Foto propiedad Juan Martínez de SalinasSiempre ha existido el rumor generalizado de que una persona que hubiese estado muchos años opositando para entrar en la administración pública lo tenía crudo para trabajar en la empresa privada si dejaba de opositar. Igualmente, el caso de una persona que tenga su plaza fija en la administración y decida cerrar ese capítulo para comenzar otro nuevo. Por supuesto, que algunos departamentos de recursos humanos cuadriculados han pensado y seguirán pensando esto.

Bajo mi punto de vista, debemos fijarnos en las competencias de cada candidato, sus conocimientos y experiencia heterogénea. Los motivos del cambio se deben preguntar, sin embargo, no es algo tan vital.

En mi caso, al acabar mis estudios académicos comencé a trabajar en la empresa privada. En el 2009, con la crisis, como muchos españoles, me quede sin trabajo. Mi idea era volver a la empresa privada, aunque en la actualidad estoy trabajando en la Administración Pública. Pero claro, el futuro nunca está claro: la vida da muchas vueltas. Si me hubieran dicho hace unos años que trabajaría en la administración pública, les hubiera dicho que estaban locos. Ahora que lo veo con perspectiva, creo que he aprendido muchas cosas y lo sigo haciendo.

Está claro que si en un futuro me veo avocado a buscar de nuevo trabajo los departamentos de selección me preguntarán que por qué motivo he trabajo en la administración pública. Muy sencillo: con el cambio del mercado laboral donde los proyectos son temporales uno tiene que diversificar y no cerrarse ningún área. Me ofrecieron poner en marcha un proyecto interesante de empleo 2.0 que tenía mucho riesgo al no ser una plaza estable pero afortunadamente, el proyecto se va desarrollando y todavía continúa. Pero sigo colaborando con diversas entidades y empresas privadas.

Creo que todo dependerá de los conocimientos, del reciclaje, de la actitud y de lo que uno pueda aportar. Muchas personas tienen grandes cosas que aportar no por donde han trabajado sino por tal y como son esas personas.

Los departamentos de recursos humanos han puesto el cliché general de que las personas que han trabajado o que han opositado buscan la estabilidad de la administración. Porque la administración ha sido muy burocrática y en algunos aspectos lo sigue siendo. También existen personas dentro que se piensan que se les paga por haber aprobado una oposición, cuando se les paga por trabajar sin quitar valor a su esfuerzo previo. Lo que cuenta es el trabajo actual, no la oposición que aprobaron. Sin embargo, en las administraciones publicas también existe mucha temporalidad y gente trabajando por proyectos. La administración tiene cierta mala fama en el mundo laboral por la falta de efectividad de sus trabajadores. Cierto es que hay gente que podría rendir más, pero no todo el mundo puede caer en el mismo saco. En la administración, hay quienes trabajan y mucho. Tampoco olvidemos que en las empresas privadas también existen personas que van a calentar la silla y que no pegan un palo al agua.

Tanto el sector privado como el sector público tienen cosas que me gustan y otras que deben mejorar absolutamente. Cada vez estoy más convencido que esas barreras que separaban al sector público del sector privado deben romperse. Los profesionales de un sector pueden trabajar en el otro y viceversa. Tiene que debería existir mucha más colaboración, interactuación y ayuda en el sector privado y el sector público.

Aquellos departamentos de recursos humanos que desechen a un candidato que cumple con el perfil buscado por que haya trabajado mucho tiempo en la administración pública están demostrando que no hacen bien su trabajo y se dejan llevar por lo fácil. El área de recursos humanos debe profundizar más en ese candidato que cumple con los requisitos imprescindibles para conocer sus competencias, conocimientos, inquietudes, motivaciones, etc. y con toda esa información global decidirse por el candidato más adecuado para esa compañía.

Algunas empresas piensan que en el momento que tengan oportunidad estos candidatos volverán a la administración pública y deciden no asumir ese riesgo. Cada persona es un caso diferente y no se debe generalizar. Igualmente pasa con las personas que tienen estudios universitarios; el hecho de tener una diplomatura o una licenciatura no significa que se quiera aspirar a un trabajo cualificado. Dependerá de los pasos que se den después de finalizar los estudios. Tener una carrera universitaria no significa acceso directo a trabajo cualificado, da más opciones pero solamente eso.

Los departamentos de recursos humanos se deben fijar en las competencias de las personas que han trabajado en la administración publica, conocer los proyectos que han desarrollado, tareas que han puesto en marcha, etc.

Cada vez estoy más convencido que es muy positivo que los candidatos tengan un bagaje profesional diverso porque les permite tener una cabeza más adaptada para trabajar en todo tipo de sectores. Un candidato que ha estado en el sector público y privado siempre será mucho más versátil que uno que se ha dedicado a uno de ellos en exclusiva. Es cuestión de adaptarse y evolucionar. Por lo tanto, a los candidatos os pido que nos os dejéis llevar solo por pensar que las empresas privadas verán mal que opositéis o que trabajéis en la administración pública. Tenéis que hacer lo que según vuestro criterio sea más adecuado para desarrollar vuestra carrera profesional en la dirección que hayáis elegido.

Los departamentos os deben querer por vuestro talento y no solo por donde habéis trabajado aunque eso pueda influir.

A veces las personas nos preocupamos en exceso de lo que pensarán o valorarán los demás. Si vosotros estáis seguros de vuestros pasos y del desarrollo profesional seguido, eso, es lo importante. Uno debe estar seguro de lo que hace de cara a defenderlo.

Cuéntanos tu experiencia de haber trabajado en la administración pública. ¿Te ha cerrado oportunidades laborales el haber opositado?