Para aquellos que las vayan buscando, desgraciadamente, no existen fórmulas mágicas e infalibles para las entrevistas de trabajo. Pero no por ello debemos pensar que tenemos la batalla perdida. Simplemente, hay que cambiar la forma de pensar. Tenemos que ver los procesos de selección como reuniones de intercambio. Tu ofreces unas competencias, conocimientos, experiencias y habilidades y tienes que aportar, además, un toque diferenciador. La otra parte necesita una persona con un potencial para ayudarle a desarrollar, solucionar y ejecutar una serie de tareas, proyectos y acciones en la empresa. Tenéis que encontrar el equilibrio y ese punto de entendimiento. A ti te deben encajar las condiciones del puesto, los valores y la posibilidad de desarrollo en esa organización. A la otra parte, le debe quedar claro que eres la persona que mejor puede llevar a cabo las funciones que necesitan desarrollar para que, así, te ofrezcan el puesto.

El problema principal es que en esas reuniones cada parte juega sus cartas y muchas veces no se es todo lo transparente que se debería ser. Debemos asumir que no existe ni la empresa perfecta ni el candidato ideal. Todos tenemos circunstancias que nos hacen ser diferentes.

Para empezar, en la oferta de empleo a la que quieres optar deberías identificar las funciones que tendrías que desempeñar. Busca las habilidades, conocimientos, experiencias, aplicaciones y demás aspectos que debes cumplir para poder optar a esa posición. Recomiendo seleccionar varias ofertas de empleo del puesto de trabajo que quieres ocupar. Verás como muchos requisitos coinciden. Esto te permite evaluar si son requisitos exclusivos del puesto o de la empresa e identificar si los cumples o no.

El siguiente paso sería el plasmar en una lista todas aquellas funciones que has desempeñado a lo largo de tu vida laboral. Es indiferente que sean trabajos que tengan relación o no con el puesto que solicitas. Haz un listado lo más amplio posible, incluyendo cuantos más detalles mejor. Es un trabajo de autoconocimiento y recopilación. Esta lista, no obstante, deberías tenerla actualizada.

Igualmente, en otro apartado, haz un listado de todas tus competencias, habilidades y conocimientos. Las que ya tienes y puedes desempeñar. Al mismo tiempo, no te quedes en un simple listado; busca ejemplos reales que dejen constancia de esas conocimientos, habilidades y competencias. Contrasta con otras personas de tu entorno que esos ejemplos reflejan bien la competencia o el conocimiento que quieres mostrar. Si no tienes claro cuáles son vuestras competencias o conocimientos, os recomiendo que las identifiques lo primero ya que todo este proceso se basa en reflexionar sobre lo que sabéis hacer.

Una vez que tenemos todo esto plasmado por escrito toca hacer un “puzle”. Se trata de encajar cosas. Selecciona las funciones que tendrías que desempeñar en ese puesto al que quieres optar y buscar entre tus competencias y funciones que has realizado las que mejor encajan con las necesidades de ese puesto de trabajo específico. Es decir, se trata de buscar similitudes. Imaginemos que piden 3 años de experiencia en puestos de venta de productos y tus los tienes. Debes explicar de forma concreta tu experiencia profesional, mencionando, por ejemplo, tu destreza a la hora de asesorar la diversidad de productos que has vendido. Igualmente, tienes que mostrar cómo hacías para venderlos y para cubrir las necesidades que tenían los potenciales clientes que podían requerir ese producto.

Se trata de buscar similitudes entre lo que necesita esa empresa (oferta de empleo) y lo que sabes hacer, ejecutar y puedes solucionar (funciones, tareas y proyectos desempeñados) además de centrarte en mostrar cómo haces las cosas para cumplir tus objetivos (habilidades, competencias y aptitudes). Tan importante es mostrar lo que sabes hacer como el expresar cómo lo haces.

Es muy diferenciador saber utilizar las palabras correctas que dejen claro que eres la persona adecuada para ocupar ese puesto de trabajo. No puedes pretender que la otra parte tenga que suponer, interpretar o descubrir con aquello que indicas que eres capaz de hacer. Debes mostrar seguridad en lo que eres capaz de llevar a cabo y la diferenciación que te aporta el cómo lo sabes hacer. Las cosas se pueden decir de muchas formas. Con esto, debe quedar claro que no vale el mismo perfil profesional para todas las ofertas de trabajo a las que quieres optar.

