Siempre nos comentan que se debe ayudar al resto de personas cuando se incorporan a un nuevo puesto de trabajo o cuando cambian de posición dentro de la organización. Sin embargo, la teoría es muy bonita y todo el mundo está dispuesto a llevarla a cabo… pero la práctica es otra realidad paralela.
Hace poco, llegó a mis oídos una historieta: una persona cercana a mi me comentaba que en su empresa existía el lema no oficial entre el personal de “cuando llega alguien nuevo, no le enseñes todo porque sino ya sabe igual que tú”. Pero no es la única frase curiosa: también tenemos otra que he oído multitud de veces “yo no estoy aquí para enseñar a nadie” y aun podría incluir otra célebre: “le han dado determinado puesto pues que se busque la vida” y podría seguir con multitud de frases celebres al respecto que si queréis podéis aportar las vuestras en los comentarios de este post.
También no hace mucho me comentaba un amigo que en su empresa habían dado la instrucción que dejasen todos los procesos de trabajo de cada departamento por escrito y explicasen como se realizaban cada una de las tareas. Me explicaba que él lo había hecho y lo sorprendente es que todo el mundo había ignorado esta indicación. Al tiempo dijo totalmente convencido que al haber dejado un manual de cómo se realizaban sus tareas era aun más prescindible porque cualquiera que llegase tenía las pautas para poder sobrevivir haciendo las tareas aunque no las supiese realizar. Pensando sobre esto, creo que este es un pensamiento muy extendido entre las personas en las organizaciones. Aunque es un tema tabú que se ignora o no se aborda desde la raíz.
El problema parte de la falta de planificación. En pocas empresas existe un protocolo formativo para las personas nuevas que se incorporan o para los movimientos existentes de promoción interna. Y es más, cuando existe no se cumple ni ejecuta. Todas las personas involucradas en esa nueva incorporación o movimiento de forma directa o indirecta deben saber cual es su papel dentro del proceso y se debe realizar un seguimiento para ver la evolución de todas las partes. Lógicamente, para que esto fluya, debe existir en la empresa una política abierta y transparente donde desde arriba se fomente que todo el mundo sepa hacer todas las tareas de sus departamentos. Es más, es positivo que existan rotaciones de área para que las personas aprendan a realizar tareas de otros departamentos y les permita tener una mayor visión de su compañía.
Pienso que es muy positivo ayudar y enseñar a las personas de tu área o departamento lo que haces o sabes siempre que sea correspondido, es decir, que esas personas hacen lo mismo contigo. Debemos asumir que es imposible saber de todo y siempre tendremos conocimientos más flojos que otros y si otros compañeros los dominan podemos hacer intercambio y establecer sinergias.
También se suele escuchar mucho que “en las funciones de mi puesto no aparece por ningún lado que deba enseñar nada a nadie”. Esto es sacar las cosas de quicio porque nunca en nuestra descripción de puesto de trabajo vendrán detalladas todas las funciones o tareas sino las más generales.
Está claro que hace mucho también que las personas que tengamos a nuestro alrededor en nuestro entorno laboral sean facilitadoras y estén dispuestas a ayudar, aunque esto no suele ser lo habitual por desgracia. Es más, cuando alguna persona en lo profesional se muestra abierto a ayudar a los demás se suele usar en su contra y muchos lo aprovechan para delegarle tareas que no quieren hacer ellos.
Lo triste es que, en la mayoría de las compañías, las personas nuevas o las que cambian de posición aprenden sobre la marcha buscándose la vida e improvisando. Está claro que la mejor forma de aprender es haciendo y practicando, sin embargo, viene bien hacerlo con una asistencia donde se te da soporte de cuáles son las pautas. Con este tipo de práctica extendida no es sorprendente que muchas organizaciones sean desorganizadas en sus procesos y ejecución de tareas.
Me gustaría plantearos una serie de preguntas para que os las planteéis y reflexionéis: ¿Cuántas veces habéis enseñado algo en vuestros trabajos a otros compañeros? ¿Cuándo habéis comenzado en una nueva empresa o habéis promocionado en la que estabais tenias claro el plan formativo que ibais a llevar? En todas las empresas en las que habéis estado ¿existía un protocolo formativo por departamento? Todas las personas de vuestra área de trabajo ¿saben realizar todas las funciones del departamento? ¿Qué opináis de tener que enseñar algo a vuestros compañeros en vuestro trabajo?
Lógicamente este tema tiene muchos puntos de vista y todas las opiniones son respetables. Todas las personas tenemos carencias formativas en nuestros puestos y por propia experiencia para suplirlas debemos buscarnos la vida porque, por regla general, nadie lo hará por ti. Normalmente las personas que detectan esas carencias, en vez de ayudar se suelen cebar e intentar beneficiarse de eso en su propio beneficio. También es cierto que siempre uno se encuentra excepciones con personas que están dispuestas a enseñar lo que saben sin esperar nada a cambio. De la misma forma, algunas compañías fomentan que las personas compartan y expliquen sus conocimientos al resto.
