Tenemos que tener clara que la selección no es una ciencia exacta y se debe ser muy profesional y objetivo para conseguir ser lo más justo posible en las decisiones tomadas al respecto.

Lo que está claro es que los profesionales de recursos humanos y selección somos los que más feedback de mejora debemos recibir de otros compañeros de área o de otros departamentos de la organización en la que desempeñamos nuestro trabajo. Más que nada porque aunque sigamos los protocolos y parámetros de selección implementados a nivel estratégico en vuestra empresa, siempre podemos tener una cierta parcialidad. Debemos mantener una visión global y de cambio para ejercer nuestro trabajo cada día mejor.

Todos, a la hora de autoevaluar nuestro desempeño del trabajo, somos blandos, es decir, tendemos a reforzar lo positivo y a minimizar lo que debemos mejorar. Al final, siendo así con nosotros mismos se instala en nuestra mente una perfección irreal que nos hacer ser inflexibles y estar cerrados al cambio y mejora. Las cosas, por muy bien que creamos que las estamos haciendo, siempre se pueden mejorarse.

¿Cuantos habéis lanzado estas dos preguntas a vuestros compañeros de profesión o de organización en alguna ocasión?: ¿Puedes observarme realizando una entrevista de trabajo? ¿Qué aspectos fuertes y a mejorar me ves en su realización? La respuesta del 90% de los profesionales de recursos humanos es que jamás han planteado estas dos preguntas sobre su trabajo a otros colegas. El tema más peliagudo es que debería de ser algo incentivado desde la cúpula directiva de cada compañía para dar más valor al trabajo del departamento de seleccionar y cuidar al talento.

Muchos de los profesionales que realizan este trabajo cumplen con el perfil requerido y su desempeño es el esperado, sin embargo, con ese feedback permanente, la evolución y progresión sería enorme. Habrá quienes no estaréis de acuerdo con mi reflexión pero para salir de dudas os propongo que experimentéis esto y lo comparéis con lo hecho anteriormente.

No podemos olvidar que al tratar con personas constantemente no podemos perder esa visión humana tan necesaria. Porque tratamos con personas y como tal, las debemos tratar. A veces me duele cuando me comenta gente que en alguna organización en la que querían trabajar le han tratado como un mero número durante el proceso de selección. Esto no es bueno ni para la profesión de recursos humanos ni para la imagen de la compañía.

Es más, algunas empresas pioneras y que siempre marcan la diferencia ya están comenzando a solicitar feedback sobre el trato recibido en la selección y en todo el proceso a candidatos que no han sido seleccionados. Ellos han podido no encajar en esa posición, pero quizás en un futuro, puedan hacerlo en otra. Además, permiten a las empresas obtener otra perspectiva sobre qué aspectos mejorar. Me vienen a la cabeza, de los tiempos en los que he sido candidato, ejemplos de empresas en las que se me trató bien durante el proceso, otras que podían mejorar y otras que es mejor no recordarlas. Es más tengo, marcado en mi disco duro alguna empresa a las que no optaré a sus ofertas si en algún momento tengo que volver a buscar empleo. No olvidemos que la forma en la que tratéis a la gente está dando mucha información sobre cómo serán los candidatos tratados si llegan a trabajar en esa empresa algún día.

La sociedad actual y el funcionamiento del mercado laboral están demandando un giro de 180º de los departamentos de recursos humanos. Es un tema de cambio de chip y de visión. Escuchar a las personas es un primer paso para conocer su opinión correcta o incorrecta que les transmitís como departamento. A veces, cuando un gran volumen de gente tiene una misma imagen equivocada sobre uno mismo, está claro que es no es su problema, sino el nuestro. Sin embargo, debes plantearte a qué se debe esa opinión y de qué forma puedes cambiarla. También es cierto que a veces, determinados cambios de actitud en algunas personas se deben a circunstancias vividas dentro de la organización.

Nunca podemos olvidar que el cambio debe estar cada vez más presente en la realización de nuestro trabajo en la selección de talento; debemos evolucionar, escuchar al talento, estar en los foros donde están, ser facilitadores de la información que requieran y ayudarles en lo que se pueda. Más que nada porque esa actitud de colaboración revertirá en algo positivo para vuestra compañía.

* Fuente imágenes utilizadas https://unsplash.com