Paisaje Como ya he comentado en muchas ocasiones, cualquiera nos podemos encontrar de un día para otro sin trabajo y, por ende, tener que ponernos a buscar y volver al mercado laboral.

Es habitual cuando uno habla con personas que se encuentran en proceso de búsqueda de trabajo y que han tenido otros trabajos anteriores que de sus bocas salga las frase «busco un trabajo estable». Ese concepto está caduco y, bajo mi punto de vista es un error. Cada uno entendemos una cosa diferente sobre lo que es algo estable. La estabilidad toca ganársela, demostrando de lo que somos capaces.

Con independencia de que tengamos una trayectoria profesional anterior, en cada nuevo trabajo o proyecto profesional nos tocará demostrar de lo que somos capaces, nuestras competencias, nuestras habilidades para el trabajo, nuestra adaptación y flexibilidad a la organización, etc. Lo que pretendo expresar es que muchos trabajos temporales de inicio se convierten en estables tras demostrar de lo que somos capaces, lo que podemos conseguir y la manera que tenemos de realizarlo.

El mercado laboral está cambiando diariamente y actualmente, la gran mayoría de los trabajos tienen fecha de inicio y fecha de caducidad, aunque esta pueda ser incierta. Las personas tenemos que apostar más por la estabilidad de nuestro proyecto profesional, es decir, por la adaptación de nuestras competencias, conocimientos y servicios que podemos prestar a lo que se requiere en cada momento en el mercado o sector profesional al que vamos dirigido. Es decir, las personas debemos evolucionar, cambiar y adaptarnos para estar preparados y ser aquello que precisen nuestros empleadores en cada momento. No podemos pretender tener garantizado un trabajo durante toda nuestra vida laboral sin adaptarnos. Los conocimientos y competencias adquiridos en un momento determinado, sin actualización, se quedan obsoletos y eso significa estar fuera del mercado.

Cada persona debemos estar con los ojos abiertos para ver hacia dónde evoluciona nuestro sector y las posibilidades objetivas de colocación de nuestra profesión. Claro que puede ser que muchas profesiones actuales ya existiesen hace década pero han evolucionado y cambiado considerablemente, es decir, requieren la adaptación de las personas en la forma de ejecutarlas.

El mercado actual requiere que seamos muy flexibles y que estemos en constante aprendizaje para ir en la misma dirección que las necesidades reales de los mercados. Ya no sirve saber mucho de algo sino que es cuestión de saber y aprender bastante de diferentes temas que, interrelacionados, nos permitan tener unos excelentes conocimientos de base globales que nos ayuden a ser especialistas en nuestras áreas profesionales.

La temporalidad o estabilidad de los trabajos que desempeñemos a partir de ahora dependerá de la solidez, adaptación y evolución de nuestros conocimientos, competencias y capacidades a las necesidades de nuestros mercados potenciales. Es decir, la clave es tener un buen proyecto profesional, que es la mochila que llevamos con nosotros. El proyecto profesional es el conjunto de conocimientos, experiencias, capacidades y actitudes que conforman vuestra profesionalidad en uno o varios sectores. Este proyecto puede ser estático o dinámico. Los proyectos profesionales estáticos están abocados a la extinción y los proyectos dinámicos van evolucionando y nos pueden permitir seguir creciendo sin una finalización prematura.

En la actualidad, también es fundamental tener la mente abierta porque las denominaciones de las profesiones cambian con mucha rapidez a las que se van incorporando novedosas funciones que van surgiendo. Es cuestión de que os vayais actualizando, reciclando y estéis capacitados para desempeñar vuestra anterior profesión y las nuevas que han surgido que pertenecen al mismo sector o pertenecen a sectores afines.

Los proyectos profesionales nos deben permitir aprender en la dirección que nosotros decidamos ir. Lo que está claro es que no podemos nadar en dirección contraria a los requerimientos o necesidades de nuestro mercado laboral o sector. Continuar la permanencia de nuestro proyecto profesional requiere acometer sacrificios a los que nadie nos obliga. Realizar esos esfuerzos o no es decisión nuestra, algo que puede significar quedarnos fuera del mercado o continuar en él.

Importante pregunta ahora… ¿Cuál es vuestro proyecto profesional?