Foto AmauryYo diría que uno emprende por cierta madurez, cierta experiencia en muchos campos de la vida que probablemente no tengan nada que ver con la idea final de la hipotética empresa, pero que te curte y prepara como un jamón.

Emprender, crear una empresa, montar un negocio, puede ser una alternativa, una básica necesidad para sobrevivir, y más aún en tiempos de crisis dónde lo que prevalece es sálvese quien pueda.

Lo de menos es si después la empresa triunfa o fracasa. Si triunfa: perfecto! Y si fracasa, seguir intentándolo forma parte de esa madurez que comentaba al principio, como si estuviese encendido el piloto automático de la autorrealización.

España, hasta ahora, ha potenciado la idea del funcionariado como idea de futuro personal y estabilidad. Pero no recuerdo una campaña mediática nacional para inyectar en sangre el deseo final de convertirte en Funcionario.  En cambio, algo parece antinatural cuando todos los días dicen a cualquiera, capaz o no, ¡móntate una empresa!

Siendo lógicos, parece imposible que el «emprendimiento» solucione el grave problema del paro en este país, y mucho menos que arregle la crisis.

En teoría los proyectos más viables son personales, los llamados Freelance, porque proyectos más grandes necesitan más financiación, y ya sabemos que el crédito para realizar mayores inversiones no aparece.

El Gobierno se frota las manos cuando alguien en la listas del desempleo deja de serlo para convertirse en Freelance. En ese caso, ya no cuenta en las negativas cifras del empleo.

Un ejemplo. Una empresa estándar necesita al menos estas funciones: contable, comercial, creador del producto o servicio. Una empresa de 3 personas, hoy se ha fragmentado en 3 freelances que cobran una miseria entre ellos porque sencillamente no hay dinero.

Supongamos que el producto final de esta empresa es para la mayoría de la población, y ese mercado representa el 26% de paro. No hay dinero. El empobrecimiento está garantizado, y el proyecto de «empresa» no tiene futuro.

Conozco casos dónde una camarera y una diseñadora gráfica trabajan como Freelance por tiempo limitado de horas, para un bar, o una empresa, respectivamente. ¿Esto se puede considerar emprendimiento?

La otra cara del trabajador autónomo en España viene de las propias instituciones. Lo increíble es que el concepto «funcionario», que es igual a cobrar del Estado, ha pasado sigilosamente a ciertas ideas emprendedoras financiadas por el mismo Estado, en una especie de círculo vicioso dónde solapadamente las Administraciones compiten contra los propios emprendedores que intenta crear.

Otro ejemplo. Supongamos que soy Emprendedor. Tengo una idea. Voy a la Administración. La vendo. Consigo algo financiación, o lugares públicos para desarrollar la actividad a precios económicos de alquiler, o cualquier otro beneficio.

Ahora, para desarrollar mi idea, que tiene que ver con producir emprendedores y formarlos como si fuesen cojines, necesito que esos mismos emprendedores trabajen gratis para esta idea sobrenaturalmente emprendedora.

De hecho, muchos Freelance o gente con ideas, trabajan gratis para este tipo de iniciativa con el argumento del positivismo y formación de emprendedores, como fábricas, como si la madurez necesaria para emprender de verdad viniese de serie, como un laboratorio de experimentación hasta que se encuentre el próximo Facebook.

Creo que se está creando la falsa expectativa de que todo emprendedor es posible. Y el sentido común dice que no es verdad.

He visto horribles sitios web de emprendedores con la promesa de mejora instalada en la home, y con una idea de fondo atractiva, pero… ¿Quién asesoró, o cómo alguien puede lanzarse al mercado sin una imagen en condiciones o de calidad?

Conozco a alguien que después de una década sentada en una silla de oficina realizando operaciones repetitivas de contabilidad, entra en paro, e imbuido por la fiebre emprendedora se lanza al mercado, pero en trabajos gratis no remunerados de una idea de negocio que apoya una Administración.

Sin quitar méritos, o poner en duda la capacidad de las personas para superarse, este hecho común no parece lógico en cierta inercia necesaria para montar una empresa, y que además, tenga visos de éxito.

¿A qué jugamos? ¿Parece sensato que todo el trabajo necesario de una sociedad se haga sin remunerar, incluyendo trabajos de Freelance?

 Artículo escrito por Amaury Cabrera Videomaker . Photographer . Writer. Marketing de Contenidos para Empresas.

Agradecer personalmente a Amaury querer escribir como firma invitada en mi blog. Un placer tenerte por aquí.