Está claro que no es plato de gusto sufrir un despido, sin embargo, todos, a lo largo de nuestras carreras, sufriremos uno y más con el mercado laboral existente actual. Muchas personas están descontentas en sus puestos y se les pasa continuamente por la cabeza marcharse para acometer esos planes que llevan desde hace tiempo en su cabeza. Sin embargo, una cosa es pensar que queremos irnos de nuestro puesto actual y otra muy distinta hacerlo. Al final, todas las personas vamos haciendo nuestra vida y nos acomodamos en nuestro puesto de trabajo. Es más en muchas ocasiones tenemos señales evidentes de que nos van a despedir y las ignoramos o no las queremos ver.
Está claro que ningún trabajo es perfecto porque en todas las organizaciones nos encontraremos cosas mejores que en las anteriores pero también peores. En una tendrás un jefe que te haga la vida imposible pero en la otra igual son los compañeros u otras cosas.
Lo que está claro es que cada vez más como profesionales tenemos que estar en movimiento profesional, es decir, seguir formándonos, estar al día de nuestro sector, conocer los nuevos requerimientos solicitados para vuestra profesión, acudir a charlas, eventos, congresos del área, etc. de cara a no quedaros totalmente descolgados en caso de sufrir un despido no esperado. La cuestión es que estéis preparados por lo que pueda ocurrir. Por muy buenos profesionales que seáis, nadie está a salvo de ser despedido. Si ya de por sí es un shock inicial ser despedido, sino estamos preparados aun lo es más. Lo primero que todos los profesionales debéis tener claro es que ser despido no supone que no seáis válidos ni competentes, porque un despido puede ser por múltiples circunstancias que nada tiene que ver con vuestras competencias sino con las relaciones humanas, la estrategia corporativa, la situación económica, etc.
El ser despedido de primera supone hundirse y asumir la realidad. Sin embargo, tras el duelo inicial, debéis de ser fuertes y tomar el control de vuestra vida. Esto supone no intentar encontrar una respuesta a vuestro despido porque muchas veces no la tiene. La cuestión es que ha pasado y que vuestra anterior relación laboral es ya pasada. A partir de ese momento, debéis tomaros tiempo para ver planes de futuro laboral. Va bien que plasméis por escrito determinados planes que hayáis tenido y que los postergaseis por vuestra rutina laboral. De cara a establecer pros y contras de cada posible plan de futuro laboral. El tener que comenzar de cero en lo profesional permite acometer cambios, arriesgarnos y coger el toro por los cuernos. Es normal tener miedo y la incertidumbre de lo que pasará de ese momento en adelante os dará respeto aunque a la vez es emocionante.
Muchos diréis que yo hablo muy fácil porque no he sufrido un despido, sin embargo, yo he de comentar que en plena crisis fui despedido y me tuve que reinventar a nivel profesional. Inicialmente fue duro, sin embargo, al mirar atrás, puedo decir que fue un aprendizaje y un reto que me ha llevado a proyectos profesionales interesantes para mí. Ese despido me hizo cambiar cosas que de otra forma no hubiese cambiado. Al final, la conclusión de toda historia como la mía es que hemos sobrevivido y vosotros también lo podéis hacer. Pero antes de que ocurra debéis prepararos y estar en movimiento. No podemos negar que siempre es más fácil conseguir cambiar de trabajo estando en activo. Esto, no obstante, no os debe obsesionar porque grandes profesionales están desempleados y Han encontrado al final una buena oportunidad acorde a su valía y competencias.
La cuestión clave es saber afrontar lo que nos ocurra en nuestro largo periplo profesional, no tanto lo que ocurra sino cómo lo afrontemos. La actitud es clave para superar un despido y salir fortalecido del mismo. Como afrontar nuestro futuro profesional dependerá totalmente de nuestras circunstancias personales, familiares y económicas. Uno debe de priorizar todas esas facetas de cara a tomar las decisiones profesionales de futuro más adecuadas.
Debéis de soltar lastres de vuestra relación laboral anterior, en cuanto a condiciones salariales, modo de ejecutar funciones, tipo de empresa, etc. Todos partimos ya de un nivel y tenemos unas expectativas en todos esos aspectos respecto al nuevo puesto laboral. Sin embargo, no os ceguéis con las anteriores condiciones porque ahora más que nunca, os tocará demostrar de nuevo por qué razón os deben contratar, independientemente de vuestra trayectoria anterior. A veces, las buenas oportunidades pueden llegar en un formato que a priori no puede parecerlo algo temporal puede convertirse en duradero sin que en un inicio pueda parecerlo.
Personalmente, pienso que tras ser despedido es cuestión de recapacitar y poder reflexionar sobre planes aplazados. Ya no hay ataduras profesionales y es cuestión de pensar con cabeza si os merece la pena el riesgo del emprendimiento, por ejemplo. Está claro que no será fácil, sin embargo, en esta vida no hay nada imposible, siempre y cuando creáis en vosotros mismos y los caminos que afrontéis los comencéis con cabeza, planificación y esfuerzo.
