Egypto 2015 134Este mundo no deja de sorprender; siempre llega alguna una noticia que te deja con la boca abierta. En el mundo de los recursos humanos, la selección y la búsqueda de trabajo también pasa: hace unas semanas saltaba la noticia de la Primera oferta de empleo “a la inversa” en la red  y muchos os preguntareis en qué consiste. Pues muy fácil es un candidato que, cansado de las exigencias de las empresas. pone su oferta para que las empresas quieran optar a él. La campaña la ha titulado “ahora elijo yo” y ha despertado el interés de muchos directivos interesados en conocer al candidato. Veremos en qué queda el tema.

Tras reflexionar sobre este tema durante unos días he decidido escribir mi punto de vista.

La primera idea puede parecer descabellada, sin embargo, creo que los candidatos con las cosas claras, también tienen derecho a elegir. No olvidemos que muchos candidatos preparados tienen que pasar duras pruebas de selección para luego decepcionarse con las condiciones económicas, el puesto en si o con la empresa en general.

Las empresas deben ser objetivas y vender lo bueno pero también lo mejorable para atraer al talento. Todos debemos asumir que la perfección no existe. No existe mejor camino para avanzar que reconocer las carencias de las organizaciones que dirigimos para asumirlo y buscarle soluciones. En un momento dado, podéis atraer al mejor talento, sin embargo, tenerlo y mantenerlo en vuestras filas exige ofrecer condiciones similares al nivel de exigencia que se le pedirá al recién incorporado. Algunas empresas quieren disponibilidad total, muchos años de experiencia, resultados exigentes a alcanzar y ofrecen una remuneración correspondiente a un puesto junior. Aunque algunos candidatos adecuados acepten estas condiciones, no es extraño pensar que el candidato simplemente estará de paso por nuestra organización. El candidato necesita trabajar y aceptará las condiciones abusivas posiblemente para sobrevivir. Sin embargo, no podemos negar que esos trabajadores ya comienzan defraudados y enfadados con esa organización, algo que no suele tener vuelta atrás. No nos engañemos. Las empresas obtienen por contrapartida el retorno equivalente a lo que dan.

Por lo tanto, veo perfecto que el talento preparado se decida a lanzar su oferta de trabajo que busca, las condiciones que acepta, lo que es capaz de hacer, cómo lo hace, requerimientos técnicos, competenciales e idiomáticos que tiene, años de experiencia, etc. Y a partir de aquí, que sean las empresas o mejor dicho las personas que las dirigen, las que se interesen por esa nueva forma de mostrar el talento. Está claro que esto lo tienen más fácil aquellas personas que cumplen un rol muy específico que las empresas busquen cubrir esos y tengan dificultades para obtenerlos.

Siempre digo que este tipo de acciones sirve para sacar los colores a las empresas y a pesar de que ellas siguen dominando la situación en la búsqueda de talento, no está mal que vean que algunos candidatos son capaces de dar un paso al frente y echarle valor para intentar cambiar las cosas.

Los candidatos deben saber valorar su perfil, saber lo que valen sin dejar de tener los pies en la tierra, exigir porque están dispuestos a dar mucho más a cambio, porque aportan cosas que otros candidatos no son capaces de ofrecer, etc. Si no os valoráis vosotros mismo nadie lo hará. Eso si debe ser una valoración objetiva. Esto se exige seguir preparándoos día a día, no dejar de practicar vuestra profesión, cultivar vuestras competencias, seguir adquiriendo nuevos conocimientos requeridos para vuestra profesión. Está claro que no será un camino fácil, sin embargo, al final encontraréis empresas que sepan valorar vuestro talento y que luchen por incorporaros en sus filas.

El futuro tiende cada vez más a proyectos con fecha de inicio y fecha de fin y esto exige incorporar a personas especializadas que cumplan al 100% ese perfil. Habrá que tenerlos detectados para atraerles y que quieran involucrarse en esos proyectos. Está claro que nadie es imprescindible, sin embargo, sí que determinadas personas son más necesarias y pueden hacer las cosas de una forma que permita a las empresas sobresalir y brillar de otra forma. Esto dependerá de donde quieran estar las empresas y de porque quieren sobresalir. Las empresas no brillan por si solas sino por las personas que habitan en ellas. Por lo tanto, es bueno tener a los mejores profesionales reconocidos en el mercado y saber sacarles el mayor partido haciendo que estén contentos.

Eso sí, los candidatos que quieran publicar una oferta buscando una empresa deben tener muy claro su perfil, sus características, aquello que les hace diferentes y saber mostrarlo. No se trata solo de decir que valéis sino saber demostrarlo y ser exigentes porque nos llegaran empresas de todo tipo.

¿Qué os frena para no comenzar a elegir vosotros?