Hace tiempo leí una noticia en la versión digital de Expansión y Empleo titulada «El 80% de los desempleados no cree que su perfil en las redes sociales pueda afectarles en un proceso de selección»  cuya lectura recomiendo.

Esta noticia me sorprende y es contradictoria porque cada vez surgen más estudios y noticias que nos indican que las redes sociales se convierten en la vía preferente para la selección de personal por parte de las empresas españolas por múltiples motivos, entre los que se encuentra el coste mínimo, la inmediatez de búsqueda, la posibilidad de interactuar, el poder saber lo que está haciendo en la actualidad a tiempo real y seguir el rastro de los candidatos que más interesen a las empresas.

Es preocupante, o al menos a mi me lo parece, que los desempleados que están en búsqueda activa de empleo piensen que los perfiles que cuelgan en las redes sociales y profesionales en las que se registran no influyan en las empresas que buscan personal. Esto ocurre en parte porque no saben para qué sirven estas redes, cuál es su funcionamiento adecuado; están sin un objetivo claro y tampoco le dedican el tiempo necesario para sacarle provecho. Las redes son núcleos y comunidades globales de personas y cada uno debemos buscar, entrar e interactuar con aquellas que más nos interese para nuestro perfil e intereses profesionales.

Las redes sociales y profesionales no son portales de empleo donde uno inserta su perfil profesional o su currículum y ya se olvida o actúa de forma pasiva a la espera de que las empresas publiquen oferta qué encajen con el tipo de puesto que buscan, con las condiciones y en la zona geográfica de interés. Estas plataformas son sitios donde se debe mantener el perfil actualizado de forma completa, participar y mostrar lo que sabemos hacer o los conocimientos que podemos tener sobre una materia, sin esperar a priori nada a cambio al menos  a corto plazo. Debemos buscar personas que puedan ser interesantes para interactuar con ellos y eso requiere una planificación y la red es un comienzo que luego se debe reforzar por el conocimiento personal o el trato más en profundidad en la red y eso será el comienzo de futuras relaciones profesionales con perspectiva de presente y futuro interesante.

Las empresas, cuando buscan personas o indagan sobre alguien que pueden considerar interesante, van a la red que es global y buscan información que refuerce el perfil que tienen en papel o que cada candidato dice que tiene y que mientras no se demuestre lo contario no se debe poner en duda igual que lo que puede aparecer en la red.

No existe ninguna obligación de estar en las redes sociales y profesionales porque es un medio más, sin embargo, para estar de forma inadecuada es mejor no estar. El tener un perfil incompleto, abandonado, descuidado en cualquier red profesional o social nos está dando una imagen negativa sobre esas personas aunque ellos piensen lo contrario. Precisamente para evitar esto, existe la opción de borrar el perfil que siempre va a ser mejor. Por ello, antes de daros de alta en una red social o profesional debéis plantearos cuánto tiempo le podéis dedicar, en qué os puede ayudar en lo profesional y en qué se diferencia esa red de las que ya habéis intentado usar y al final abandonasteis a la primera de cambio cuando visteis que eso suponía invertir un poco de tiempo. Y no sirve la excusa fácil y socorrida que todos os decís a vosotros mismos de «que no disponéis de tiempo para eso» porque la realidad es que todos tenéis tiempo, sin embargo decidís invertirlo en otras cosas y esto es totalmente respetable. Eso sí, al menos debemos hablar con propiedad.

Las redes son plataformas y herramientas donde colgamos información nuestra y nosotros decidimos quiénes queremos que puedan acceder a ellas. El tener información disponible sobre nosotros con libre acceso puede tener una viralidad y movimiento inesperado y llegar a más personas de las que nos podemos imaginar. La red es una gran cadena de uniones no visibles que llevan su proceso y hacen que la información se convierta en relevante e influyente de forma positiva o negativa por si sola, cuando no tienen otro referente más sólido y potente. Los perfiles profesionales no dejan de ser datos, información, fechas que cada candidato dice que son ciertas y esto es así con independencia de que nos haga llegar el curriculum por email o que podamos encontrar su perfil en una red, es decir, ambas tienen el mismo peso. Cuando realmente va a adquirir mayor relevancia es cuando se tenga que defender y demostrar por la persona de forma directa, sin embargo, antes de llegar a esta fase, muchos candidatos se quedan por el camino por lo que han puesto, lo que han dejado de poner o por las contradicciones que se han encontrado entre los perfiles de papel y los de la red.

Por supuesto, no pretendo convenceros de nada, sin embargo, antes de sacar conclusiones categóricas sobre lo que pensáis, debéis poneros en el lugar de la otra parte y eso a veces nos ayuda a tener otra perspectiva aunque nos cueste asumirla porque nos pueda dejar en mala posición.

La selección está cambiando con mucha rapidez y las empresas están cambiando sus hábitos y empiezan a usar las nuevas herramientas gratuitas y disponibles en el mercado.

¿Realmente pensáis que vuestros perfiles en las redes sociales y profesionales no os afectan en la selección de las empresas? Si fueseis empresarios ¿usaríais esas herramientas para buscar personal?