Observando a nuestro alrededor con detenimiento, vemos a una gran cantidad de individuos con diferentes situaciones y estados de ánimo por similares circunstancias que les ocurren en su vida personal y profesional.

Cada persona tiene una forma muy diferente de asimilar las diferentes situaciones (positivas y negativas) que le ocurren en su vida profesional.

En el actual panorama profesional es normal que la gente vaya cambiando de trabajo para ir alcanzando sus diferentes metas. En el recuerdo queda ya aquella situación de nuestros antepasados que comenzaban y terminaban su carrera profesional en la misma organización.

Los hábitos van cambiando de generación en generación en todos los aspectos de la vida, porque la vida es cambiante y va evolucionado, estos cambios no son mejores ni peores, sino diferentes.

Lo más preocupante para las organizaciones hoy en día tiene que ser la desmotivación del personal que tiene trabajando para ellos.

No hay cosa más frustrante que ver a trabajadores sin motivación por el trabajo que desempeña cuando además ese puesto de trabajo es el que les gusta. Esto es más habitual de lo que nos pensamos y gran culpa de esto parte de la dirección de la empresa.

Un trabajador al que le gusta su trabajo puede acabar desmotivado por falta de reconocimiento de su trabajo, por falta de comunicación interna, por falta de organización interna, por tener unos superiores incompetentes, por carga de trabajo, por no tener una progresión profesional acorde al trabajo efectuado.

Cuando tenemos a un trabajador desmotivado es muy difícil reorientar la situación porque llega un momento que esta totalmente frustrado y que la única salida que le deja su organización es cambiar de trabajo. Porque durante mucho tiempo sus responsables, si son lo suficiente competentes, han estado percibiendo esa falta de interés y no han echo nada para cambiar la situación. De no haberlo percibido, parte del problema está claro.

Los responsables de las empresas se tienen que preocupar por el desarrollo de todos los miembros de su plantilla y mostrar interés porque todos estén contentos dentro de lo posible.

No es justo que nos preocupemos más por unos departamentos que por otros, ya que no hay que olvidar que todas las secciones de una empresa son importantes por diferentes razones que en su conjunto producen la buena marcha de la organización.

La dirección se da cuenta de la valía o importancia de algunas áreas de su empresa cuando esos profesionales han decidido abandonar su puesto de trabajo.

Desgraciadamente para demostrar interés por los miembros de una empresa no es suficiente con buenas palabras sino que se tienen que producir hechos y acciones que avalen esas buenas intenciones, porque sino se esta produciendo una gran contradicción.

Si queremos conseguir que los trabajadores vean nuestra empresa como un lugar para continuar su carrera profesional tenemos que preocuparnos de sus inquietudes, desarrollo y evolución.

Es muy fácil para el empresario achacar la rotación al mercado cambiante del sector profesional de su organización. La rotación es evitable cuando hay interés por parte de la dirección de poner fin a la misma.

Tenemos que investigar los motivos que impulsan a un trabajador a cambiar de trabajo, para evitar que otros profesionales se vayan por las mismas razones. Las razones son de lo más variado y sorprendente.