El tiempo vuela y tenemos que aprovecharlo al máximo. Sin darme cuenta mi bitácora cumple 13 años. Aunque en estos tiempos tenemos alguna corriente en la red que nos dicen que las bitácoras están de capa caída. Indudablemente, las nuevas tecnologías y la sociedad van cambiando. La tecnología nos trae herramientas que responden a esa inmediatez en la que viven las nuevas generaciones. Pero discrepo totalmente con el que los blogs estén de bajada; considero que el contenido sigue siendo el rey por encima del continente agradable que debe acompañar. Está claro que tenemos que saber adaptar nuestros contenidos a nuevos público y tiempos, aunque sin obsesionarse. Para escribir contenido de calidad y para leerlo necesitamos tiempo. Es cuestión de priorizar.

Como todo en esta vida que haces, has de disfrutarlo. Personalmente, escribir en mi blog me relaja y me permite desconectar de mis proyectos profesionales y de las cosas que me preocupan. Aprovecho tiempos muertos y otros ociosos para ir anotando cosas. Algunas entradas son más fáciles de desarrollar que otras. Me gusta leer mucho, incluso aquello con diferentes enfoques y me da ideas para plasmar en mi bitácora.

Hace tiempo que deje de tener expectativas con mi blog; el día que no disfrute y que me cueste escribir, lo dejaré aparcado. Siempre me gusta e intento probar cosas nuevas, aunque sin prisas ni presiones; cuando vaya teniendo tiempo iré experimentando.

Por lo general, recibo mucho apoyo y comentarios positivos. Hace mucho ya que me no me afectan las opiniones de aquellos con mala intención. Me quedo con mi comunidad silenciosa y fiel. Reconozco que añoro de hace años la cantidad de comentarios que recibía, la interactuación a día de hoy se produce en otros canales. Si pudiese pedir un deseo me gustaría que volviese eso de antes. Entiendo que no tenéis demasiado tiempo para comentar, aunque me gustaría conocer qué es lo que más os gusta de mi blog y qué mejoraríais.

Hay quien me pregunta si no se me ha pasado por la cabeza abandonar mi blog. Obviamente, en estos 13 años, he pasado por épocas malas como todo el mundo, aunque nunca me he planteado cerrar mi blog, es mi casa virtual, mi lugar de retiro y de desconexión. No me presiono en exceso, me dejo llevar, si una semana no puedo publicar, no lo hago, eso sí, no permito estar temporadas largas sin publicar. También me tomo mis tiempos de descanso para pensar y reflexionar. Hoy en día, puedo decir que me gusta escribir para plasmar mis ideas y reflexiones.

Estoy seguro que este decimotercero aniversario traerá cosas buenas a mi blog, a pesar de ser un número feo para algunos.

Nunca tendré palabras para agradecer a esa persona cercana en mi entorno que me animó a explorar la posibilidad de tener un blog activo; miro atrás y la evolución y el cambio ha sido considerable. No paro de aprender cosas desde la reflexión y análisis. Mi bitácora me permite experimentar sin presiones.

La idea es seguir publicando un post a la semana, ojalá tuviese más tiempo para secciones nuevas que me gustaría lanzar, aunque no os puedo prometer que pueda comenzar con ellas ya.

No puedo dejar de agradecer a todos vosotros, los lectores de mi blog, el estar ahí desde hace tiempo. Algunos de vosotros he podido conoceros en persona, que posiblemente, de otra forma, no habríamos llegado a conectar.

Espero seguir viéndoos por mi casa virtual en las próximas fechas. Te animo a que soples las 13 velas conmigo.