El espíritu emprendedor de cada persona es algo que debe nacer con un período de reflexión, maduración, investigación, prospección, dialogo y valentía.
En España vamos de un extremo a otro. Antes solamente 4 elegidos podían ser emprendedores y ahora parece que el que no emprende es porque no quiere. Existe en la actualidad una “burbuja emprendedora” a la que se han subido muchas entidades y personas para “chupar de la burra” mientras dure.
El emprender algo por nuestra cuenta es una opción más, con sus dificultades que parece que no todo el mundo parece ser conscientes.
Vivimos en una sociedad en la que todo es rápido… Existen talleres de “cómo encontrar tu idea en 3 horas” y el tema es que muchas personas necesitadas se lo creen. La idea de su negocio la tiene que tener cada persona que está barajando emprender. Un servicio especializado en ayudar a los emprendedores no dan las ideas a peso. Estos servicios deben estar para ayudar en el proceso específico en el que se encuentre cada emprendedor.
Desde mi modesto punto de vista, se duplican los servicios prestados por múltiples entidades públicas y privadas a las personas que tienen inquietud emprendedora. Este tipo de persona va con su idea en la cabeza y poco trabajada en papel. Necesitan información sobre formas jurídicas, licencias necesarias, costes de darse de alta de autónomos y demás tramites, cómo hacer el plan de empresa, etc. Estas entidades suelen dar esta información en papel o mandarlas en formato telemático. Tienen que existir entidades que presten este servicio pero limitado a las necesarias. Se deben dar talleres de fomento del espíritu emprendedor pero en colegios, institutos, centros de formación profesional y universidades. Eso sí, planteados de una forma práctica y real, quizás estos talleres deban impartirse por personas que han emprendido y que saben más que nadie de lo que hablan. Al menos deberían participar en el proceso de alguna forma.
Debe existir entidades especializadas en el emprendimiento sectorial o por área: sector tecnológico, servicios, construcción, industrial, legal, servicios veterinarios, sanidad, belleza, prevención de riesgos. Cada sector o área tiene unas especificaciones, normativas, cosas a tener en cuenta en su plan de empresa. Es decir, entidades especialistas que acompañen a la persona en su proceso de inicio, desarrollo y puesta en marcha dando soporte. Eso sí, los emprendedores deben tener claro que ayudar no significa que otros os hagan el trabajo de campo que tenéis que hacer vosotros. La información básica de consulta del sector para personas con inquietud emprendedora debería estar disponible en la red para que se pueda consultar.
Pero no olvidemos que detrás del espíritu emprendedor debe existir algo más que la necesidad de buscarnos o inventarnos un trabajo que nos dé ingresos. El emprendimiento por necesidad suele venir acompañado de premura, poca reflexión, desarrollo de la idea, falta de experiencia en el sector. Algunas personas deciden emprender y en vez de solucionar sus problemas se buscan muchos más. Emprender no es fácil y requiere una labor global de campo de trabajar la idea, el mercado, el producto, la forma jurídica y todos los aspectos a tener en cuenta. A parte de esto, está claro que aunque lo tengamos todo muy trabajado, siempre existe un punto de riesgo. Es decir, por muy pensado que esté todo, tenemos que lanzarnos al vacío un día y enfrentarnos a la puerta cerrada y sin clientes. Los beneficios, buenos resultados tardan en llegar. Los comienzos son para sobrevivir metiendo muchas horas, haciendo mucho trabajo de campo, comercial, de establecimiento de contactos, sinergias, etc.
No todo el mundo sirve para emprender y esto se debe asumir y no pasa nada por ello. Lo que creo es que se debe producir una mayor flexibilidad en la regulación del trabajo freelance o de prestación de servicios. Se ha mejorado pero aun queda una regulación específica que contemple todas las opciones, situaciones y posibilidades existentes en la vida real.
