Foto verano 2013Muchas veces, se asume que aquel que está en alguna red profesional lo hace por estar buscando empleo. Este tipo de generalidades hacen mucho daño porque puede llevar erróneamente a engaño. Se puede estar en una red social profesional por muchos motivos y la búsqueda de empleo, ciertamente, puede ser una, aunque no tiene por qué ser la verdadera razón. Muchos en activo, están en las redes sociales profesionales porque son una herramienta muy útil para conocer gente de su área profesional e interactuar con ellos, encontrar información temática, difundir su empresa o trabajo y/o mil motivos más.

Estar fuera de la red nos resta posibilidades de estar en contacto con la realidad global. Podemos ser muy buenos en nuestra área, sin embargo, la red nos proporcionará una difusión que necesitaremos para dar a conocer aquello que hacemos, para ponernos al día de lo que hacen otros y buscar contactos que complementen nuestra actividad. Indudablemente, a la hora de buscar trabajo,  si no estáis os resta visibilidad con independencia de con qué fin estéis en la red.

Como ya he dicho, las redes sociales profesionales os permiten estar conectados con el mundo global y tener acceso a personas de cualquier parte del mundo con los que poder conectar y aprender.  Grandes profesionales de sus diferentes ramas profesionales aun son reticentes a las nuevas tecnologías y sobre todo a las redes sociales de colaboración y conexión profesional. No quieren cambiar porque asumen, sin conocer estas herramientas, que son una pérdida de tiempo. El tiempo invertido será efectivo o no en función de lo que hagamos, del enfoque, nuestro fin de estar allí y los objetivos que nos planteemos.

Cada vez más, las empresas y reclutadores usan estas redes para buscar candidatos adecuados a sus necesidades de personal. Y mucha gente tiene la duda de si solamente contactan con personas que están en búsqueda activa de empleo. Pues la respuesta es que contactan con gente en búsqueda activa y con gente que está en la actualidad trabajando. Que una persona no busque trabajo no significa que no se esté receptivo a escuchar otras alternativas. Dependerá del conjunto de la oferta, de proyecto, de las condiciones, de cómo se encuentre esa persona en su compañía y trabajo actual. Quizás a esa persona en activo no le interese pero conozca a otras personas que están trabajando con ese mismo perfil que les puede encajar. Digamos que los seleccionadores lanzan redes que se extienden sin que lo soliciten a los candidatos a los que se los mandan.

Está claro que cuando uno no busca trabajo porque no le apremia es más exigente y se puede permitir el lujo de esperar, pensando detenidamente aquellas oportunidades que le surgen. No sería la primera vez que una persona con trabajo acaba decidiéndose por  cambiar porque el nuevo proyecto le atrae y convence, una vez ha tenido tiempo de conocerlo. Los seleccionadores deben detectar cuál es el principal motivo que le influirá a la hora de optar en el cambio; suele influir todo y más cuando la persona contactada está estable y contenta a niveles generales con su compañía actual. Está claro que todas las empresas tienen aspectos a mejorar, sin embargo, muchas personas aplican la máxima “más vale malo conocido que bueno por conocer”.

Que una persona tenga trabajo no quiere decir que sea  más atractivo para las empresas, sin embargo, los seleccionadores quieren buscar al  mejor candidato con independencia que trabaje o no. Las personas abiertas a nuevas opciones siempre son receptivas y contestan más rápidamente. Una persona que no busca trabajo es más reacia a interesarse por una oferta con un mensaje genérico. Normalmente, la forma de atraerla será con un mensaje particularizado, adaptado a su perfil y querer presentarle vuestra compañía sin otro interés inicial. Es bueno tener detectados a buenos profesionales de cada perfil profesional que requiere vuestra compañía con los que poder charlar, interactuar y colaborar de múltiples formas. Las redes sociales verticales son una fuente de inversión a medio y largo plazo para las empresas. Las compañías en estos medios deben mostrar lo bueno y atrayente de trabajar en ellos, incluso independientemente de que no requieran nuevas personas en ese momento. Es bueno que las personas tengan la impresión de que esa empresa es buen lugar para trabajar en un futuro.

De todas formas, las empresas distinguirán dos tipos de personas: aquellas que, una vez recibido el mensaje, muestren interés dará a entender cierta receptividad o curiosidad, es decir, existen opciones. Por el contrario están aquellas personas que contestan negativamente o simplemente dan la callada por respuesta. Puede que no se fíen de estos medios, porque no entran a esa red social o porque realmente no tienen interés en escuchar otras ofertas. Quizás, la forma de abordar a este segundo grupo sea mejor hacerlo a través de contactos comunes, ya que eso les da mayor fiabilidad y les permite ir a los seguro.

Los seleccionadores deben tener claro que la forma de contactar con las diferentes personas y que estén receptivas no es la misma. Es necesario que un reclutador analice el perfil de un posible candidato que le interese. Esto supone identificar contactos comunes, grupos donde participa, interés, situación laboral actual, empresa actual, tiempo que lleva allí, etc. Las empresas deben asumir que buscar talento en las redes sociales profesionales no supone contactar con todo lo que se menea por allí con un mensaje frío e impersonal. Lograr resultados por estos nuevos medio requiere invertir tiempo, adecuarse a cada persona, ser discretos y hacerlo de una forma personal.

Cada vez más estoy convencido de que las empresas tendrán que afinar el uso de estas herramientas para contactar con el talento más atractivo. Sobre todo, teniendo en cuenta que el trabajar para proyectos con fecha fin se está convirtiendo en lo más habitual. También no podemos olvidar que las personas están volviendo a estar receptivas a tener una segunda actividad profesional para complementar ingresos.

Aquellos profesionales que tienen trabajo miran mucho la forma de contactar con ellos para ofrecerles otras opciones profesionales. Aquellas que no vienen personalizadas con nuestro nombre ya significa que se lanzan a todo el mundo. Estas suelen ser desechadas por muchos profesionales. Porque no deja de ser un spam de ofertas de empleo.

A las personas que están trabajando en la actualidad y además, están presentes en las redes sociales verticales me gustaría lanzaros las siguientes preguntas: ¿Cuántas ofertas de empleo habéis recibido por esta vía? ¿Cómo reaccionáis ante las mismas? ¿Os parece interesante u os intimida?

Por supuesto, la situación de cada persona es diferente, no obstante, no estar en este tipo de redes profesionales en la actualidad nos aleja del mundo profesional global.

Las empresas están empezando a hacer mayor uso de estos canales para contactar con candidatos de interés. Me gustaría lanzar a las empresas unas cuestiones. ¿Cómo contactáis con los candidatos que nos buscan empleo? ¿Qué resultados os dan las redes sociales para buscar candidatos? ¿Por qué motivo no usáis estos canales para buscar talento?

Es un tema con múltiples puntos de vista y más en estos momentos que este tipo de canales de contacto con profesionales está alcanzando cotas de popularidad. Es cuestión de que cada profesional y compañía decida qué hacer, asumiendo lo que les puede conllevar estar o no estar en la red.