Orientación Profesional Muchos, cuando se encuentran en un proceso de transición profesional y de búsqueda activa de empleo, necesitan aclarar sus ideas para buscar caminos alternativos y ver por cuál decidirse.

Es normal que las personas tengan dudas. Primero deben analizar su trayectoria, sector, perfil y requisitos demandados en los puestos en los que pueden encajar. A partir de aquí, pueden tener una primera perspectiva para comenzar a trazar su futuro. No todas las personas son capaces de hacerlo por si solas y algunas precisan acudir a los servicios de orientación profesional de diversas entidades públicas o privadas.

Desde mi experiencia como persona que en alguna ocasión me he encontrado buscando empleo, he de decir que los servicios de orientación son demasiado generalizados, sin posibilidad de adaptarse a las necesidades de cada usuario. Muchos servicios se limitan a ofrecer (innumerables) hojas estándar de recursos a los usuarios, independientemente de su perfil, necesidades y carencias. Esto lo puede hacer cualquiera y depende mucho del orientador que te atienda.

Después, partiendo de mi experiencia laboral como orientador, en muchas ocasiones uno intenta trabajar de forma adecuada con cada usuario, atendiendo a sus necesidades y carencias concretas. Sin embargo, el sistema suele ser muy rígido, sin poder permitir a los profesionales de la orientación dedicar más tiempo a los que lo puedan precisar. Sigue primando la cantidad frente a la calidad del servicio. Estoy convencido de que es mejor atender a 50 demandantes por orientador y hasta que no se cubran sus necesidades u objetivos marcados no atender a más.

Existe una variedad de entidades que prestan servicios de orientación generalista y esto hace que se repita el servicio de forma que se están duplicando servicios. Es más, muchas veces los mismos usuarios visitan todas las entidades que ofrecen servicios de orientación. En vez de ayudar, hace que los mareemos porque cada orientador tiene un criterio sobre cómo hacer el currículum o la carta de presentación. Por supuesto, el trabajo que prestan los servicios de orientación es muy necesario, pero siempre, con un enfoque adecuado.

Se debe tender a la especialización de los servicios de orientación, es decir, si existen 30 entidades que ofrecen orientación en una ciudad, varias se deberían especializar en el mismo colectivo de usuarios y que cada usuario solamente pudiera acudir a una entidad. O lo que es lo mismo, entidades y profesionales de la orientación especialistas en: analfabetos digitales, Jóvenes universitarios, jóvenes sin cualificación, personas mayores de 45/50 años, diferenciando si tienen perfil alto o perfil bajos, inmigrantes, etc. También se pueden especializar por sector profesional: metal, construcción, ingeniería, servicios, hostelería, marketing, etc. También otro tipo de especialización sería por área geográfica de búsqueda, es decir, búsqueda local, provincial, nacional o internacional. Dentro de estas clasificaciones se deberá apostar por aquellas más necesarias en cada momento teniendo en cuenta como se encuentra cada mercado, sector y las necesidades de cada colectivo.

Pienso que también deben trabajar o colaborar en los servicios de orientación, empresarios, pymes, etc. para que nos enseñen qué tipo de perfiles precisa, las carencias formativas que tienen y en función de esto, destinar el dinero disponible a formar a las personas en esas materias. A veces, se sigue formando a las personas en áreas que están en franca decadencia o en sectores con alto volumen de desempleo.

También deben existir entidades de práctica profesional donde las personas puedan aprender las nuevas profesiones más demandadas desde cero en sus diversos niveles posibles.

Los usuarios, en más de una ocasión, demandan la atención que precisan y debemos ayudar a cada uno en lo que necesitan. Suele ocurrir que en vez de ayudar, le generamos más dudas. Debemos trazar un itinerario personalizado de inserción flexible, dedicando a cada uno el tiempo preciso. Las personas deben ganar confianza con su entidad y orientador asignado.

Opino que es fundamental que exista alguna entidad (pública o privada) que se dedique de forma permanente a reciclar y formar al orientador en las nuevas herramientas, recursos y tendencias que van surgiendo. Ahora, más que nunca, las personas que se dedican a orientar deben invertir más tiempo en formarse, investigar y seguir aprendiendo. Es el momento de poder interactuar, probar cosas nuevas y experimentar tendencias que pueden dar sus frutos.

Debemos escuchar sus críticas constructivas sobre los aspectos que se deben mejorar desde su modesta opinión.

Además, creo muy necesaria la coordinación entre los orientadores educativos existentes entre los diversos niveles educativos y los orientadores laborales. Porque, a veces, parece que viven en realidades paralelas, cuando deberían colaborar, ayudarse e interactuar de forma habitual, creándose grupos de trabajo transversales. La cooperación entre centros también debería ser punto fundamental para entidades colaboradoras.

Por supuesto, la teoría es muy fácil y la practica más complicada. Lo que también deben asumir muchos usuarios es que los servicios de orientación no están para darles un trabajo sino para ayudarles a encontrarlo; darles pistas de las necesidades actuales de las personas de sus perfiles, facilitándoles recursos y herramientas, formándoles en las áreas precisas, facilitándoles ofertas, etc.

Más que nunca se necesitan servicios de orientación adecuados a las necesidades del usuario y prestados por profesionales vocacionales que disfruten con su trabajo.

Cuéntanos tus experiencias con los servicios de orientación. ¿Cuáles son sus puntos fuertes y aspectos a mejorar?