Foto propiedad Juan Martínez de Salinas   El tejido empresarial español está conformado en un alto porcentaje por micropymes y Pymes, por lo que no es descabellado afirmar que la mayor parte de los mismos, no disponen de un departamento de recursos humanos. Cuando necesitan incorporar personal en su estructura tienen dos opciones, subcontratar el servicio con empresas profesionales y especializadas para que les ayuden o por el contrario hacer la búsqueda por su cuenta y realizar ellas todo el proceso de selección.

¿Cuál es la mejor opción? Pienso que la primera, aunque conlleva un trabajo extra de comparar presupuestos e identificar el valor diferenciador de cada empresa especializada, pero sin olvidar supervisar y participar en el proceso. Pero por muy interesante que pueda parecer, no todas las empresas pueden acometer esa inversión de capital.

La idea de esta serie de post es dar pequeñas pautas sobre qué parámetros hay que tener en cuenta para poder hacerlo por vosotros mismos.

Lo más importante es centrarse en los requerimientos específicos que necesita esa vacante que surge o esa necesidad real de incorporar una nueva persona. Por un lado se debe afinar en los requerimientos técnicos (experiencia y conocimientos) y por otro lado en la parte competencial de la persona necesaria para ver si encaja con las competencias y valores existentes en la compañía. Una empresa debe ser objetiva y solicitar los requerimientos técnicos y competenciales necesarios para desempeñar el puesto para el cual necesitan a esa persona. Por lo tanto, si las empresas tienen dudas deben formularse estas preguntas ¿Cuáles son las funciones principales que tendrá que desempeñar esa persona? ¿Qué requerimientos técnicos son imprescindibles para desempeñar esas funciones de manera óptima? Y ¿qué otro tipo de requerimientos técnicos no son necesarios pero pueden ayudar a añadir valor al puesto en un futuro? Digo esto porque en momentos como el actual en el que existe diversidad de candidatos disponibles en el mercado se tiende a pedir muchos más requerimientos de los que se precisan y eso puede volverse en vuestra contra. Imaginemos que para un puesto de administrativo se pide como requerimiento técnico imprescindible tener un nivel alto de francés. Resulta que seleccionamos a María con amplia experiencia en puestos de administración en diversos sectores, a la vez posee alto nivel de francés, que además quiere ponerlo mucho más en práctica, algo que le motivó para optar a ese puesto. Imaginemos que vuestra empresa selecciona a María y una vez incorporada pasa 1 año y se da cuenta que el francés no lo necesita en absoluto para realizar el trabajo asignado. Aquí se genera una frustración y las expectativas no se cumplen por estar mal enfocadas las funciones y requerimientos necesarios para desempeñar ese puesto de trabajo.

Está claro que en vuestra organización os gustaría tener a una persona con muchos conocimientos extras por si los podéis precisar en un futuro. Sin embargo, tenéis que centraros en los que necesitáis ahora y en un futuro cercano para realizar esas funciones. A veces algunas compañías no tienen claro lo que necesitan o lo transmiten de una forma inadecuada. En las organizaciones que no disponen de un departamento de recursos humanos va bien involucrar a personas de cada área o departamento para que participen en la definición de los requerimientos necesarios para esa nueva necesidad de personal. A veces, será necesario que esa nueva persona se complemente con otras personas que ya están en la organización. Es decir, recomiendo solicitar aquellos requerimientos adicionales necesarios para desempeñar las funciones de ese rol en ese departamento. Por lo tanto, es bueno que la descripción de requerimientos y competencias de ese puesto concreto pase por una comisión heterogénea de personas de esa compañía. Igualmente sería aconsejable que los candidatos que cumplan los requerimientos sean valorados por diferentes personas de diversos departamentos de la organización. Está comprobado que las personas del mismo departamento donde es necesaria la nueva persona tienden a dejarse llevar por sus prejuicios y formas de ver las cosas. Es por ello que tener la visión de otras personas de otras áreas ayuda a ver las cosas de forma más objetiva y con otra perspectiva. El talento tiene muchas formas de percibirse.

En otros post plantearé alguna plantilla de cómo recoger la información referida a las funciones y requerimientos necesarios para las necesidades de personal.

No puedo dejar de mencionar que al tema competencial y de valores debe dársele verdadera importancia. Imaginemos que una organización tiene como competencias más necesarias la organización, la capacidad de venta y la capacidad analítica debería valorar esto en las nuevas incorporaciones. Imaginemos que la pyme X requiere un puesto de técnico de marketing para su departamento. En este área tiene un responsable de departamento con gran capacidad de organización y de mando. El candidato que más les encaja es Arturo donde sus capacidades competenciales a destacar son la innovación y la capacidad comunicativa. Aquí se produce una desviación entre las competencias y valores prioritarios de la organización y de la nueva persona. Esto va a provocar conflictos, roces y desavenencias seguras. Debemos buscar un equilibrio y esto pasa por valorar estos aspectos en el proceso de selección. Intentaré aportar luz sobre este tema en otros post.

Por ir finalizando, me gustaría lanzaros las siguientes preguntas: ¿Cómo hace las selección de personal vuestra organización? ¿Hacéis evaluación de las personas incorporadas para ver si cumplen las expectativas?

Es necesario reflexionar sobre como influye la forma de seleccionar al personal. A veces no saber no significa que no se pueda hacer de forma adecuada y profesional, saber que aspectos se deben tener en cuenta. Por desgracia el talento no es una ciencia exacta.