foto-propiedad-juan-martinez-de-salinas Como ya he comentado en otras ocasiones, la forma de darse a conocer y de buscar trabajo ha cambiado y lo seguirá haciendo de forma constante. Este cambio presupone que nosotros no podemos quedarnos estáticos, por lo que quedará claro que ya no nos vale con utilizar los medios tradicionales que valían hace x años sino que debemos utilizar todos los medios existentes. La cuestión es hacer una búsqueda global utilizando aquellos que más nos ayuden a lograr volver al mercado laboral cuanto antes.

Hoy el tema que quiero abordar en este post es si estar activo en las redes sociales y profesionales garantiza tener trabajo. Lógicamente dar un sí o un no rotundo no sería objetivo ambas posturas deben ser matizadas.

Partamos de la base que este tipo de plataformas no son un portal de empleo y, por ende, su funcionamiento es diferente. Con un “simplemente estar” en las redes no nos aseguramos que nos salga trabajo. Con “estar” me refiero a tener nuestro perfil completo y esperar a que otros se fijen en nuestro perfil. Tampoco digo que sea imposible… Indudablemente, puede ocurrir en caso de que una empresa vaya buscando un perfil muy concreto, prácticamente exacto al vuestro y esto requerirá tener muy definido vuestro perfil en esa red social o profesional.

Tampoco el ser activo en estas nuevas plataformas nos asegura poder acceder directamente a un trabajo inmediato. Es decir, podéis compartir, publicar, debatir y aportar información sobre vuestra área de especialización o sector profesional, sin embargo, esto no os garantiza obtener un trabajo por estos medios. Lo que sí que conlleva es que muchos profesionales y empresas puedan asociaros como una persona influyente en ese sector o profesión para teneros en cuenta cuando puedan precisar personas para ese tipo de posiciones.

Las empresas consultan estas nuevas herramientas para buscar talento, sin embargo, no podemos negar que lo que más prima es el perfil profesional de cada persona, es decir, su experiencia, competencias, estudios y aptitudes. Obviamente, esto puede quedar reflejado con las aportaciones e interactuaciones en estos medios. Lo que está claro es que si no se cumple con el perfil requerido, no os van a contactar por lo que aportéis o digáis en las redes profesionales y más, cuando buscan algo específico.

No obstante, os pueden tener detectados y hacer un seguimiento de vuestro perfil y trayectoria a raíz de ver lo que decís y compartís en esos medios. Sin embargo, ese seguimiento suele ser silencioso y que se percibe hasta que no precisan a personas con ese tipo de perfil y conocimientos.

Nuestra presencia activa en las redes profesionales y sociales debe ir en consonancia y en paralelo a nuestra vida profesional fuera de estos medios. Estos nos ayudan a hacer llegar nuestra marca a muchas más personas. Y la marca no deja de ser la profesionalidad, conocimientos, experiencia  y competencias de una persona determinada.

Algunas personas piensan que con estar todo el día colgando, diciendo e interactuando en las redes profesionales ya les garantiza un trabajo, sin embargo, se olvidan de responderse a la siguiente pregunta ¿Cuál es vuestra área de especialización? Me da igual que queráis cambiar de área profesional o de actividad. Da igual que una persona tenga experiencia en la banca y ahora se quiera dedicar a los recursos humanos. Esta persona no conseguirá solo un trabajo en esa nueva actividad simplemente por compartir información y opinar sobre recursos humanos. Puede ayudar, qué duda cabe, pero lo realmente importante es mostrar la formación, experiencia, acciones y competencias que muestras. Digamos que estar en estos medios es un complemento.

El hecho de que te guste el marketing y te pegues 2 horas al día en Twitter o LinkedIn compartiendo enlaces o aportando sobre marketing no te convierte en un experto en esa materia. Simplemente demuestra que tienes más o menos inquietud sobre un tema y puede dar pequeñas pistas de tu sapiencia real y consolidada sobre esa materia. Más que nada, matizo esto porque algunos gurus dicen por ahí que cualquiera en estos medios puede conseguir lo que quiera y esto no es del todo cierto. No podemos generar falsas expectativas en personas que están desesperadas y agobiadas por la necesidad de trabajar. El llegar a algo en cualquier actividad o profesión requiere dedicación, esfuerzo, muchas horas de práctica, iniciativa e ir dando pasos poco a poco. Está claro que podéis compartir este mensaje o no, sin embargo, debemos ser coherentes antes de llamarnos expertos en una materia o tema. Y eso que son palabras que no me gustan en absoluto. Dominar una materia o profesión requiere cada vez más estar en constante reciclaje, dedicando tiempo propio para conseguirlo.

Por tanto las redes sociales y profesionales son un gran escaparate que nos permiten sobresalir sobre otros candidatos con nuestro mismo perfil pero sin garantizarnos un trabajo por ello. La clave será cómo nos movemos por estos medios, con quiénes conectamos y cómo, de qué forma mostramos lo que sabemos hacer aquí y fuera de estos medios.

También tengo muy claro que ninguna herramienta nos va a proporcionar por si sola y de forma inmediata, nada más comenzar, una oportunidad laboral. Conseguir un trabajo requiere invertir tiempo de calidad.

Parece que nos hemos olvidado que obtener lo que queremos conlleva un esfuerzo y esto, por si solo, no garantiza obtenerlo. Hemos estado cegados por la facilidad e inmediatez en que conseguíamos todo y eso no es la realidad de la vida. Está claro que el factor suerte influye más de una vez pero ayuda mucho la preparación, dedicación y práctica con la que juguemos con ese factor.

Cuando nos comparamos con los demás, quizás debamos ver también qué han hecho esas personas que nosotros no hacemos. No podemos olvidar que estos medios nos pueden ayudar a llegar al proceso de selección pero que no nos da trabajo de forma inmediata.

Ahora… os toca a vosotros. ¿Habéis conseguido alguna entrevista de trabajo a través de las redes profesionales?