El teléfono de Itziar Garmendia sonaba, pero nadie lo respondía. Llevaba dos días sin aparecer por su despacho de Directora de gestión de personas de la empresa Zumbido S.A. No constaba que hubiese pedido vacaciones, ni que estuviese de viaje de trabajo, ni tenía reuniones previstas. El teléfono de su despacho no paraba de sonar. Sus móviles (corporativo y personal) estaban apagados o fuera de cobertura. Cuatro días después de su desaparición, la empresa emite un comunicado a toda la plantilla donde se informa de su desaparición, que la policía está investigando el caso.

Hace un año, Itziar aceptó la responsabilidad de dirigir el departamento de gestión del talento. La compañía había crecido mucho y ya había llegado el momento de potenciar este departamento. El 90% del equipo directivo y de las personas que gestionaban equipos de trabajo pensaban que cualquiera puede gestionar un proceso de selección. Es muy fácil determinar si una persona encaja o no en la empresa, con verle 10 minutos. Itziar venía de fuera y fue una apuesta personal del Director General Remigio Zum Bidorreta. La empresa ZUMBIDO S.A era una empresa familiar con 120 años de antigüedad, dedicada a fabricar estanterías metálicas para diferentes tipos de industrias. En la actualidad la empresa estaba dirigida por Remigio y sus 5 hijos. Cada uno de sus cinco hijos se encargaba de un área concreta. Manuel el primogénito era el director financiero, La benjamina María era la directora de producción y área técnica, Claudio era el Director comercial, Guillermo era el de administración y por ultimo Jara era la directora de innovación y subdirectora general. Esta empresa tenía en la actualidad 150 trabajadores. Remigio estaba preparando su salida de la empresa, ya que quería jubilarse. Pero antes de hacerlo, quería dar un cambio de 180º a su empresa. No tenía nada claro cuál de sus cinco hijos era el adecuado para ocupar su lugar.

El contratar a Itziar fue una decisión unilateral suya en contra de la opinión de 4 de sus hijos. La única que aceptaba en parte la decisión fue Jara, aunque era escéptica. Hasta ese momento todo el tema de contrataciones se había gestionado con una consultora de recursos humanos y la ayuda final de Remigio que tenía buen olfato para detectar el talento. No obstante, hacía tiempo que algunas personas valiosas se iban de las diferentes áreas y quería saber la verdadera razón. Aducían esas personas que habían encontrado un trabajo mejor. Los salarios que pagaba la empresa eran atractivos y más altos que los de la competencia.

Itziar había obtenido las claves de esas salidas y estaba preparando un plan para cambiar ese mal ambiente. Estaba en comunicación directa con Remigio y tenía libertad para hacer lo que fuese necesario. El informe era claro: parecía que existían dentro de la organización 5 empresas diferentes, es decir, el departamento financiero, el de producción y técnico, el área comercial, el departamento de administración y por último el área de innovación. Unos departamentos se ponían la zancadilla a los otros. Todo se resumía en que se asociaba información a poder. En cada departamento se buscaba talento, aunque lo que más primaba era ser afín al director de ese departamento en el que trabajaba. No existía un verdadero trabajo en equipo y esto repercutía en perjuicio de la cuenta de resultados y del servicio ofrecido al cliente.

Con la desaparición de Itziar, quedaba vía libre y se producía un vacío de poder en la gestión de personas. Temporalmente el Director General iba a ocupar su lugar y continuar con los cambios necesarios. Aunque también Remigio decidió observar la posición que tomaba cada uno de sus cinco hijos y ver su gestión de la situación. Quería mirarlo con perspectiva. Manuel y Claudio optaron por un volver a lo de antes, es decir, desmantelar el departamento de gestión del talento y volver a contar con los servicios externos de la consultora de recursos humanos. Querían ganar cota de responsabilidad y control. Jara opto por buscar hechos que demostrasen una mala gestión de Itziar. Se mostró abierta a asumir la dirección del departamento de gestión de personas con cambios en la gestión. Aunque en realidad su estrategia era ganar cota de poder sin interés alguno porque la gestión de personas acometiese los cambios previsto por Itziar. Guillermo continuo en su reino de administración como que no iba la cosa con él, decidió ser neutral observando la situación. María, por el contrario, sorprendió a todos asumiendo una madurez no vista hasta entonces. Su posición fue la de liderar con un enfoque conciliador para acercar posturas.

