“Necesito Trabajo”. ¿A quién recurro? A mi red de contactos. Es más habitual de los que nos gustaría acordarnos de nuestra red de personas cuando estamos contra las cuerdas y necesitamos de su ayuda, apoyo y comprensión. Y no está mal, claro… pero el error es haberse olvidado de ellos hasta la fecha, incluso ignorando sus intentos de comunicación con nosotros cuando ellos tenían necesidades, problemas y ganas de compartirlo con nosotros.

Lo ideal es tener una red de personas bien construida y constituida, que siempre están ahí, porque la cuidamos, potenciamos y prestamos atención de forma permanente y no solo cuando precisas algo de los demás o ellos necesitan algo de ti.

Las relaciones personales y/o profesionales se deben mantener; esto supone que exista confianza de forma mutua. No podemos olvidarnos de aceptar a los demás tal y como son. Todos tenemos grandes cosas y otras que son mejorables. Se debe potenciar que la confianza crezca con ellos teniendo claro que cada cual irá a su propio ritmo. La confianza no es una ciencia exacta y darla conlleva que nos llevaremos decepciones, aunque es parte de la vida.

Aún escucho a mucha gente decir “no tengo contactos”. No estoy de acuerdo. Por lo general, siempre se conoce a gente, aunque quizá no has sabido construir esa red de personas de confianza. No te centres en lo que depende de los demás, debes plantearte qué puedes mejorar o cambiar que dependa de ti, en relación a tu red de personas. A veces es dedicarles más tiempo, estar siempre presentes, preocuparte por ellos, tenderles tu mano, escucharles, etc.

Muchas relaciones personales se pueden ampliar a tener con ellos vinculaciones profesionales. Igualmente, algunas relaciones profesionales con las que existe mucha conexión, podemos llegar a tener relación personal. Depende de cada persona. Al final, ambas facetas se interrelacionan cada vez más. La confianza supone contar cosas de nosotros, no solo profesionales sino también personales, cada uno poniendo los límites que estime.

Al final, todos conocemos mucha gente, aunque la realidad es que con muchas la relación es superficial o esporádica, es decir no existe confianza y no fluye la relación, enfriándose y estancándose en muchas ocasiones. Se debe potenciar la calidad de nuestras relaciones personales y profesionales, profundizando con esas personas, dedicándoles tiempo e interactuando con ellas. Debes dedicar tiempo a la gente que lo valore y lo aprecie. Estar ahí para lo bueno y lo malo, no es fácil y debemos cuidar a esas personas de nuestra red personal o profesional.

Una vez que hemos llegado hasta aquí nos surge la duda de plantearnos qué tipo de personas necesito tener en mi red.  ¿Por qué las relaciones con mis personas están estancadas? ¿Con qué personas existe esa conexión mutua? ¿Qué personas solo se acuerdan de ti para pedirte cosas? ¿Con qué personas quieres seguir teniendo relación?

Englobo a nuestra red de personas online y/o offline. En mi caso, he conectado con personas a través de la red, a las que he conocido en persona de 2 o 3 veces, sin embargo, tenemos mucha confianza y son parte de mi tribu personal y/o profesional. Lo uno no quita lo otro; no por ver o tener más cerca a la gente, presupone que por si tengamos más confianza; a priori es más sencillo, pero no esencial.

Te recomiendo hacer un inventario de tu red de personas y analizar qué necesitas a nivel profesional, qué objetivos personales y/o profesionales son prioritarios para ti en este momento, qué tipo de personas de tu red te pueden ayudar, qué otro tipo de personas de tu red no son necesarias, qué otro tipo de personas necesitas conocer…

Como nuestro tiempo es limitado, es bueno que nuestra red de personas nos sirva de nexo de unión con otras personas que ellos conocen. Esto es muy valioso y, de ahí, pueden surgir conexiones poderosas de forma más rápida. Te fías de la persona que hace esa conexión con otras personas a las que conoce. En este post me estoy centrando en las relaciones profesionales, aunque para que fluyan, tenemos que trabajar la confianza; esto conlleva colaborar, trabajar y establecer sinergias mutuas en proyectos reales, que incrementará esos lazos. Ni decir, tiene que nuestra red de personas nos tiene que impulsar a ser mejores profesionales, nos tiene que potenciar a ir más allá, a no conformarnos, entender las relaciones profesionales desde el mismo prisma, pasárnoslo bien con ellos y saber resolver los roces que surjan.

Para empezar, debes analizar qué tiempo dispones para tu red de personas.

Dicho esto, en tu red de personas a nivel profesional debes tener personas de este tipo de rol:

1.- Personas que necesitan y/o consumen los servicios y productos que ofreces y que puedan necesitar incorporar a un especialista como tú.

2.- Persona que se dedican a lo mismo que tú, es decir, que ocupan esa misma profesión y/o trabajan en ese sector.

3.- Personas de sectores afines al tuyo con lo que puedes colaborar y establecer sinergias.

4.- Personas tienen un rol decisor en el sector al que te diriges.

5.- Personas de anteriores experiencias profesionales con las que conectabas y que va bien mantenerlas ahí.

No cierres la puerta a personas que a priori no tengan que ver nada contigo en lo profesional. A veces pueden surgir cosas interesantes con personas de perfiles muy diferentes al tuyo.

Cada uno debe personalizar más esos bloques en función de sus necesidades. Ni que decir tiene que la relación fluye más rápida con gente que ya conoces que con personas que acabas de conectar. Está claro que tienen que ser personas de las que te atraiga lo que hacen u ofrecen, con las que te sientes identificado con su mensaje, propuesta de valor y cosas que hacen, que te parecen buenas personas y buenos profesionales y que existe esa unión previa a priori.

Digo esto, porque muchas personas hacen esos bloques de tipos de contactos que necesitan y empiezan a mandar invitaciones a toda persona que pueda encajar en alguna de esas categorías. No consiste en ser acumulador de contactos sino en ese acercamiento, dedicar algo de tiempo, para conocer qué hace esa persona y ver posibles conexiones reales. Si dejas pasar el tiempo esa relación se enfría y cae en el olvido.

También os digo que, si no tenéis tiempo para las personas que ya conocéis, no sé si merece la pena conectar con nueva gente. Aunque quizás la pregunta sea por qué motivo no tienes tiempo para tus personas. Las relaciones pasan por períodos y en ocasiones, necesitamos marcar distancia con algunas de esas personas.

En mi caso, cuando organizo eventos relacionados con la gestión del talento, me gusta contar con personas con las que ya he colaborado y que son una apuesta segura. Aunque también me gusta dar la oportunidad a otras personas que me gusta lo que dicen y hacen, para enriquecer ese evento. También se necesita dar la oportunidad a personas que tienen cosas interesantes que contar.

Te recomiendo que hagas limpieza de relaciones que realmente no son personas de tu red. Sobre todas personas con las que algún día conectaste en LinkedIn, aunque nunca jamás has intercambiado un mensaje, ni hablado con ellos y que desconocías que estabas conectado con ellos. Con las personas que se salven de esa limpieza previa, debes marcar un plan de acercamiento activo, para intentar avanzar en esas relaciones, con una priorización previa. Por ejemplo, seleccionar a 5 personas de cada rol de los marcados anteriormente y matizados por cada uno de vosotros en función de vuestras necesidades.

Para que los demás se acuerden de ti necesitan saber qué haces y estar seguro de lo que ofreces.

Por supuesto, si necesitas ayuda en tu estrategia de conexiones con tus personas, puedes leerte mi libro Cuarto y Mitad de Contactos de la editorial Rasche.

¿En qué estado están las relaciones con tus personas?

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