Todas las personas, cuando Foto verano 2013nos quedamos sin trabajo, solemos decir la expresión de «nos tenemos que poner a buscar trabajo» y quizás lo correcto fuera utilizar la expresión «ponernos a crear un puesto de trabajo en un nuevo proyecto profesional». Igualmente, cuando recurrimos a un servicio de orientación o a una oficina de empleo se suele lanzar la siguiente expresión «vengo a que me den trabajo o a que me lo busquen»

Partimos de parámetros equivocados, debemos asumir que el trabajo nos lo tenemos que buscar nosotros. Otra cosa es que estos servicios especializados para el empleo nos den pautas, herramientas, recursos e información de donde poder buscar en función de nuestro perfil.

Estamos aun en el mercado laboral, que se ha ido para no volver, donde nos daban un puesto de trabajo. Ahora ya estamos en un nuevo paradigma laboral donde somos nosotros, en función de nuestras competencias, de los que sabemos hacer, de nuestros conocimientos y actitudes nos creamos un nuevo proyecto donde colaborar e interactuar. Es decir, actualmente todos estamos comenzando a ser prestadores de servicios.

Durante mucho tiempo, se nos ha vendido la moto de que debíamos dedicar tiempo a reforzar aquellas competencias o conocimientos en los que menos destacábamos y que, por lo tanto, peor se nos daban dentro de nuestro sector u área profesional. Tenemos que asumir que es imposible saber de todo y aun más ser un crack en todo. Es preferible dedicar tiempo a esas actividades, materias, conocimientos y trabajos en los que somos especialistas y sobresalimos. Cuanta más experiencia adquiramos en lo que se nos da bien nos permitirá ser aun más efectivos y resolutivos en ello. Lo que está claro es que para poder dedicar tiempo a lo que se nos da bien debemos tener identificado qué nos diferencia a nivel profesional del resto. Es decir, saber en qué somos mejores que el resto. Esto requiere dedicar tiempo en observarnos y, por ende, conocernos a nosotros mismos. A veces uno lleva años haciendo las cosas de forma mecánica sin pararse a pensar en que es lo que se le da bien y, además, nos gusta.

Igualmente en tiempo de escasez de trabajo debemos de reinventarnos y eso supone analizar qué otras cosas sabemos hacer, se nos dan bien y nos gustan. Puede ser pintar, cocinar, escribir, conducir, etc. Después de tener esto detectado debemos analizar cómo se puede uno ganar la vida haciendo ese tipo de actividades. Esto requiere investigar a las personas que ya viven de eso, lo que se necesita para poderlo desempeñar, ver cómo esta ese sector y qué se puede ofrecer en el mismo de forma diferente. La cuestión es hacer cosas con las que disfrutemos.

Después debemos tener claro que el diferenciarnos en algo supone dedicar tiempo, esfuerzo y empeño en adquirir experiencia. Es decir, las hora de vuelo necesarias para ser aun más buenos en algo. Todas las personas que consiguen el éxito en una disciplina o profesión llevan con anterioridad muchas horas dedicadas a prepararse, especializarse y adquirir rodaje. El gran error es que muchas personas quieren diferenciarse y ser especialistas con un chasquido de dedos sin invertir tiempo. Esto no es diferenciarse sino «vender humo», irrealidad y paja. Quizás podáis engañar una vez pero no dos ni tres. La gente al final sabe diferenciar el trigo de la paja, de lo poco y bueno frente a lo mucho y malo.

Uno no consigue ser especialista o bueno en algo de la noche a la mañana. Con independencia de que algo se os de bien de manera innata, deberéis dedicar tiempos a seguir aprendiendo, perfeccionando y mejorando vuestras dotes en eso que se os da bien. Lo que pasa es que las personas, cuando analizan a otros que han logrado diferenciarse, solo ven el éxito pero no todo lo que han sacrificado he invertido para que esa diferenciación viese la luz.

¿Cuánto tiempo dedicáis a conoceros a vosotros mismos? ¿Qué os diferencia del resto? ¿Cuánto tiempo habéis dedicado o seguís dedicando para ser especialista en algo?

Es cuestión de que le deis vueltas a qué podéis hacer para buscaros de nuevo las habichuelas y conseguir ingresos. Uno puede ser muy bueno en algo pero si no consigue rentabilizarlo para obtener ingresos o beneficios cuantificables de algún tipo se queda con eso, es decir, con nada. Como ejemplo tenemos las herramientas 2.0 que nos dan mucha visibilidad a lo que hacemos o decimos. Es decir, esto es ruido porque eso no significa que lo que decimos nos haga más competentes o mejores profesionales. Muchas personas alardean de tener miles de seguidores en una red social o profesional, sin embargo, no cuentan cuántos de esos seguidores pagan o estarían dispuestos a pagar algo por seguirlos. Esto, para ser cierto y saberlo aprovechar, debe tener una equivalencia con nuestra trayectoria profesional fuera de esas plataformas.

En muchas plataformas parece que estamos en la alfombra roja de alguna entrega importante de premios porque a todo el mundo le va fenomenal en su nueva andadura profesional relacionada con la red y como quien dice acaban de empezar sin tener aun las horas de vuelo necesarias. Muchas veces debemos de hacer caso al refranero español que es muy sabia y aquí nos viene al pelo el siguiente «dime de qué presumes y te diré de que careces»

Diferenciarse es hacer algo de forma excepcional y esto consiste más en hacerlo  y demostrarlo y menos en decirlo. No olvidéis que la mejor plataforma para vender vuestra diferenciación es las personas que ya han contratado vuestros servicios.