Foto propiedad Juan Martínez de Salinas MurilloTrabajar en una multinacional tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Incluso empresas en proceso de expansión, también puede conllevar ciertos procedimientos similares a las multinacionales. Los trabajadores tendrán la oportunidad, si así lo desean, de desarrollar sus trabajos en otro país. En otros casos, no siempre va a ser una elección del propio trabajador. El moverse a otro país, no es un “Hala, me voy a Alemania”. Conlleva ciertos puntos que todo trabajador ha de tener claro y negociar adecuadamente.

1)      La voluntariedad: Todo trabajador debe tener la opción de decidir si quiere o no desplazarse a otro país. Las obligaciones no suelen ser beneficiosas para los intereses de la empresa, si el trabajador no se siente arropado por la empresa.

2)     Todo cambio no es gratuito. La empresa debe echar números para ver si merece la pena tener a una persona viviendo en otro país de continuo, teniendo en cuenta la cuota de negocio y los clientes actuales y potenciales que pueden llegar. Una negociación salarial adecuada, ya que el coste de vida en el país de destino puede diferenciarse considerablemente de la del de origen.

3)     Tendrá que tenerse en cuenta una remuneración en especie… vehículo, (imprescindible para desplazarse), seguro médico, (normalmente, hablamos que en muchos países se tiene que recurrir a seguros privados), ayuda a la vivienda y manutención… ayudas al traslado de la familia.

4)     No todo trabajador va a rendir igual si se le saca de su entorno. Habrá que identificar cuál es la persona más adecuada para expatriar, es decir, persona interna o externa (contratada de propio para eso). Lógicamente cada opción tiene sus pros y contras, aunque siempre suele ser más fructífero mandar a una persona de la casa de confianza cuando es la apertura de una nueva fabrica, oficina o se decide apostar por determinada zona.

5)     En toda expatriación se tiene que negociar retornos al país de origen regulares, así como fecha de vuelta definitiva… o fecha de renegociación de la expatriación.

CONSEJOS PARA LOS QUE VAN A SER EXPATRIADOS

La empresa hará su oferta global y aunque obviamente vosotros os fiéis de que vuestra empresa quiere lo mejor para vosotros, es bueno que contrastéis la información por vosotros  mismos, buscando información coste de vida en el país de destino a nivel global, los aspectos positivos y negativos de residir allí, etc.

Un buen consejo sería contactar con otros trabajadores de vuestra u otras empresas que han pasado por esa misma situación en ese país u otro y así, conocer su testimonio que os será de mucho valor.

Aconsejo preguntar si se cubre alguna ventaja o ayuda en caso de que vuestro entorno familiar o personal se traslade con vosotros y en caso de no hacerlo de momento ver si os dan algún plus económico por los viajes de un país a otro. Además, creo que puede ser interesante explorar opciones de trabajar jornadas flexibles de cara a poder acumular paquetes de días que poder pasar en España, o en tu país de origen, complementarios a vuestras vacaciones.

Como ya he dicho antes, el contrato deberá establecer la duración de la expatriación. Olvidaos de la “buena voluntad”. Para evitar malentendidos, se debe acordar todo aspecto que puede afectar dicho desplazamiento de nuestro entorno de trabajo. Como se suele decir, las palabras se las lleva el aire… y como protección de uno mismo, lo mejor es dejar todo reflejado por escrito.

De la misma forma que se menciona el período máximo de estancia, se deberán especificar las diferentes tareas que se tendrán que desempeñar, sobretodo, si difieren de las que hacemos en origen. Y no habrá que olvidar que el retorno, debe estar pactado también, volviendo a las condiciones que se tenían antes si el puesto es el mismo, o si se prevé algún tipo de indemnización de no ser así.

Lo que os pretendo hacer ver es que a vuestra empresa le puede correr prisa que toméis una decisión. Sin embargo, debéis de tomarla siendo la mejor para vosotros; quizás no te apetece cambiar tu país de residencia porque tenéis vuestra vida hecha allí. Una cosa es que la empresa quiera hacerlo y otra que vosotros queráis y tengáis que aceptarla.

No olvidéis que esto sería una modificación sustancial de las condiciones de trabajo (artículo 41 ET) o de movilidad geográfica (artículo 40 ET) Con una regulación exhaustiva en el Estatuto de los Trabajadores, que es la normativa de mínimos. Con esto me refiero a que vuestros convenios laborales pueden mejorar estos aspectos. Simplemente quiero recalcar que, como trabajador, tenéis vuestros derechos. Es una decisión que tenéis que sopesar. Y en caso de que no os de tregua vuestra compañía, tendréis que valorar si os interesa seguir trabajando en esa empresa a medio o largo plazo.

Está claro que el vivir y trabajar en otro país es una experiencia vital que debe ser interesante, aunque todo dependerá de en qué momento de vuestra vida os encontréis. Igual no es vuestro mejor momento, no os lo habéis planeado o mil impedimentos objetivos más.

Me gustaría conocer vuestra opinión a este respecto y os lanzo las siguientes preguntas: ¿Cómo ha sido vuestra experiencia de expatriación laboral? ¿Qué otros aspectos se deben tener en cuenta antes de tomar la decisión? ¿Qué recomendaciones dais a los trabajadores que se encuentren en esta tesitura?