Foto propiedad Juan Martínez de Salinas Pese a que este tema ya lo he comentando en más de una ocasión, sigo topándome con casos que no conocen o no utilizan bien la red de contactos y yo sigo convencido de que trabajar nuestra red de contactos cada vez es más importante. Como pasa con otros conceptos, nos referimos al anglicismo de moda: el networking, que, por muy inglés que sea el “palabro”… no deja de ser algo que se lleva haciendo desde siempre, auque con diferentes denominaciones y enfoques.

No existen formulas mágicas; tener existo con nuestra red de contactos es cuestión de tiempo, enfoque, dedicación y estar ahí cuando se os necesite. No olvidéis usar el sentido común y seguir utilizando las técnicas de gestión de vuestros contactos que os den resultado, con independencia de que éstas no estén entre las acciones más recomendadas para tener éxito en el networking por los gurus del momento.

Para empezar, no debes olvidar que no te debe valer cualquier persona como contacto. Es hora que marques el perfil de personas prioritarias, sector al que te interesaría que perteneciesen, forma de contactar con ellos, qué les vas a aportar, estrategia a seguir y demás variables que es fundamental cuidar para tener éxito.

Un punto importante es no obsesionarse solo con hacer contactos nuevos sino que será igualmente relevante cuidar también a los que ya tienes. Va bien ser consciente del tiempo que dispones para poder atender y gestionar a tus contactos. Es preferible tener pocos y bien cuidados que muchos y abandonados. Tampoco debéis olvidar saber determinar qué tipo de contacto es cada persona y en qué fase de conocimiento estáis con cada uno de ellos. No es lo mismo una persona con la que acabáis de conectar a través de linkedin que un antiguo compañero de trabajo de la multinacional inglesa en la que trabajaste hace 5 años. Es decir, en el primer caso, estáis en un comienzo y toca invertir más tiempo y en el segundo caso ya tenéis un poso anterior de conocimiento del que partir.

Otro aspecto a saber apreciar es que un contacto realizado a través de Internet en cualquiera de las múltiples redes profesionales existentes no deja de ser una interacción breve, que si no se profundiza y trabaja, se queda en una acumulación de contactos online que no sirven para nada.  Es decir, se debe buscar la interactuación e intentar conocer a esas personas más interesantes para vuestros intereses profesionales fuera de la red. Debéis buscar el conocerlos en persona, porque eso suele marcar un antes y un después con ese contacto.

Una de las claves de una buena gestión de nuestra red de contactos es la organización. Es necesario tener clasificados nuestros contactos profesionales por sector, profesión, grupo de unión, etc. Es cuestión de encontrar nuestra clasificación ideal. Se debe de aglutinar en la ficha de cada contacto la información relevante sobre cada contacto y anotar las acciones que hemos ido realizando con cada uno de ellos. Para muchos, la única gestión que hacen de sus contactos es acumular sus tarjetas en una caja y llega un momento que son tantas que se pierde el control. Al final, ya es imposible ponerle orden y lo dejáis por imposible.

Debes asumir que es vital que seáis pacientes porque podéis ser los mejores profesionales del mundo, sin embargo, los frutos de vuestra red de contactos pueden tardar en llegar. No podéis exigir nada a nadie ni pretender que lo que queréis ocurra ya, porque esta premura se os puede volver en contra. Es fundamental que vuestros contactos se acuerden de vosotros cuando alguien les diga que precisan un profesional de vuestras características. La claves es seguir estando ahí sin decaer, a pesar de os frustre que no llegue vuestra oportunidad. Debéis cuidar a vuestra red de contactos de forma permanente, es decir, no solo cuando los precisáis sino también cuando os va fenomenal en lo profesional.

No podéis olvidar manifestar de forma clara qué ofrecéis y saber manifestar qué gana la otra persona al teneros de contacto profesional. A veces nos centramos en pedir cosas a los contactos y se olvida que también se deben ofrecer cosas sin esperar a priori nada a cambio.  El encarrilar la relación con un nuevo contacto lleva su tiempo y se debe ser sincero y claro desde el principio. Algunas de esas relaciones se quedarán en nada porque no existe una reciprocidad y lo mejor en estos casos es decidir invertir ese tiempo en otros contactos que muestren interés. Es esencial que sepáis vender bien vuestras intenciones y que no tengan otros fines totalmente diferentes a los que manifestáis.

Deberíais tener una buena tarjeta que entregar a todos vuestros contactos y sobre todo a los nuevos. Un tarjeta debe manifestar de forma clara cuál es vuestra ocupación, que no de lugar a dudas. Además, debe recoger enlaces a tus sitios Web donde pueda encontrar más información concreta sobre tu perfil, lo que haces y puedes ofrecer. También debe aparecer de forma clara cómo pueden contactar contigo en caso de precisarlo. Vuestra tarjeta debe ser un reflejo de vuestra persona y profesionalidad. Una tarjeta dice mucho de nosotros.

Para gestionar con éxito vuestra red de contactos debéis ser generosos y agradecidos. Es decir, si alguien hace algo por vosotros debéis agradecerlo, porque nadie tiene obligación de ayudaros ni de hacer nada por vosotros. Cada uno de nosotros tendemos a pensar que somos el ombligo del mundo y esto no es así.

Tampoco se debe descuidar las actividades vinculadas a conocer nueva gente. Debemos potenciar el poder conocer nueva gente o encontrarnos en determinados actos de la vida real con personas que conocemos de forma virtual pero no en persona.

El hacer networking es algo que debe estar integrado en vuestra vida y así lo debéis transmitir. No podéis vender una moto irreal.

¿Qué hacéis vosotros para tener éxito con vuestros contactos?