De la misma forma, deberéis resolver si vuestro perfil soluciona aquello que necesita la empresa a la cual optáis. ¿Qué soluciones puedes aportar a las necesidades de la empresa en ese puesto de trabajo? ¿Qué beneficios tiene la empresa si te contrata para esa vacante que necesita cubrir? Ante estas preguntas, la respuesta suele ser “No tengo ni idea”. Esa es la posición fácil, pero no olvides que es lo que las empresas esperan de los candidatos. No que respondan con un “ni idea”, sino que tengan los recursos suficientes como para poder defender su candidatura. Se trata de vuestras ventajas competitivas, de lo que sois capaces y vuestra carta de productos “artesanos” que lleváis con vosotros. Muchas veces el problema es que os consideráis uno más y no dejáis huella para que los empleadores os recuerden. No podéis pretender que sean otros los que vean ese potencial. Tenéis que facilitarles ese trabajo a las empresas. Está claro que sería más fácil y cómodo que ese trabajo lo hiciesen por nosotros.

Si eres una persona con mucha paciencia, resolutiva, extrovertida y que sabe trabajar en equipo, no lo transmitas así, en “bruto”. Tradúcelo en acciones, hechos e historias reales tuyas que dejen patentes esas competencias. Si sabes hablar inglés y francés demuéstramelo. Se trata de ir un paso más allá. Si tienes amplia experiencia en solucionar conflictos con clientes, explícalo con situaciones que has vivido y cómo las tratabas y solucionabas. A veces ponemos frases hechas en nuestro perfil profesional que quedan muy bien, sin embargo, no dicen demasiado a la hora de la verdad.

No cabe duda de que esto supone mucho trabajo proactivo por tu parte. Nadie dijo que encontrar un empleo fuese tarea fácil. Toda recompensa conlleva esfuerzo y sacrificio. No podemos pretender que por el simple hecho de tener un grado determinado ya nos lluevan las oportunidades. Tenemos que hacer cosas que consigan que esas oportunidades nos aparezcan y eso se consigue porque logras transmitir en otras personas ese potencial que tienes.

Es importante que deis valor a lo que sois y que os mostréis tal y como sois. Hay que sobresalir o dejar huella. Si intentamos ser como los demás, nos evaporamos entre esa globalidad, porque eres un calco de otras personas. Se trata de saber muy bien qué te hace único. Esto no viene en ningún manual ni lo podemos aprender en un curso. Esto se aprende desde nuestra propia observación y con mucho trabajo para saberlo plasmar de la mejor forma posible.

Si no tienes experiencia y quieres una oportunidad debes saber contar tus motivaciones y las ganas que tienes de obtener esa oportunidad. Igualmente, debes saber contar de lo que eres capaz de hacer con los conocimientos y competencias que tienes. Imagínate que tienes el grado en filología inglesa y eres bilingüe en inglés y francés. Céntrate en tus experiencias vitales con personas de esos países. Demuestra que eres capaz de relacionarte con personas que trabajan en empresas de esos países. Eso deja patente que eres capaz de abrir mercados a pesar de faltarte experiencia. No puedes pretender que esto lo vea la empresa por el hecho de saber un idioma y de tener una titulación. Te toca contarlo a ti para asegurarte que les llega tu mensaje y que les convence.

Se trata de conseguir demostrar a la otra parte que necesita a alguien como tú, de lo que eres capaz de hacer y conseguir. Tienes que saber contar tu trayectoria con seguridad y creyendo en tus posibilidades. Pero al mismo tiempo, debes responder a aquello que solicita la oferta del puesto. A veces algunas personas cuentan su potencial con muchas dudas que perciben los empleadores. Debes cuidar tu mensaje. A veces conseguimos con nuestras acciones todo lo contrario a lo que pretendemos.

Debemos cuidar todo el proceso previo, durante y después de la entrevista. Tienes que asegurarte que cumples tu papel y que trasladas la imagen correcta sobre ti y tus competencias. Va bien que os observéis contando vuestra trayectoria antes de realizar las entrevistas. Tenéis esa opción en vuestros bolsillos. ¿Os habéis grabado alguna vez defendiendo vuestro perfil?

Y para finalizar… ¿Qué sois capaces de hacer? Empezad a conoceros más en profundidad e id completando vuestros listados, como he explicado antes.

 

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