Enseñar a los demás lo que sabemos es muy positivo y gratificante. Compartir sabiduría nos hace importantes y aunque transmitamos lo que sabemos no nos hace más ni menos necesarios.
Más importante que la metodología es la eficacia a la hora de llevarla a cabo. No he tenido nunca problemas en «enseñar» a otro compañero porque siempre he creído en mis posibilidades, y no lo planteo como una cuestión de cantidad sino de calidad.
Buenos días Juan. Agradezco tu articulo, pienso al igual q tu q la formación es necesaria y para mi hasta gratificante. Pero a veces es un arma de doble filo en las organizaciones, por ejemplo la persona que durante meses forma a otra porque es su sustituta y sabe que la van a despedir, la persona que forma a otra que es un superior y por tanto se le presuponen esos conocimientos o bien la persona que es «obligada» a formar. Por lo tanto «si» he formado y «si» seguiré haciéndolo. Planteemos un tema paralelo muy preocupante:realizamos una buena provisión de puestos? Usamos buenas técnicas de selección de personal? Sobre todo en la Administracion Publica?
Hola Oscar,
Gracias por participar en mi blog.
Efectivamente, la eficacia de los conocimientos es muy importante, aunque la metodología también adquiere relevancia desde mi punto de vista.
Saludos,
Juan
Hola Gema,
Gracias por participar en mi blog.
Esto que comentas es una realidad y se produce por una falta de planificación y claridad por parte de las organizaciones sobre la finalidad de las formaciones a realizar por sus trabajadores. Igualmente la compañía debe prever mecanismos para que la persona que ocupe un puesto de responsabilidad adquiera los conocimientos necesarios de forma progresiva y por las personas adecuadas.
La provisión de puestos de trabajo tanto en la empresa privada como en la administración pública se pueden mejorar considerablemente. Creo que este tema que planteas da para otro artículo sobre el que pienso reflexionar.
Saludos,
Juan
Hola a todos,
Hay una frase que he oído algunas veces y es la siguiente «saber es poder». La verdad es que no la comparto, pero conozco a algunos que la siguen como si fuera un lema de vida.
Particularmente siempre he ayudado a todo el mundo que me lo ha pedido, y aunque no me lo hayan pedido, si veo que se puede hacer mejor, me encargo de pasar toda la información posible para que puedan mejorar.
Es ridículo no ayudar a tus compañeros y por el contrario resulta gratificante ver como las cosas se pueden hacer mejor y tus compañeros crecen. Quien sabe si un día no necesitarás tu mismo esa ayuda y agradecerás que alguien te ayude.
Xavier.
lo he vivido de los dos lados…cuando me enseñaron mis tareas en mi primer trabajo supe absorber de mis compañeras todo lo que me brindaron ( que fue muchisimo) luego me toco enseñar a mi y lo hice con con alegria y satisfaccion y jamas me senti amenazada, y disfrute del feed back con mis nuevos compañeros. Hoy que me toca estar otra vez en el rol de «aprendiz» en una empresa en la que nadie se siente interesado, responsable o preocupado por enseñar lo sufro, y valoro mis experiencias anteriores. Y tambien reflexiono sobre como a veces las personas pueden ser tan rebuscadas, y en el fondo afectar el funcionamiento de una empresa por egoismo, miedos, altivez…
Añado que estoy 100% de acuerdo con Gemalorg ( ademas varias de mis experiencias han sido en la funcion pública), y con Javier también, ya que mucha gente cree firmemente aun en el «saber es poder» y creo que hoy en dia laboralmente hay otras ap/ctitudes que son mucho mas valorables en un puesto laboral.
Hola Javier,
Gracias por participar. Yo también he escuchado a mucha gente decir esa frase que comentas. Creo que el ayudar a los demás es muy gratificante porque saber de todo es imposible. Si pretendemos recibir ayuda de los demás también debemos estar dispuestos a prestar esa ayuda cuando se nos precisa.
Colaborar y enseñar supone crecer y avanzar a nivel global.
Saludos,
Juan
Hola Ana,
Gracias por participar y contarnos tus experiencias.
Yo también he recibido en más de una ocasión ayuda de otras personas que me han enseñado muchas cosas y cuando yo tengo oportunidad ayudo a los demás en lo que está en mi mano.
Muchas veces cuando las personas muestran actitudes egoístas al respecto suele ser por el mal ambiente empresarial o por sus propias carencias y usa eso como coraza para no mostrar las mismas.
Saludos,
Juan
El artículo es muy interesante e invita a reflexionar. En mi caso he disfrutado y sufrido las dos caras de la moneda. Es cierto que hay mucho «trepa» que hará lo que sea para conseguir más. Afortunadamente puedo decir que compartir ideas ha sido mucho más gratificante y enriquecedor, las dos partes aprenden y salen ganando. Muchas gracias Juan por compartir el post. Saludos.
Hola Compartir Ideas,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Efectivamente, uno debe tener cuidado con los listillos y trepas pero normalmente se les ve venir. El compartir y desarrollar ideas con otros siempre es gratificante y nos hace aprender a todos de la experiencia.
Saludos,
Juan