Cada despido y cada persona es un mundo, la cuestión es saber avanzar y evolucionar a nuestro ritmo para seguir adelante. Lo peor que podéis hacer es quedaros atascados en el pasado. Hay que superarlo, olvidarlo, aprender de ellos y quedaros con lo positivo.
¿Cómo afrontasteis vuestro despido? ¿Cómo organizasteis vuestro futuro profesional tras ser despedidos? Cuéntanos tu experiencia al respecto.
Hola Juan,
Qué tal todo?.Espero que bien
He estado reflexionando sobre lo que comentas y señalas. Yo, de momento no he sufrido en propias carnes un despido, pero soy medio consciente de que a lo largo de mi vida laboral es más que probable que me toque lidiar con esa experiencia. Cómo dices el crisol de factores que explican un despido puede ser múltiple.
Por conocidos/amigos y familiares que han sido despedidos deduzco que hay mucha controversia, en lo que se refiere al tema de despido, que las apariencias engañan de forma notable, y que no pocas veces, efectivamente el trabajador/a no es mal profesional, ni mucho menos. Sin embargo el tema de las relaciones interpersonales, conflictos, rencillas, envidias, etc están presentes en parte de las verdaderas causas de algunos despidos, dejando a un lado condicionantes económicos.
Por otra parte, hay que poner en valor que, puesto que nadie estamos libres de pasar por esta «contingencia profesional», el enfoque efectivamente a aplicar es otro del que se tiende a tener. Por lo que se señala, cada vez más los despidos, no renovaciones de contrato, etc., estarán a la orden del día, si se considera como está evolucionando en el día a día el Mercado laboral.
Me quedo entonces con la actitud/perspectiva/enfoque de prepararse en el día a día, no sólo por nuestro propio desarrollo personal/profesional, sino también por lo que pueda acontecer profesionalmente, tanto desde el punto de vista de la formación y reciclaje continuos, como de la búsqueda de trabajo y mejora profesional activa y en continua evolución.
Muchas gracias.
Saludos y buena semana.
Raquel Ruiz
Hola Raquel,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Efectivamente en el actual mercado laboral es muy probable que la gran mayoría de trabajadores se verán afectados por un despido en mayor o menor medida.
Las causas de un despido son múltiples, es decir, cada despido es un mundo diferente. No se pueden hacer demasiadas generalizaciones al respecto. Aunque nunca tiene que ver con la valía de la persona que lo sufre. Que una persona sufra un despido no significa que tenga grandes cualidades y tendrá que encontrar el sitio donde sepan apreciarlas.
En el momento actual todos los profesionales no debemos dejar de hacer cosas por lo que pueda ocurrir. La clave es tener enfoque haciendo cosas que nos ayuden a mejorar nuestras opciones de empleabilidad. Asumiendo que hacer cosas significa en más de una ocasión equivocarse.
Saludos y buena semana,
Juan
Hola Juan!
Yo he sido despedida recientemente después de 6 años en la empresa. No entraré en detalles sobre las causas pero básicamente fue un problema personal con un mando. Actué con él como mi conciencia me dictó y de hecho, pese a lamentar mucho la pérdida de mi trabajo el cual adoraba, lo volvería a hacer, sin embargo se volvió en mi contra.
Los primeros días fueron de absoluta incredulidad, de vértigo, de sensación de vacío y de no saber muy bien hacia dónde tirar. Hablas en el artículo de «duelo» y es un poco así, recibiendo las condolencias de mis antiguos compañeros, afrontando cómo decírselo a mi familia…
Ha pasado más de un mes y ahora me siento bastante mejor y sobre todo, con muchas ganas de volver a empezar cuanto antes. Sin embargo, hay algo que me preocupa y es el hecho de, ante una entrevista de trabajo, cómo afrontar la pregunta de «Por qué ya no estás en la empresa X?»
Te agradecería mucho que me dieses tu opinión.
Un saludo!
Raquel
Hola Raquel,
Gracias por participar en mi blog.
Darte mucho ánimo. A veces uno tiene que posicionarse y actuar como debe hacerlo aunque eso a uno le traiga consecuencias no esperadas. Ya veo que lo vas bien con otra perspectiva.
Cuando te formulen esa pregunta no entres en detalles escabrosos ni en descalificaciones que no llevan a ningún lado. Debes comentar que se produjeron cambios en la organización debido a diversas perspectivas de ver determinadas situaciones. Centrándote en que te llevas una gran experiencia de esa empresa donde estuviste muy a gusto y que ahora estas abierta a nuevas oportunidades laborales.
Saludos y suerte,
Juan