Soy de la opinión que tener un blog supone ser valiente para compartir parte de nuestra vida y conocimientos. En mi caso, desde hace 10 años tengo mi propia bitácora, coincidiendo que he pasado por diferentes organizaciones que me han dado un gran aprendizaje. Y al mismo tiempo, mi actividad personal fuera del trabajo ha podido o no afectar en las empresas donde estaba. Así que hoy quiero abordar en este post si realmente es compatible tener una marca personal propia trabajando en una empresa.

Personalmente, tengo que reconocer que en una empresa en la que trabajé hace unos años tenía determinadas personas a las que les molestaba que yo tuviese blog, llegando un responsable de la organización a animarme a cerrarlo para evitarme problemas. Mi estrategia personal me impedía hacerlo, pues creía firmemente que aquello de lo que trata mi blog no afectaba mis labores en la empresa. Cambié de trabajo al poco tiempo y mirando hacia atrás, creo que fue una gran decisión.

Por otro lado, tengo la experiencia opuesta. En alguna otra organización en la que he trabajado, uno de los motivos para contratarme fue, precisamente, el tener una marca personal potente en el sector virtual de los recursos humanos.

Hablando de este tema con otros profesionales con una marca personal potente independiente al de sus organizaciones, me han confirmado que han sufrido situaciones parecidas. Eso sí, lo comentan en privado, porque normalmente, se tiende a tener cierto miedo a contar esa realidad.

Creo firmemente en que las empresas que reniegan de sus personas que tienen una marca personal viral ligada a sus profesiones, son poco inteligentes al intentar cortarles las alas a estos trabajadores. El contar con ellos es beneficioso para una empresa tanto directa como indirectamente.

El problema es que algunas empresas consideran a sus trabajadores como propiedad exclusiva. No se dan cuentan que algunas personas tienen inquietudes que van más allá de su trabajo. Estas personas tienen necesidad de aportar sus conocimientos en otras facetas fuera de su empresa principal. Una persona, por estar vinculada a una empresa, no significa que se tenga que anular como profesional independiente.

Por otro lado, aquellos que tenemos una marca personal propia independiente de nuestras empresas tenemos que saber diferenciar claramente cuando estamos representando a nuestras empresas y cuando estamos representándonos a nosotros mismos. Siempre digo que la clave es no mezclar ambas facetas y os puedo asegurar que es posible hacerlo. Esto requerirá ser metódico y aclararlo en muchas ocasiones.

Vivimos en tiempos donde el trabajo para toda la vida ha quedado claro que no será lo habitual. Todos pasaremos por diferentes empresas a los largo de nuestras carreras profesionales. Por lo tanto, es bueno que un profesional sea reconocido dentro de su profesión, el tema es cómo conseguirlo y cómo mantenerse ahí. La clave es disfrutar con lo que uno hace, luego hacerlo de una forma diferente y por ultimo ofrecer algo diferente a los demás que saben hacer lo mismo que tú.

Las empresas que ya se están preocupando por su reputación global de employer branding se están peleando por incorporar a sus filas a personas con marca propia en sus profesionales. Es más, les animan a que puedan compatibilizarlo, dándoles flexibilidad. El problema es que esto aún es más minoritario de lo que nos gustaría.

Siempre digo que aquellas empresas que intentan anular a sus personas con marca propia es porque tienen miedos y complejos, porque saben que en algunas cosas quedará visible su mediocridad. Aunque supongo que algunos no pensaréis igual, soy de la opinión que siempre es bueno tener compañeros de trabajo que sepan mucho más que tú en otros temas profesionales. Esto aporta mucho. Lo que queda claro es que es imposible saber de todo. Cada vez debemos tender más a la especialización. Otra cosas es que se nos demanda cada vez más que estemos especializados en cuantas más cosas mejor.

Las empresas deben de abordar dentro de sus estrategias la compatibilización de una marca corporativa con las marcas profesionales de sus trabajadores. Tiene que regularse esto con normalidad y con sentido común. Parece que las personas que tienen una marca personal propia son bichos raros y no es así, son personas igual que los demás. Obviamente, el tener una marca personal propia es una opción que cada uno decide si desea potenciarla o no fuera de su empresa.

Imaginemos que Pedro lleva 15 años trabajando como Director comercial en la empresa X y se ha dedicado en cuerpo y alma a ello. Llega un día en que su empresa decide prescindir de sus servicios. Es un gran director comercial, sin embargo, su marca ha estado vinculada a la empresa X. Ahora le tocará empezar de cero a potenciar su valor como profesional con dotes comerciales, cuando no está vinculado a ninguna empresa. Esto es un error que cometen muchos profesionales. Se acuerdan de su marca cuando se quedan si trabajo y se encuentran huérfanos (profesionalmente hablando) porque necesitan ser propiedad profesional de otro. Esto es un error, cada persona debe verse como propietaria de su identidad profesional con independencia de para qué empresa o empresas decidas prestar tus servicios. Entiendo que esto a muchos profesionales les cueste entenderlo porque es un planteamiento diferente al predominante. Uno debe de darse el valor profesional que le corresponde sin necesidad de vincularlo a una organización. Vivimos en una sociedad que nos indica que no debemos sobresalir y debemos seguir el camino establecido. La diferenciación es buena y ya es hora de darse cuenta de ello. Yo estoy orgulloso de ser muy diferente al resto, a pesar de lo que esto conlleva.

Este es un tema que da para debatir y cómo siempre me gustaría conocer lo que pensáis al respecto.

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