La motivación es un tema siempre en el candelero… del que he hablado ya en alguna ocasión… y del que siempre se puede seguir hablando. Creo que os he comentado que tenía un jefe que siempre me decía que la Motivación hay que traerla de casa… E independientemente de lo cierto o no que sea esta afirmación, creo que lo complicado es mantener siempre la motivación a niveles altos y no caer en la tan preocupante desmotivación profesional.
Las organizaciones deben poner de su parte para que existan proyectos innovadores, dar libertad a su personal para poner en marcha nuevas ideas, tener canales de comunicación ágiles y efectivos, planes de desarrollo personal flexibles y adaptados a las necesidades de cada trabajador, etc. Este tipo de aspectos ayudan a que las personas vayan y se mantengan motivadas en su puesto de trabajo. Las empresas suelen argumentar que sus personas son lo más importante para ellas, pero más importante es demostrarlo con hechos. Suele pasar que al final, el trabajador es considerado un número más.
De la misma forma, uno debe tener claro que el trabajo perfecto no existe, es decir, uno puede cambiar de empresa y de puesto de trabajo tantas veces como quiera y en todas sus experiencias laborales se encontrará con aspectos positivos y con otros a mejorar. La clave está en que lo positivo gane a lo negativo. Las alarmas deben sonar cuando lo negativo pesa mucho más que los aspectos positivos. Uno debe de quedarse con los aspectos buenos que tiene su compañía y puesto de trabajo. Debemos saber reconocerlos y acordarnos de ellos cuando nos surgen problemas. Cada uno debe intentar luchar por conseguir convertir los aspectos a mejorar en positivos, buscándole solución. El problema surge cuando la empresa o las personas que forman parte de la misma no quieren hacer nada por cambiar o mejorar los aspectos que producen muchos problemas dentro de la organización.
Es fundamental tener una actitud abierta, positiva y de aprendizaje de cara a estar motivados en el trabajo. Sin embargo, también debéis tener una actitud fuerte, seguridad en vosotros mismos y saber los aspectos positivos de vuestro trabajo para cuando algunas personas de vuestra organización intenten ponerlas en duda.
Es normal que todos en vuestras empresas paséis por fases de alza y de baja. La clave es que cuando estéis de bajón debéis salir de ahí o aprender a hacerlo, buscando cosas que os motiven, os hagan pensar, evolucionar y salir de la zona de confort. Si habéis intentando por todos los medios cambiar diferentes aspectos de vuestro trabajo y vuestra compañía no esta por la labor y eso afecta directamente a vuestra manera de ejecutar el trabajo, quizás sea el momento de plantearos un cambio. Cuando uno quiere hacer un cambio profesional teniendo trabajo debe meditar mucho la estrategia a seguir. En primer lugar, debe plantearse qué se busca, tener identificadas las prioridades y marcar unos objetivos a alcanzar para logar el ansiado cambio. Os debéis tomar el cambio a medio plazo, como una mejora, no como una huída. Esto es fundamental. Escaparse a lo primero que sale no es bueno, porque a veces la precipitación os puede llevar a otra organización aun peor de en la que estáis actualmente.
Es vital también tener identificados los principales motivos que os hacen cambiar de compañía o mejor dicho las personas que trabajan en esa organización que os impulsan a hacerlo. No olvidemos que las empresas son sus personas.
Hasta que llegue ese cambio, no podéis decaer y que eso afecte vuestro trabajo. A veces, es mejor solventar el tema antes de partir… buscar soluciones a esos problemas, que no deja de ser una madurez que nos vendrá bien para la siguiente etapa. Tenéis que encontrar temas que os motiven y entusiasmen, que por supuesto aunque sean fuera de vuestra organización y trabajo actual. La clave es que hagáis vuestro trabajo con efectividad, lógicamente el no tener motivación se nota en determinados detalles pero no debería estar presente en su ejecución final.
Nos tenemos que plantear que llegar a lo que deseamos nos puede llevar más tiempo de lo que pensamos. Hay que saber llevar bien esa travesía en el desierto. Será vital saber donde queréis ir para no estar dando tumbos; esa clarificación la tenéis que hacer vosotros. No podéis olvidar que marcar vuestros objetivos profesionales supone asumir riesgo y que a veces las cosas no salgan como esperáis. Tened en cuenta que el que no se arriesga nunca consigue nada.
