Cuando nos encontramos en proceso de búsqueda de empleo y queremos optar a ofertas de empleo concretas tenemos que afinar la forma en la que plasmamos nuestra experiencia laboral en nuestro perfil profesional.

La teoría nos la sabemos muy bien y algunos adaptan sus perfiles profesionales a cada oferta de empleo concreta a la que optan. Sin embargo, la práctica suele decirnos que no siempre se cumple. No olvidemos que el proceso de buscar trabajo, con independencia de estar en activo o no, es un trabajo a tiempo parcial o completo. Uno de los peligros, como todos los procesos de nuestra vida, es adquirir rutinas que nos llevan a efectuar parte de las tareas de forma mecánica. Esto también pasa en la búsqueda de empleo y más, en la labor de mandar vuestro perfil profesional a una oferta específica. Lógicamente, todos vais enfocados a determinado perfil profesional, puesto u ocupación que os interesa o para la que más capacitados estáis.

Primero, tenéis que determinar si dentro de vuestra profesión podéis ocupar un puesto o varios, es decir, imaginemos que eres un profesional de marketing. Tendrás que determinar si puedes o quieres trabajar de administrativa/o especialista en marketing, de técnica/o de marketing nacional y/o internacional, de director/a del departamento, etc.  Porque el enfoque de tu CV será muy diferente. Está claro que siempre debes tener un currículum genérico que deberás utilizar por ejemplo cuando realices auto candidatura, es decir, cuando mandes tu CV a una empresa sin saber si necesitan a alguien con tu perfil profesional o no.

Sin embargo, estamos ante el caso en el que optamos a puestos de trabajo que surgen de una necesidad de una empresa plasmada en una oferta de trabajo que vosotros habéis visto. Suele ser corriente que ante una oferta de electricista, por ejemplo, muchos, lo primero que hacen, es buscar donde tienen que mandar su CV para mandarlo cuanto antes. Cuando lo primero que nos debemos plantear como candidatos es analizar al detalle la oferta donde se especifican las funciones que tendremos que desempeñar, los requisitos imprescindibles solicitados por esa empresa para desempeñar ese puesto, competencias valoradas, entre otras cosas. Es en esto en lo que nos tenemos que focalizar en desde el primer momento. Debemos adaptar nuestro CV estándar para ese tipo de puesto de trabajo. Se tiende a mencionar TODA la experiencia. Es evidente que cuando vas teniendo cierto recorrido a tus espaldas se han podido realizar muchas funciones pero no es cuestión de hacer un listado de todas. Debemos tener claro que desempeñar un mismo puesto en varias empresas es un mundo diferente. Recomiendo afinar y saber discernir lo importante para que responda a lo que se espera de ti como candidato.

Imaginemos que para un puesto de técnico de comercio exterior exigen experiencia en apertura de mercado en otros países, es ahí, donde debéis potenciar el desarrollo de contar vuestras funciones desempeñadas en posiciones similares, relatando de forma concreta cómo lo hacíais. Una función a poner en vuestro CV podría ser abrir mercados o la búsqueda de potenciales clientes a las que les pudiese interesar el producto de vuestra compañía anterior, contactar con ellos para poderles mandar un catalogo y ver como te podías centrar en sus necesidades, pasar a visitarles para intentar cerrar un futuro pedido, etc. Aquí se trataría que os centrarais en personalizar y prestar unos servicios diferenciadores que les hiciesen confiar en vosotros. Por eso, también va bien que sepáis lo que no ofrece vuestra competencia directa y poder utilizar como argumento de venta. En todas estas funciones tenéis que ir a lo concreto para generar interés y rematar en la entrevista. Y también se trata de centrar esas funciones con logros. Seguimos centrados en la función de apertura de mercados en otros países en los que vuestra organización no tenía presencia. Una forma de plasmarlo sería “a los 4 meses de comenzar a trabajar en la empresa X conseguí un cliente en Francia y otro en Rusia, países prioritarios en la estrategia comercial internacional de mi compañía. Al año siguiente los conseguí fidelizar aumentando un 18 y un 23 respectivamente el porcentaje de ventas”.

Este tipo de labores son las que cuentan y el adaptar vuestro CV a una oferta concreta puede llevaros un par de días. Porque primero lo tenemos que adaptar, luego volver a leer, reflexionar sobre si está bien plasmado. Y sobre todo, ver si responde a todos los puntos que se mencionan en la oferta de trabajo.

No podemos pretender que los seleccionadores adivinen las funciones específicas que hemos desempeñado en otras empresas. Si algo queremos que quede claro, debemos especificarlo en nuestro perfil concreto adaptado a esa organización.

En estos momentos en los que existe tanta competencia debemos de trabajar nuestro CV para conseguir llegar a la entrevista de trabajo, donde os podréis explayar más, contando cómo hacíais las cosas pero, para llegar a eso, tendréis previamente que pasar el filtro de selección de perfiles. Y ahí es donde tenéis que hacer todo lo posible para que vuestro CV sea el que pase ese descarte.

No pasa nada por reconocer que todos podríamos haber trabajado más nuestros perfiles para optar a una oferta concreta. En alguna ocasión me he dado cuenta a posteriori que mi perfil no estaba relatado de la mejor forma para una oferta concreta y que eso pudo influir en que no pasase la criba de perfiles. Es decir, no importa cometer errores sino que hay que asumirlos para no volver a acometerlos.

No os dejéis llevar por la pereza en vuestro proceso de búsqueda activa de empleo. Cada vez más tenéis que ser más exigentes en ese proceso y seguir constantemente puliéndolo.

Y ya solo me queda por preguntaros… ¿Adaptáis vuestro perfil a cada oferta? Si no lo hacéis, ¿por qué motivo? Espero que no sea simplemente… pereza.