Emprender es uno de los caminos posibles que van a requerir inversión de tiempo, trabajo, esfuerzo, y dificultades en su proceso. Debéis huir de aquellas personas que os lo pinten como un camino de rosas. Quizás podéis comenzar por lanzarles las siguientes preguntas: ¿Cuántos negocios habéis emprendido? ¿Por qué no funcionaron? ¿En qué os equivocasteis? ¿Cómo hubiesen podido funcionar?
A veces nos emperramos en poner como ejemplo a los grandes empresarios o emprendedores para contar a los que quieren comenzar. Estoy seguro que aprenden de ellos, sin embargo, necesitan también un aprendizaje de realidad donde se estudien los casos de emprendedores que han fracasado y se conozcan sus errores para que vayan sobre aviso y si pueden evitarlos no los cometan. Del fracaso se sacan grandes lecciones aunque si se puede evitar es mejor. Porque los proyectos emprendedores llevan a veces una fuerte inversión que por mucho que queramos no nos permiten comenzar de nuevo con facilidad.
Por último, me gustaría añadir que a veces, nos encontramos el caso del emprendedor que está harto de su superior y quiere trabajar para si, escapando de ese jefe que le hace la vida imposible. A este perfil, simplemente he de aconsejarle que el emprender no es un escape a un problema… No olvidemos que el emprender supondrá también buscar clientes o proveedores, que posiblemente sean tan problemáticos o incluso más, que ese superior que nos hacía sufrir. El emprender es tener una idea, vivirla, luchar por ella, defenderla, y sobre todo, trabajarla para hacer que sea una realidad. El emprender no es un camino de rosas, hay que invertir tiempo y esfuerzo… algo que parece que no todo el mundo tiene claro.
España aun es un país donde se prima la seguridad en el trabajo y es algo que está muy interiorizado en la sociedad. Se debe reeducar a las personas de una forma real, haciendo ver que el sistema ha cambiado. No es ni mejor ni peor sino diferente. La seguridad del trabajo para toda la vida se está esfumando. Debemos concienciar a las personas que trabajaran por proyectos, que deberán evolucionar rápidamente, que el riesgo les acompañara durante toda su vida laboral, etc.
Aun nuestros jóvenes prefieren de forma mayoritaria ser funcionarios. Eso sí, ninguno dice que quiere emprender y cambiar cosas en el funcionamiento burocrático de la administración. Se necesita en el sector público muchos intraemprededores que luchen aun más por cambiar las cosas y el sistema.
Emprender no es imposible. Pero hay que tener todo muy estudiado para que el emprendimiento sea efectivo y exitoso. Aunque algún ejemplo de suerte haya, siempre digo que es un proceso donde uno debe ser hormiguita… trabajar, esforzarse y dedicarle toda la atención.
¿Por qué no tienes espíritu emprendedor? ¿A cuántos emprendedores conocéis en vuestro entorno personal? ¿Qué opináis de la burbuja emprendedora?
Hola Juan,
¿Qué tal?. Espero que bien.
Respecto a lo que planteas y comentas, estoy de acuerdo y desde mi humilde punto de vista, se ha magnificado bastante el tema de emprendimiento, en general.
Por otra, no era consciente de que se están duplicando servicios, tiempo y esfuerzo en entidades que están dando el asesoramiento a los aspirantes y/o interesados en el emprendimiento. Lo cual me parece cuando menos censurable.
Personalmente, con mi búsqueda de empleo, desde un tiempo a esta parte y mi replanteamiento de cuestiones profesionales/personales, pensé, aunque rápido y sin mucha profundización, en la opción del emprendimiento. En mi caso, en el estado que me hallo actualmente, de proyecto de cambio de puesto y se sector profesional, no me veo siendo una persona que acuda a un servicio de orientación para emprendedores, al menos a fecha actual. Creo que no tengo ciertos aspectos personales y competencias suficientes para ello. Y como dices, no pasa absolutamente nada. Es una opción que para mí, no tiene viabilidad, a día de hoy, al menos.