La motivación esta muy relacionada con la capacidad de adaptación de cada persona. No importa tanto lo que os ocurra sino cómo reaccionamos ante esos hechos y las acciones posteriores.
Uno tiene que saber construirse dentro de sus posibilidades el entorno y el trabajo que le aporte sus niveles óptimos de motivación. En el trabajo pasamos mucho tiempo de nuestra vida, sin embargo, no es la única faceta y debemos saber separar esa vida profesional de la personal y dar a cada una la importancia debida dentro de vuestra escala de valores.
Conseguir estar motivados requiere mucha inversión en nosotros mismos, escucharnos, tener claro lo que queremos y nuestros objetivos, ser pacientes y no idealizar la perfección.
Al final se trata de sopesar y ver si nos compensan o no los sacrificios que nos conlleva cada empresa y trabajo para estar a gusto ahí. En esta vida debemos ser flexibles y adaptables, aunque en determinados momentos debemos saber plantarnos nuestro futuro, a pesar de las consecuencias que os conlleve eso.
¿Cómo habéis superado vuestros procesos de desmotivación? ¿Cuántas veces habéis sufrido desmotivación profesional? ¿Cuáles fueron los principales motivos de vuestra desmotivación profesional?
Hola Juan,
¿Qué tal?. Espero que bien.
He leído tu post y me gustaría comentar unas cuestiones.
Estoy de acuerdo y es evidente que al igual que en la vida en general, en el trabajo pasamos por temporadas, rachas, mini-temporadas por qué no, días de bajón, de flojera o la llamada desmotivación.
Como bien apuntas, una de las claves es la Adaptación, cada vez creo más necesaria en todos los ámbitos y aspectos de la vida, y en particular en el ámbito profesional. Tener una Actitud Positiva y una capacidad para asimilar y adaptarse a las circunstancias que nos toquen vivir, es fundamental, lo cual no siempre es fácil y factible, efectivamente, pero hay que tender a ello en la medida de lo posible.
Yo, personalmente también he tenido mis malos tragos en el trabajo que desempeño desde hace unos años, por diversos motivos, y he intentado, aunque no siempre lo he conseguido, sacar una lectura positiva de éstas malas situaciones. He intentado tomar, una posición en perspectiva, desde la distancia(esto me lo han dado los años) y analizar dónde estaba la dificultad, fundamentalmente.
Estoy totalmente de acuerdo, que salvo algunos casos, siempre hay aspectos positivos en sí mismos en el trabajo, que nos apoyan, nos refuerzan de forma favorable y nos dan ánimo para seguir adelante a pesar de las dificultades, que éste implique. Aunque por otro lado, el verdadero núcleo de la motivación, creo sinceramente que está en nosotros mismos, más allá de los factores externos que nos rodean y nos puedan condicionar
Es por lo tanto nuestra Actitud como apuntas, la que marca la gran diferencia en la temática de la motivación. Ya decía Victor Frankl, “ Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la ACTITUD con la que afrontes ese sufrimiento”.
Por ultimo, me gustaría añadir, que para los que buscan empleo, estando en activo a su vez, en mi opinión, una frase que ayuda es aplicar “el aquí y el ahora ”, lo cual puede ayudar a focalizar nuestras actividad y objetivos, en cada contexto y en cada momento, de forma adecuada y ordenada. Cuando se trabaja en el trabajo actual, hay que estar al 100% en ello, y cuando se busca un trabajo que sustituirá al que tienes, hay que estar centrado en ello, as u vez con todos los sentidos, siguiendo un a estrategia, una planificación, asentando las bases de una rutina o disciplina de búsqueda, etc.
Es decir, no por ansiar un cambio profesional que repercutirá en lo personal, queramos o no, hay que bajar la guardia en el desempeño diario del trabajo que aún no hemos dejado atrás y del que podemos seguir aprendiendo y perfeccionando, incluso hasta el último día.
Estos aspectos tendrán además, un más que probable reflejo positivo y diferenciador en posteriores trabajos y/o puestos.
Muchas gracias. Buen programa de “Empleo en Red” mañana.
