Cada vez está más de moda el temFotos 2012 291a del emprendimiento y ahora es fundamental potenciar que las personas se generen empleo por cuenta propia. Sin embargo, debemos asumir que no todo el mundo puede o quiere ser emprendedor y montar algo por su cuenta. También debemos asumir que para emprender algo uno no debe montarse una empresa. Creo que es de ahí donde muchas veces parte el error. Todos nosotros emprendemos a lo largo de nuestra vida muchos cambios que nos generan cambiar el chip y no resulta fácil pero no es imposible.

Sin embargo, una figura que se debe potenciar y que casi es inexistente es el emprendedor interno dentro de las empresas y organizaciones. No nos referimos a personas que se den de alto en el régimen de autónomos y colaboren con las compañías. Sino me estoy refiriendo a personas que trabajan por cuenta ajena y que tienen buenas ideas de cómo mejorar o lanzar nuevos procesos, procedimientos, productos, etc.

Por ello, para comenzar voy a lanzar varias preguntas ¿Cuántas mejoras que habéis propuesto en vuestras organizaciones se han llevado a cabo? ¿Cuál es el proceso en vuestra empresa para proponer nuevas ideas o mejoras? Cuando vuestra empresa acomete mejoras ¿cuenta con vuestra participación? Lógicamente, son preguntas con respuestas múltiples pero en la mayoría de las compañías de España, las preguntas no tienen respuesta porque ni se plantean.

Muchas organizaciones acometen cambios en procesos de trabajo dando la espalda a las personas que trabajan con ellos y que mejor saben qué aspectos pueden o deben ser cambiados para optimizar. Esto produce una reactividad por su parte y genera el efecto contrario al esperado. Los procesos de mejora deben dejarse abiertos para que sus usuarios internos los prueben y puedan plantear mejoras y eso es una prueba de que se cuenta con ellos.

Algunas personas con inquietud proponen nuevas ideas y como no existe un proceso para plantearlas y desarrollarlas muchas acaban en un cajón cogiendo polvo porque sus responsables lo ven como que se entromete donde no le llaman.

Se deben potenciar canales para que los empleados tengan tiempo para poder plasmar sus ideas de mejora, desarrollos de nuevos productos o servicios porque ellos son los que tratan con los nuevos clientes.

Para que este proceso fluya de forma correcta, las organizaciones deben tener integrado este tipo de cuestiones en su estructura. Algunas empresas tienen grupos de mejora para llevar a cabo estos cambios y les supone más trabajo y en más de una ocasión tienen que meter más horas de las debidas. Es decir, no se les da cierta flexibilidad para innovar en su tiempo de trabajo y en más de una ocasión no se les agradece ese esfuerzo por parte de su organización.

Por ello, a veces las organizaciones, cuando plantean procesos o grupos de mejora y ven que nadie quiere participar, en vez de criticar la actitud de sus trabajadores, deberían plantearse por qué pasa eso. Y las piezas claves a analizar son las personas que en algún momento han propuesto ideas y mejoras y ahora no lo hacen. ¿Qué ha pasado para que esas personas cambien de actitud? ¿Qué hace vuestra organización para potenciar la participación de vuestros trabajadores? ¿Qué diferencias hacéis entre los que aportan mejoras en los procesos y productos y no? Respondiendo con objetividad a estas preguntas vuestras organizaciones encontraran las verdaderas razones y para avanzar solo es cuestión de cambiar y replantearse el proceso.

Las empresas deben ser flexibles e introducir medidas que incentiven la participación y la generación de nuevas ideas. Esto comienza por formar a la cúpula, directivos y mandos intermedios para que permitan que sus equipos de personas puedan proponer ideas de mejora, de procesos, plantear nuevos productos y esto se hace contando más con ellos y permitiéndoles participar mucho más en la gestión de sus áreas. También requiere que los responsables les permitan alcanzar los resultados y objetivos sin importar tanto el como lo alcanzan. Es cuestión que las personas de una organización puedan replantearse la forma de hacer su trabajo y ver como pueden alcanzar mejores resultados. Esto es muy fácil decirlo pero requiere una cambio de 180º de nuestros responsables y que desaprendan muchas de sus actitudes de jefe “chapado a la antigua”. Muchos de estos jefes aun dicen y piensan que para qué cambiar las cosas si siempre se ha realizado de la forma que se pretende cambiar… independientemente de que no dé los resultados de antaño.

Si queremos que las compañías mejoren y cambien debemos contar más con nuestras personas en esos procesos porque son los que mejor conocen lo que se hace.

Hoy en día se sigue pensando que a un trabajador por cuenta ajena se le paga para que haga su trabajo, sin plantearse como puede hacerlo mejor. Aun se escucha de boca de responsables de empresas “te pago para que hagas tu trabajo y para que no me des problemas” entendiendo por problemas proponer mejoras, ideas o cambios necesarios en las organizaciones.

Lógicamente, este debate se debe abrir en nuestra sociedad y en las organizaciones para ver de que forma se puede cambiar porque obviamente no es fácil de hacer.

¿Cuántos emprendedores internos existen en vuestras compañías? ¿Cuántas ideas de mejora habéis propuestos a vuestras compañías? ¿Cómo han sido recibidas?