Me parece muy acertada la idea de que los emprendedores experimentados transmitan sus experiencias no satisfactorias de emprendimiento, reflexiones y conclusiones a las que llegaron, claves y factores que influyeron, lecciones a aprender y a enseñar… Como dice Juan Luis Miravet, en su interesante librito, “¿Por qué fracasé con mi franquicia?”: “sabiendo por- qué otros tienen éxito, evitarás tu fracaso. ¡Mentira!. Para evitar que un emprendedor fracase ha de saber por qué fracasaron aquellos a quienes no les fue bien”. Otra idea de las muchas que lanza es que un enemigo muy común del emprendedor es el exceso de entusiasmo, lo cual es acorde en mi opinión con lo que señalas y lo que expongo.
Finalizando, que para emprender con el mínimo de riesgo posible, hay que pensárselo mucho, tener ciertas competencias personales, profesionales, estar dispuesto/a a unas buenas dosis de esfuerzo, dedicación, capacidad de adaptación, resiliencia, pro-actividad e iniciativa continuas, tener un buen asesoramiento personalizado, aprender e interiorizar las lecciones de emprendedores experimentados y con historial de “fracasos”, considerar nuevos enfoques y perspectivas, etc. Habilidades no presentadas por una mayoría de personas y que no garantizan, por sí mismas, el éxito esperado finalmente.
Gracias.
Saludos
Raquel Ruiz
Hola Raquel,
Gracias por participar.
El emprendimiento es una opción más con sus pros y sus contras. Se debe meditar esta opción antes e lanzarse a la aventura y informarse bien. A veces determinados fracasos ocurren por premura, falta de preparación e improvisación total.
La transmisión de conocimientos por parte de los emprendedores con experiencia es algo que se debe potenciar más y que se cuenten las cosas buenas y las dificultades.
Saludos y buen fin de semana,
Juan
Un muy buen artículo…solo una cosa. Es dificil concienciarnos de lo que dices «… que el riesgo que el riesgo les acompañara durante toda su vida laboral,…» más que nada porque para la mayoría nuestra vida laboral coincidirá con la mayor parte de nuestra vida natural (hay que comer…) y si esto es así es tanto como decir que vamos a estar «en riesgo» casi toda la vida, en riesgo de desempleo, en riesgo de no poder acceder a unos alimentos, a un techo sobre la cabeza…. Ya sé que la vida es un riesgo en si… pero aún asi sigue siendo dificil admitir que esa «seguridad en el trabajo» que es extensible a la vida misma se considere hoy por hoy tan «demodé» para muchos…
Hola Merche,
Gracias por comentar y participar en mi blog.
Coincido contigo en que cuesta cambiar de mentalidad y llevar con normalidad lo del riesgo constante a nivel de empleo. La clave es tener las competencias clave a nivel de empleabilidad en nuestro sector, para no estar faltos de proyectos. Sin embargo, nuestra sociedad aun no ha cambiado su mente y aun esta acostumbrada a la estabilidad de antaño, del trabajo para toda la vida. Ningún extremo es bueno y la claves es buscar soluciones y alternativas que fomente el término medio.
Saludos,
Juan
Hola,
En mi modesta opinión, creo que emprender es una tarea que para lanzarse, a día de hoy, se ha de tener unos conocimientos mínimos para ello. Ya no sirve seguir solamente las indicaciones de algún experimentado que haya fracasado o estar muy puesto en las ayudas del govierno, que en este momento, parece que intentan fomentar que todo el mundo se cree su propia empresa para disminuir sus estadísticas de paro, sino que además la persona tiene que tener formación sobre el tema de las nuevas tecnologías e internet.
Una persona sola creo que no puede abarcar todo lo que tiene que tener una empresa para sacarla hacia adelante porque tiene que hacer frente a muchos aspectos que por sí misma quedan fuera de sus conocimientos. Hay que saber delegar y creo que para eso lo mejor es tener un socio o alguien que nos pueda ayudar y dividirse el trabajo.
Saludos.