Saludos
Raquel Ruiz
Hola Raquel,
Gracias por participar en mi blog.
Efectivamente debemos quedarnos con lo positivo. La actitud con la que encaremos lo que nos toca vivir a nivel profesional es lo que marca la diferencia. No es tan importan lo que nos ocurre sino como lo afrontamos.
También coincido en que con independencia de la desmotivación se debe seguir desempeñando tu trabajo con profesionalidad. Esto no quita para que podáis estar buscando otras oportunidades si ese trabajo ya no os merece la pena.
Saludos,
Juan
Esta muy interesante los comentarios que plantean, creo que todos hemos pasado por una etapa de desmotivación y día a día estamos en constante lucha con los problemas laborales, el mundo cambia aceleradamente y tenemos que adaptarnos.
Definitivamente, hay que tomarse un tiempo en interiorizar lo que es mas valioso para nosotros antes d tomar decisiones, estoy de acuerdo con lo que comentan Raquel «vivir el hoy y el ahora», siempre dar el mejor esfuerzo cada día no nos creara esa incertidumbre ni dudas.
Estar tranquilos, felices, tener claro lo que deseamos lograr y dar lo mejor de nosotros cada día es lo valioso, lo demás esta de mas.
Aurelia Manzanero
Muy buen artículo. Gracias al trabajo que obtuve por concurso y que abandoné hace un año por haberme salido un desempeño temporal en otra plaza aprendí a desconectar del trabajo y a localizar el problema: el director de la unidad. Tristemente unos cuantos funcionarios administrativos y unos cuantos técnicos de mantenimiento no podían estar equivocados.
Hola Aurelia,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
En la actualidad estamos sometidos a muchos factores y la excesiva conexión nos hace ir estresados confundiendo prioridades. La vida profesional pasa por etapas de subida y de bajada, es cuestión de saber sobrellevar ambas etapas bien. El vivir el ahora es muy útil porque es lo que controlamos, no debemos martirizarnos por lo pasado o por lo que vendrá. Aunque es fácil decirlo y complicado hacerlo. La clave es tener claro cuál es nuestro objetivo y eso hace que la desmotivación temporal o crónica a nivel profesional se mitigue.
Saludos,
Juan
Hola Isidro,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Como bien comentas es necesario descubrir cuál es el foco principal que provoca la desmotivación que uno vive. Una vez detectado se debe valorar de forma objetiva si tiene solución o sino. Todas las situaciones son reconducibles, lo importante es que no nos quedemos estancados y le busquemos una solución a la desmotivación. En más de una ocasión es necesario buscar un cambio profesional.
Saludos,
Juan
Interesante artículo relacionado con el mundo laboral y las desavenencias debido a diferencias entre las formas de hacer las cosas en las empresas y la visión que puede tener el trabajador sobre ellas, lo cual, no siempre va en el mismo sentido.
Pero respondiendo a tu pregunta mi Desmotivación nunca ha venido en los trabajos desarrollados en ninguna empresa ¿qué raro no? ¿Cuáles son las razones? Pues que siempre son trabajos temporales por programas y proyectos que tienen una corta duración.
Y es aquí donde llega mi Desmotivación, me apasiona en trabajo que realizo porque trabajar con personas es lo más satisfactorio del mundo, por lo menos para mí. Pero desgraciadamente pocas veces veo los resultados ya que estos procesos se cortan y no vuelves a saber de estas personas. ¿Qué cual es mi profesión? si ORIENTADORA LABORAL.
Y cómo me motivo pues participando en estos blog, leyendo sobre la importancia de los procesos de orientación en este nuevo mercado laboral y sobretodo manteniendo la creencia en mí a pesar de que falte mucho porque se ponga en valor esta profesión.
saludos
Hola Raquel,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Coincido con tu planteamiento. Yo he trabajado en orientación y es un problema que genera desmotivación o desesperación el no poder evaluar o seguir la evolución de esa persona. Algunas personas necesitan menos tiempo y otras más, se debería de flexibilizar los tiempos, primando más la calidad y no la cantidad. Se va mejorando pero aún queda mucho por hacer.
Al final como bien dices debe uno mismo buscarse revulsivos que le motiven a seguir adelante, viendo que otras perspectivas y visiones son posibles.
Saludos,
Juan