Hoy voy a hablar sobre la felicidad en el trabajo, un tema bien subjetivo, que da para hablar mucho. Estudios recientes indican que más del 50% de los encuestados considera que la felicidad en el mundo del trabajo ha llegado para quedarse. Y pese a lo que pudiéramos pensar, las estadísticas indican que 3 de cada 4 trabajadores indican que son felices en su trabajo actualmente.

Está claro que la felicidad es importante, sin embargo, nos invade en la actualidad el pensamiento de que en las empresas debe existir un buen rollo entre sus personas. Esto lo aprovechan muchos charlatanes para decir majaderías del tipo de sino estas contento con lo que haces déjalo y busca lo que realmente quieres hacer. Esto está muy bien, aunque no olvidemos que todos necesitamos un ingreso para vivir. Por lo que, antes de tomar decisiones, debéis planificar el proceso que os permita hacerlo. Los cambios llevan su tiempo y debéis ir tomando acciones progresivas que os lleven hacia ellos.

No habrá que olvidar, no obstante, que las empresas están creadas para ganar dinero y ser lo más productivas posibles. No podemos negar que también se ha demostrado que las personas más productivas en una empresa suelen ser las que más motivadas y contentas están con su trabajo.

Igualmente, debemos de ser prudentes y no crear falsas expectativas en las personas. Digo esto porque la empresa perfecta y el trabajo perfecto no existen. Está claro que para sentirte realizado, en tu empresa y tu trabajo, deben de ganar los aspectos positivos a los negativos. Si disfrutas con lo que haces hará que te sientas más realizado con ese trabajo.

No podemos negar que las cosas positivas de los trabajos se consideran derechos adquiridos que no se valoran. Solemos centrarnos excesivamente en los aspectos que nos faltan para sentirnos más realizados a nivel profesional. Está claro que las empresas deben facilitar los procesos, condiciones y normas que posibiliten el que los trabajadores tengan las mejores condiciones para desarrollar su trabajo. Aunque no podemos negar qué la actitud positiva la debe poner cada persona a la hora de realizar su trabajo. Centrarnos excesivamente en lo negativo nos hace residir en eso y, desgraciadamente, no soluciona nada. Obviamente, asumo que determinadas circunstancias relacionadas con ambiente laboral, jefes directos, funciones laborales, etc. hacen que sea insostenible ser felices en vuestras empresas. Quizás debéis plantearos qué podéis hacer para que eso cambie. Y si ya habéis intentado todo y estáis en busca de otro trabajo, hasta que eso llegue, es bueno qué os centréis en qué podéis cambiar vosotros para que ese trabajo sea gratificante y retador Es para que el tiempo que os toque continuar ahí sea lo más gratificante posible.

Recientes estudios hacen que caigan algunos mitos, como por ejemplo, que el tener un buen salario se considerase la principal causa para sentirse feliz en un trabajo. Curiosamente, es la quinta causa más valorada en el ranking. Las tres más valorados para sentirnos felices con nuestros trabajos son: tener un buen ambiente laboral, disponer de flexibilidad horaria para conciliar con nuestras vidas y la tercera tener un buen jefe. Coincido plenamente con el estudio en que recibir un buen salario no tiene nada que ver con sentirte feliz con tu trabajo y tu organización actual. Muchas veces ocurre que el trabajo que uno realiza le gusta, sin embargo, ya no le aporta nada hacerlo en su organización actual. Esto supone que las expectativas que ese trabajador tenía están por debajo de la realidad laboral encontrada.

No podemos negar que tener un buen ambiente laboral es vital para que nos apetezca ir a trabajar. Te puede gustar mucho trabajo, sin embargo, si el ambiente no acompaña te costará mucho ir a trabajar. Vivir ambientes donde todo es falsedad, donde no se facilita realizar vuestro trabajo, donde los mayores problemas te los genera tu organización, donde la crítica destructiva es lo que prima, donde la comunicación oficial no fluye y donde los responsables miran por sus intereses y no por los de la empresa,… por mencionar algunas cuestiones, hace que el trabajar ahí sea una tortura, por muy positivo que uno pueda ser o se le pague bien.

También se nos hace hincapié en la conciliación de la vida laboral, sin embargo, la realidad laboral es que los horarios de las empresas no están adecuados  a que sea factible conciliar con facilidad nuestras vidas personales con las profesionales. Por lo tanto, los trabajadores necesitan que sus empresas les permitan conciliar sus vidas personales cuando lo precisen. Es decir, que si vuestros trabajadores cumplen, sus organizaciones sean flexibles cuando lo precisen por tener un hijo, por tener un familiar enfermo, por sufrir una perdida y por mil circunstancias más que nos pueden ocurrir a todos. Muchos trabajadores necesitan la ayuda de sus organizaciones cuando les surgen circunstancias concretas, donde las políticas de café para todos no sirven ni les ayudan.

No se puede negar que tener unos buenos jefes hace mucho para que a uno no le de pereza ir  a trabajar. Muchas personas se van de sus empresas por culpa de sus superiores. Está claro que ser jefe no es fácil. Sin embargo, creo que todos los trabajadores piden lo mismo, que sean justos, honestos, que sepan reconocer el trabajo de cada uno, que escuchen, que ayuden, que asuman responsabilidades, que asuman sus errores y que sean un ejemplo a seguir. A veces, el tener un mal jefe hace que muchas personas cojan sus actitudes y acciones como ejemplo a seguir. Que otros hagan cosas inadecuadas no supone que los demás tengamos que hacerlas igual. Y sobre todo, los jefes han de evitar las falsedades, caer en frases hechas, falsos sentimientos… Ciertos comportamientos se ven a millas de distancia y aunque la intención sea quedar bien, generan lo contrario.

Otro aspecto es que desde la dirección de las empresas se presta poca atención a real a averiguar cómo se sienten realmente sus trabajadores. Algunas miden el clima laboral existente en sus organizaciones, sin embargo, si algunos parámetros salen mal, rara vez se centran en acciones reales de mejora para intentar revertir esa situación. Si más del 50% de vuestra plantilla actual está desmotivada, es una señal de alarma grave si realmente os importan vuestras personas. Si no reaccionáis, a la mínima oportunidad de cambio, muchos de esos trabajadores abandonarán vuestra empresa. También es cierto que dentro de una empresa contentar a todos los trabajadores es imposible. No obstante, la empresa debe escuchar a sus personas e intentar llegar a una solución lo más adecuada posible para todas sus partes. Lo que más duele a muchos trabajadores es ver que sus empresas se muestran indiferentes a cómo se sienten dentro de ellas.

Todo tiene que tener un término medio. Quizás tu jefe no sea el mejor y en el siguiente puesto des con un buen jefe, aunque quizás el ambiente no sea tan bueno como te hubiese gustado. Y no podemos negar que por mucho que os guste vuestro trabajo, tendréis temporadas que os resultará pesado ejecutar determinados proyectos o acciones.

Desde mi experiencia, creo que la felicidad tiene que ver mucho con nuestra actitud a la hora de afrontar lo que nos ocurre. Determinadas situaciones negativas de un trabajo no van a cambiar, no queda otra que aprender a vivir con ellas, haciendo que nos afecten lo menos posible. Si no eres capaz de hacerlo, dedica todos tus esfuerzos en buscar otras alternativas que te permitan recobrar las ganas y la ilusión. No estar contento en un trabajo no supone que dejes de creer en ti como profesional.

Me gustaría conocer vuestra opinión sobre la felicidad en el trabajo, es decir, conocer si creéis que es posible o por el contrario pensáis que es una burbuja que nos hace sobrevalorarlo.

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