pero sin proyección de futuro. También, me estoy desprendiendo de proyectos que no me aportan nada, que me quitan tiempo o que me han dejado de ilusionar. El tiempo es limitado y tengo que seleccionar muy bien a que lo dedico sin perder mi foco.

Además, estoy dedicando tiempo a aprender nuevas cosas, competencias y metodologías que, sin duda, las aplicaré a mi propio método.

Lo que sigo teniendo son muchas ganas de seguir aportando mis conocimientos, experiencias y soluciones a los demás. Sigo con mucha ilusión de seguir escribiendo. Por lo tanto, en septiembre volveré con la misma fuerza para seguir publicando mis posts con mi estilo personal y con algún cambio de enfoque, aunque todo a su debido tiempo.

La vida es dejarse llevar y transitar por ella con ganas, ilusión y curiosidad, aceptando, afrontando y abrazando lo que nos venga. La vida es maravillosa y dura a la vez. Tengo claro que cada día me centro más en lo que depende de mí y no en lo que no puedo controlar. Este año he vivido varios episodios que me han mostrado lo frágil que es la vida. Cada día voy a disfrutar más de mi gente que, a día de hoy, los tengo conmigo.

Aunque no publique cosas nuevas estos días, creo que tenéis material de sobra para seguir aprendiendo y reflexionando sobre la gestión del talento, el desarrollo profesional en las organizaciones y la empleabilidad.

Os deseo lo mejor para este verano y nos vemos de nuevo en septiembre. Gracias por seguir leyéndome y acompañando en mi casa digital.

* Fuente imágenes utilizadas: propiedad de Juan Martínez de Salinas