El pasado mes de julio viví una experiencia personal y profesional interesante y enriquecedora para mí.

Crucé el charco para conocer otro país y su cultura que hace que uno abra su mente y tenga una visión diferente del mundo. Soy una persona que, siempre que tengo ocasión, me gusta conocer otros países de diferentes continentes.

México me ha fascinado. Es un país de contrastes en todos los sentidos, que no te deja indiferente. La diversidad patrimonial demuestra un pasado lleno de cultura y tradición. La vuelta es dura, como inevitable es la pregunta de “qué es lo que más te ha gustado y lo que menos”. Siempre digo que cada uno lo vemos desde una perspectiva y yo no suelo quedarme con una sola cosa, porque la experiencia es en muchos campos, muchas no son comparables con otras. Pero soy de la opinión que lo más interesante es poder convivir con la gente de ese país y aprender de ellos y poder conocer otra forma de vivir la vida.

Pero el viaje no sólo fue ocio. Tenía preparados dos compromisos profesionales en la ciudad de México D.F. Concretamente, impartí tres charlas, dos en la Universidad Latinoamericana y una en el Campus Norte de la Universidad Anáhuac. Las charlas giraron en torno a las nuevas tendencias en la gestión de RRHH y/o de las personas.

En la Universidad Latinoamericana, la primera charla fue dirigida al departamento de Recursos Humanos de esa universidad. La segunda charla en la misma institución fue dirigida a estudiantes pertenecientes a la Generación Z en su mayoría. En verdad, pude descubrir que la Generación Z quizás sea más global, pues tampoco noté tanta diferencia con la de España.

Por su parte, en la Universidad Anáhuac, la charla estaba ideada para alumnos de maestrías, es decir, personas con amplio bagaje en el mundo de la empresa, que están ampliando su formación. Después tuvimos oportunidad de conversar en un entorno más distendido donde me aportaron más datos de su experiencia.

Pese a que todas las sesiones tuvieron una duración de una hora, el enfoque de cada una fue totalmente distinto y me dio una visión amplia de cómo ven las cosas estas personas pertenecientes a entornos y roles diferentes.

Ya en el 2013, tuve la ocasión de visitar Panamá para impartir unas charlas sobre nuevas tecnologías aplicadas a la empresa, dentro de un master dirigido a personal de la administración panameña. Son experiencias de vida que, si os surge la oportunidad, no dudéis en vivirlas, porque es una explosión de sensaciones.

Me he dado cuenta que, pese a la diversidad cultural y generacional, la problemática es global y que las empresas en México se encuentran con los mismos problemas que las empresas españolas para integran en sus filas a las personas pertenecientes a la generación Z recién incorporada al mercado laboral.

En próximos post os iré contando mi visión sobre las ofertas laborales en México, que no me dejaron indiferente… pero para saber más, tendréis que esperar a que las publique.