Foto Propiedad Juan Martínez de Salinas Cada año empezamos planteándonos unos objetivos, en un ámbito profesional pero también en el personal. Al finalizar un año, toca hacer balance. Tenemos que analizar cuáles de nuestros objetivos hemos cumplido y cuáles no. Esto nos permitirá ser auto críticos, si hablamos de objetivos personales, buscando las razones por las que no los hemos conseguido. Obviamente, cuando éstos son profesionales, habrá que justificarlos ante los superiores.

Cuando hablemos de objetivos incumplidos, no vale con decirnos a nosotros mismos “en otra ocasión será” porque no se trata de ser indulgentes sino realistas. Tenemos que preguntarnos lo siguiente: ¿Cuántas veces llevamos intentando conseguir ese objetivo? ¿Por qué motivo no hemos conseguido cumplirlo? ¿Qué ha fallado en el proceso? ¿Cómo se le podía haber puesto remedio? Y no olvidemos que ante todo… no podemos mentirnos.

Imaginemos que nos habíamos planteado como objetivo para este año “sacarnos el carné de conducir” y la principal acción que realizamos es apuntarnos a una autoescuela. Este es el primer paso, sin embargo, si no acudimos a clase, ni estudiamos la teoría, ni nos marcamos unos plazos realistas para examinarnos de la parte teórica y después comenzar con las clases prácticas no haremos nada. El hecho de apuntarnos no significa nada si no tenemos claras las acciones posteriores y constantes que tenemos que hacer. Muchas personas se apuntan y pasan muchos meses hasta que comienzan con las siguientes fases. Para sacarnos el carné de conducir requiere que estudiemos, que invirtamos tiempo y que no decaigamos en el empeño. Si a la primera no conseguimos lo esperado, debemos evaluar qué ha podido fallar y volver a intentarlo con nuevo enfoque y hábitos.

Los objetivos en nuestra mente parecen fáciles, sin embargo, conllevan esfuerzo, dedicación, esfuerzo y vivir en la acción para alcanzarlos.

Por lo tanto, de cara al 2017 os recomiendo que antes de marcaros multitud de objetivos profesionales penséis una serie de cosas: ¿Cuánto tiempo tenéis para invertir de cara a conseguir esos objetivos? ¿Cuáles son vuestras obligaciones profesionales, familiares y personales? ¿Qué estáis dispuestos a sacrificar para conseguir vuestros objetivos? Lo que debéis tener claro es que si no disponéis de mucho tiempo libre es preferible que os marquéis un objetivo y en caso de cumplirlo os podéis plantear otro más.

Dependerá, no obstante, del tipo de objetivo que nos planteemos porque algunos de ellos son a medio o largo plazo y también dependerá de qué nivel partamos. Es decir, aprobar una oposición requiere invertir tiempo y prepararse a conciencia. En este caso, también dependemos del número de plazas y de la fecha exacta de los diferentes exámenes. Imaginemos que nos planteemos como objetivo aprender francés. Los plazos dependerán del nivel que tengamos en la actualidad y del nivel al que queramos llegar y, a partir de ahí, del tiempo que invirtamos para estudiar y practicar. Es decir, si partimos de un nivel cero y queremos progresar a buen ritmo, a parte de ir a clase, tendremos que estudiar mucho fuera de ella y dedicarle tiempo extra para avanzar a mayor rapidez.

Debéis marcaros objetivos realistas, alcanzables y ajustados a vuestras circunstancias de vida actuales. Lo mejor es que tracéis las acciones diarias, semanales y mensuales que tenéis que hacer para cumplir vuestro objetivo o el nivel del mismo que precisáis alcanzar. Esto os permitirá ver mensualmente el ritmo que lleváis, los desajustes producidos y los progresos alcanzados. Además, puede ayudaros a ser flexibles y replantearos el objetivo para mejor o para peor. Si un mes no hemos cumplido las acciones previstas a ejecutar está claro que nos retrasará. Para no retrasarnos en los plazos marcados, será necesario que seamos metódicos, exigentes y objetivos. A veces, para no cumplir nuestras metas, buscamos excusas rápidamente y tiramos balones fuera para eximirnos de la culpa. Es normal que nos entre la pereza y que nuestro diablillo interior nos diga que no vayamos a clase, que no estudiemos, que nos hagamos los ejercicios, que no acudamos a eventos de networking, etc. Debemos coger el hábito de realizar las acciones y pasos que conlleva poder alcanzar el objetivo previsto por vosotros. Igualmente, va bien antes de comenzar, establecer de forma objetiva el tiempo mínimo a invertir para poder alcanzarlo en los plazos marcados.

Tenéis que tener claro que todas las personas tenemos 24 horas al día. Sin embargo, cada uno priorizamos a qué dedicamos todo nuestro tiempo. Todos sabemos qué es lo que tenemos que hacer, sin embargo, esto no significa que lo hagamos. A veces, va bien observar los hábitos y acciones de las personas que siempre alcanzan sus objetivos. De la misma forma, debemos preguntarnos a nosotros mismos qué es lo que dejamos de hacer para no cumplir nuestras metas.

Muchos, antes de haber alcanzado un objetivo, ya se han planteado 3 más. No hacemos nada si nos marcamos y empezamos muchos objetivos pero no concluimos ninguno. Antes de plantearnos un nuevo objetivo, debemos de alcanzar el anterior previsto. No es cuestión de comenzar muchas cosas sino de finalizar las que comencemos. Empezar es muy fácil. Lo complicado es alcanzar el fin previsto.

Por tanto, debéis mediros las fuerzas antes de plantearos nuevos objetivos. También es importante que mantengáis un dialogo interno con vosotros para asumir lo que conllevará alcanzar el resultado esperado. Ayuda mucho que estéis motivados para alcanzarlo para que os animéis a seguir en los momentos de bajón, que hay que recordar, siempre se tienen. Si os cuesta mucho asimilar un nuevo conocimiento es cuestión de invertir más tiempo y practicar más, por mucha pereza que nos dé.

Siempre encontramos quien todos los años se plantea seguir aprendiendo el idioma en el que siempre falla. Lo que no piensan es que si hacen e invierten el mismo tiempo que el año anterior conseguirán los mismos resultados negativos. Es decir, para alcanzar nuestros objetivos tenemos que hacer cosas de forma diferente a la anterior ocasión en la que fallamos.

Lo que está claro es que para seguir creciendo en el ámbito profesional y personal es muy importante marcarnos retos y nuevos metas. El conformarnos y estabilizarnos nos hace estancarnos, pero siempre podemos ir más lejos.

¿Qué objetivos nuevos tenéis? ¿Qué proceso seguís para cumplirlos? ¿Por qué motivos no habéis cumplido algunos de vuestros objetivos?