Las redes sociales permitenFotos Juan 2011 2012 y 2013 176 hacer mucho ruido, tener visibilidad y, en algunos casos, incluso nos permiten tener nuestros cinco minutos de gloria. Las personas que suelen destacar en sus diversas disciplinas en la red llevan una trayectoria en esos ámbitos dedicándose a ello fuera del mundo 2.0 desde hace tiempo.

No podemos pretender ser expertos en algo en dos días. Está claro que la red nos permite decir cualquier cosa y vendernos como los mejores. Sin embargo, eso luego se debe demostrar. La red permite hacer más ruido pero no quiere decir que eso nos haga más interesantes.

Cada uno se tiene que ganar la vida como buenamente pueda, sin embargo, sin exigir, intentar pisar y avasallar al resto. Estar en la red o en la Web 2.0 no solamente es para pedir que os miren el ombligo o que os ayuden personas que no os conocen de nada.

Digo esto porque últimamente está muy extendido en la red recibir mensajes de proyectos que ni han comenzado, de personas que exigen que les ayudes, que colabores con ellos sin recibir nada a cambio, que les hagas difusión en las redes de su iniciativa, proyecto o causa. La clave en la red es la interactuación. Sin embargo, las personas no pueden exigir nada al resto. Esto es comenzar la casa por el tejado. Primero uno tiene que aportar cosas a los demás y eso supone demostrar que su proyecto, causa o lo que sea es diferente. Luego, si alguien os ayuda lo mínimo que podéis hacer es agradecerlo.  Las personas no podemos pretender que otros nos solucionen la vida.

Yo soy el primero que he colaborado y sigo colaborando en proyectos de forma altruista, siempre y cuando el establecimiento de sinergias sea real, es decir, que todos los que participan en el proyecto se beneficien de lo que se consiga. Para empezar, cuando uno decide colaborar en un proyecto sin recibir nada a cambio lo que no se puede pretender es exigir cosas que van más lejos del compromiso. Por ejemplo, imaginemos que uno recibe una propuesta de escribir para una bitácora, periódico digital o nueva publicación de forma altruista y uno decide aceptarlo. Lo que no puede pretender ese medio es exigir que esas personas que colaboran por amor al arte escriban un artículo inédito diario sobre un tema de encargo. Porque eso ya se convierte en realizar un trabajo sin recibir nada. Eso se puede hacer durante un corto período de tiempo pero no alargarlo en el tiempo indefinidamente. Colaborar supone aceptar las reglas de todos los que participan en ese proyecto interactivo y participativo.

Yo siempre digo que ayudar a los demás es muy gratificante, sin embargo, quien es ayudado debe ser agradecido. Por desgracia, el ser humano olvida muy pronto y solo se acuerda de lo que le interesa. En más de una ocasión, cuando uno lo puede precisar, solicita ayuda a personas que en su día recibieron la tuya y no se recibe ni respuesta.

Uno no se convierte en experto de algo de un día para otro. Lo que se dice luego toca demostrarlo. El desarrollo profesional de todos lleva su proceso lógico y es mejor ir poco a poco consolidando pasos lentos pero firmes y seguros.

El éxito es muy relativo. Yo llevo con blog desde el 2007 y el que fuese conocido en el área me llevo su tiempo. Lo que más me preocupo siempre es disfrutar escribiendo. Muchas personas que comienzan con un blog temático pretenden ser conocidos antes de comenzar. Por supuesto, que puede ser muy interesante lo que digáis y escribáis. Sin embargo, el que conozcan vuestro blog es cuestión de dedicarle tiempo, buscar otros blogs temáticos, comentar en ellos, acudir a eventos del área, participar en proyectos afines, etc. Un blog puede ayudar a que aparezcan nuevas oportunidades profesionales, sin embargo, el abrirnos una bitácora profesional no nos va a proporcionar un trabajo inmediato. Con esto no pretendo desanimar sino escribir realidad y evitar decepciones innecesarias. El éxito en la red es efímero y la consolidación lleva detrás trabajo y esfuerzo. Determinadas personas se crecen porque tienen multitud de seguidores, sin embargo, que te sigan 10.000 personas no significa que todos esos lean lo que pones o consideren interesante lo que dices. Es decir uno debe ser humilde y tener los pies en la tierra porque seguir en la red lo que hacen otros no supone esfuerzo, ni vinculación.

Así que cuidado con aquellos que os prometen éxitos inmediatos sin conoceros de nada o que os dicen los maravillosos y estupendos que sois en la red, porque esa gente te lo ha mandado a ti y a los otros 400 autores de blogs de la misma temática. Lo único que hacen algunos es cambiar el nombre pero el mensaje es el mismo. La gente que valore vuestra presencia en la red os seguirá desde hace tiempo y en la gran mayoría de las ocasiones permanecen en el anonimato y si te escriben es para agradecerte lo que dices, haces o compartes. Este tipo de mensajes son los que a uno le hacen sentirse bien.

La venta de humo ha existido siempre, sin embargo, ahora mismo esta en auge porque estos nuevos canales les dan alas aunque no olvidéis que esas alas son defectuosas y antes de que hayan comenzado ya han caído por su propio peso.

Cuéntanos tus experiencias con estos vendedores o vendedoras de humos.¿Os ha contactado alguno? ¿Cómo habéis aprendido a detectarlos?