Ninguno de los cinco hijos conocía la intención de su padre de jubilarse en dos años. Remigio solamente le había contado esto a Itziar, su nueva directora de gestión de personas. El padre siempre había tenido más afinidad con Jara y pensaba que era leal a sus cambios organizativos.

En los meses posteriores a la desaparición de Itziar la gestión corporativa fue un caos. Cada uno de los cinco hijos buscaba conseguir acometer su estrategia con respecto a la falta de gestión de personas. Manuel y Claudio contactaron con la consultora de recursos humanos para pedirle presupuesto de lo que les costaría que se hiciese cargo de toda la política de reclutamiento. Es más, esta consultora ya estaba buscando perfiles que se precisaban sin contar con la aprobación del director general. Jara busco pruebas falsas que dejaban en mal lugar la gestión de Itziar, inventándose situaciones. Personas de confianza de Jara aseveraban que Itziar les había impedido su desarrollo profesional dentro de su departamento. Guillermo era indiferente, aunque su afinidad con Jara hacía que se dejase llevar hacia su postura. Por el contrario, María se preocupó por saber en qué estado se había quedado cada cambio comenzado por Itziar. Hizo un inventario del estado de cada proceso de selección, de cada nueva política, el análisis de puestos de cada departamento, los porcentajes de salidas de personas de cada área y demás cuestiones. No buscó culpables, sino que se centró en buscar soluciones, intentó que la gestión de personas fuese unitaria y global. Pretendía que cada departamento actuase igual a la hora de gestionar el talento. María se encontró con la falta de ayuda de sus 4 hermanos. Es más, hicieron todo lo posible por boicotear su gestión. Remigio estaba observando desde fuera todas estas luchas de poder y gestión, aunque sus cinco hijos pensaban que no.

Habían pasado 8 meses de la desaparición de Itziar, se seguía sin tener noticias de ella. Remigio convocó una junta directiva extraordinaria donde estaban convocados el resto del consejo, que estaba conformado por sus 5 hijos. El único punto del día era cambios en la dirección de la empresa Zumbido. La reunión comenzó comentando que en un año se iba a jubilar y que uno de los cinco asumiría su cargo. El silencio se hizo en la sala, cada uno de sus cinco hijos estaba pensando que decir. Todos menos María comenzaron a defender su gestión y vender que eran los más adecuados. De repente Remigio dio un golpe en la mesa y volvió el silencio. El director general pidió a un invitado que saliese de la sala contigua. Entro en la sala de reuniones Itziar Garmendia. Las caras de incredulidad se apoderaron de sus 5 hijos, no entendían nada. Remigio cedió la palabra a Itziar.

-En primer lugar, debo pediros disculpas- empezó Itziar- Mi desaparición fue un montaje ideado por vuestro padre. Primero contó con mi negativa, aunque tras explicármelo decidí aceptarlo. No se llegó a poner denuncia y los inspectores que acudieron a la empresa era actores contratados. Durante estos 8 meses he estado monitorizando la actividad de la empresa con Remigio. Todo esto forma parte del plan de sucesión en la dirección corporativa. Estamos al tanto de vuestros planes y estrategias.

Claudio, Manuel y Jara intentaron cortar a Itziar, aunque Remigio no se lo permitió, porque seguía el turno de palabra de la directora de gestión de personas. Guillermo observaba. María estaba feliz de la aparición de Itziar porque tras tomar las riendas sabía el bien de los cambios pretendidos. Itziar finalizó de hablar. Remigio tomó la palabra:

Mirad hijos. Estos días sin Itziar han sido bastante productivos. Nadie os ha dicho qué es lo que teníais que hacer pero me habéis demostrado quién puede y quién no debería estar al mando de la empresa. Esto no es un juego. Hay mucha gente que depende de nosotros y tenemos que hacerlo bien. Ya sabía que algunos de vosotros no erais los adecuados y lo habéis demostrado. Y ya he tomado la decisión. La nueva directora general será María, con ayuda de la nueva subdirectora general Itziar Garmendia. El resto, quedaréis fuera de la junta directiva, aunque seguiréis, si queréis claro, en el cargo de vuestros departamentos, eso sí, con cambios en su gestión. Hay que cambiar cosas para tener éxito. El futuro era retador, empezaban nuevos tiempos.

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