Verano 2013Actualmente, muchas empresas, en vez de ser comprensivas, ayudar y cuidar a las personas que permanecen en sus plantillas, han decidido sacar el látigo como en tiempos que parecían olvidados. ¿Es lo más adecuado? Qué duda cabe que cada empresa puede decidir hacer lo que estime, sin embargo, no deben olvidar que sus personas tienen memoria y, llegada la ocasión, no dudarán en volar. Esto irá acompañado de un feedback negativo merecido y buscado. Todos hemos podido tener una mala experiencia en una empresa, pero cuando los comentarios son reiterados de varias personas, es cuando el tema es preocupante. Cuando la gran mayoría de personas echan pestes de una compañía suele venir avalada por realidad. Porque como digo yo, lo individual puede tener carácter personal, lo colectivo, ya es más difícil de defender.

Lo que las empresas deberían estar haciendo es preguntarse si tienen el mejor equipo posible. Porque hay muchas personas muy válidas, que por la crisis, se encuentran desempleadas, mientras que las empresas no siempre tienen a gente motivada que trabaje por el bien de la compañía.

Un comportamiento irracional por parte de la empresa puede conllevar esa desmotivación entre aquellos trabajadores válidos. Los no válidos, se limitarán a lamentarse y denunciar la batalla que la empresa tiene contra ellos.

Sin embargo, eso no quita para que las personas con trabajo puedan estar receptivas y en busca de un cambio profesional si surge la ocasión. Cuando uno está buscando trabajo, lo más coherente es no decirlo en la empresa en la que se esté trabajando, pues se puede volver en vuestra contra. No olvidemos que las empresas que llevan idea de despedir a algún trabajador, tampoco se lo comunican desde el momento que se toma la decisión. Eso sí, cuando uno juega sus cartas debe saberlo hacer bien. Hace poco, un conocido me contaba que estaba descontento en su trabajo. Llevaban sin subirle el sueldo 5 años. Estaba en búsqueda activa de otro trabajo y participaba en varios proceso pero ningún terminaba de cuajar. La desesperación le llevo a realizar lo siguiente. Dijo en su empresa que tenía otra oferta y que si no le subían el salario se marchaba. Lo hizo pensando que, con esta amenaza, logaría esa subida salarial. Todo lo contrario. La dirección le dijo que si no estaba contento ya sabía dónde está la puerta. El máximo responsable dijo que no iba a subir el salario a una persona que amenazaba con irse. Y, en realidad, no tenía otra oferta. Ahora se ha quedado sin subida salarial y en el punto de mira negativa de su organización. Esta persona ya está marcada con una cruz negra en su posible desarrollo personal. Esta persona no supo jugar bien sus cartas, se dejo llevar por la desesperación y la paciencia debe ser una gran compañera de viaje profesional.

Podemos estar buscando trabajo a pesar de tenerlo. Esta búsqueda se debe hacer de forma inteligente. No podemos llevar a cabo la búsqueda desde nuestro puesto, visitando portales de empleo, inscribiéndonos a ofertas, atendiendo entrevistas telefónicas desde nuestro puesto de trabajo, porque todo esto queda registrado y además todas las empresas son grandes altavoces. A pesar de que no estéis contentos en un trabajo, no recomiendo «radiarlo» a los 4 vientos. No olvidemos que, en muchas ocasiones, el peor enemigo está en nuestra propia casa. Nunca sabes para qué pueden usar la información que das en tu puesto de trabajo tus propios compañeros. Debemos usar la cabeza porque no sería la primera vez que una empresa se entera de que un trabajador suyo esta buscando trabajo y lo pone de patitas en la calle, en vez de platearse de forma objetiva qué está haciendo mal su compañía para no tener contento a uno de sus grandes activos personales de talento.

El estar buscando trabajo es algo muy personal e intimo, es decir, se lo podemos contar solamente a las personas de nuestra máxima confianza porque el mundo es muy pequeño.

A la hora de buscar trabajo desde nuestro puesto se debe usar el sentido común. Algunas personas se dejan llevar por la comodidad, la falta de humildad y la locura más absoluta.

Algunas personas en activo publican en sus redes sociales o profesionales abiertamente que están en búsqueda activa de empleo o contactan, sin estrategia, con la competencia directa de su organización para ofrecerse como candidatos. Esto debe hacerse con cabeza y a través de algún contacto que podamos tener allí.

La búsqueda de trabajo desde la actividad debe hacerse con mucha cabeza y esto no significa mandar nuestro CV a todo puesto que surja, independientemente del que sea, siempre y cuando nuestra organización actual no esté ante unA situación crítica, como un cierre inminente, suspensión de pagos…

Por supuesto, antes de comunicar nuestra marcha, debemos tener atada la nueva oferta en firme para no llevarnos sorpresas negativas.

Todos tenemos derecho a querer mejorar a un nivel profesional superior y a tener aspiraciones. Existen muchos peces en el mar y si vuestra organización no os satisface podéis buscar otras alternativas. Esto requiere una estrategia, objetivos, investigación del mercado, ser discretos y hacer la comunicación de esta idea a las personas justas y necesarias. A veces, determinadas personas dan la sensación de que esperan ser despedidos, por muy desesperados que podamos estar en nuestra empresa actual. La necesidad y la premura no suelen ser nunca buenas compañeros de viaje. No olvidemos que por muy mal que podamos estar en la actualidad siempre se puede ir a mejor a pesar de que no lo creamos.

Cuéntanos tus experiencias sobre este terma ¿Por qué motivos buscáis cambiar de puesto a pesar de tener trabajo? ¿Cuál es vuestra estrategia? ¿Qué errores habéis cometido en este proceso?