La búsqueda de empleo desde hace tiempo está complicada porque son pocas las ofertas y mucha la competencia existente. Por ello, requiere que nos especialicemos cada vez más, afinar mucho más en la búsqueda y estar activos para no quedarnos en el furgón de cola.

Sin embargo las cosas se deben analizar desde varias perspectivas y muchos candidatos dicen habitualmente “me he inscrito a tropecientas ofertas y no me llaman para participar en el proceso de selección de ninguna de ellas” o “me he inscrito en varias ofertas y me han descartado a los 5 segundos”; lógicamente esto no ayuda a los candidatos porque hace que se desanimen. Aunque deben asumir, por muy duro que resulte decirlo, que buscar trabajo no se reduce simplemente a inscribirse en todo tipo de ofertas porque eso no es una inversión cualitativa de nuestro tiempo.

Debemos ser realistas y objetivos y apuntarnos en aquellas ofertas en las que realmente cumplamos los requisitos imprescindibles. No hacemos nada con apuntarnos en ofertas que sean de nuestro perfil profesional pero que sea imprescindible un nivel alto de inglés, por ejemplo, si no lo cumplimos. Puede ser que en algún de esos puestos, esos requisitos que se piden simplemente estén ahí para descartar y realmente, no se utilicen, pero por lo general, cuando se requiere algo, se piden por algo. Quizás lo más lógico es que si queréis optar a ese tipo de puestos tengáis que hacer algo con vuestro nivel de inglés y así, poder ofrecer el nivel requerido. Puede ser justo o injusto, sin embargo, lo piden y, en igualdad de condiciones con otros candidatos que lo cumplen, estáis por detrás y eso es una realidad.

También es cierto que cuando uno busca trabajo y van pasando los meses es normal decaer en el ánimo y esos días que todos tenemos uno se apunta “a todo lo que menea”, es decir, igual nos da un puesto de teleoperador, de comercial, de dependiente, que de lo que sea. Y quizás justo nos llamen para participar en alguno de esos procesos y eso nos desanima porque internamente sabemos que no queremos trabajar de eso. Por ello, esos días lo mejor es despejarse y no buscar trabajo. Estos tiempos son difíciles y a veces, tendremos que recurrir a puestos que no entren dentro de nuestros objetivos para, por lo menos, estar en activo y traer un poco de dinero a casa. Son trabajos que pueden durar más o menos en el tiempo… pero no por ello, debemos desatender el esfuerzo a realizar para obtenerlos, si ese, es nuestro objetivo. Tendremos que prepararnos adecuadamente, analizando qué piden y qué se precisa, adaptando nuestro perfil a ese tipo de puestos.

Por ello, en la búsqueda de empleo debemos ser autocríticos para ayudarnos en ese proceso y poder, así, seguir avanzando con paso firme aunque lento.

Os lanzo unas cuantas preguntas para que podáis reflexionar ¿En cuántas de las ofertas de las que os han descartado a la primera cumplíais el perfil requerido? ¿Os apuntáis solamente en las ofertas de trabajo en las que cumplís los requisitos imprescindibles? ¿Tenéis esperanzas que os llamen de las ofertas de trabajo que no dais con el perfil?

El que no nos llamen, no tiene por qué quedarse ahí. Recordad que siempre digo lo mismo… La búsqueda de trabajo es un trabajo en si. Así que el participar en procesos de selección requerirá analizar por qué no os llaman de las ofertas de vuestro interés. Es decir, requiere llevar una documentación, donde guardéis los requisitos solicitados, los que cumplís, cuáles no cumplís e intentar averiguar cuál es el que os ha dejado fuera en la mayoría de ocasiones para intentar ponerles remedio. Por supuesto, a veces la mala suerte influye y cuando uno llega al final de un proceso con otras dos personas es muy complicado ser el elegido, aunque aquí los 3 que suelen llegar cumplen todo lo necesario para desempeñar el puesto. Aquí suele ser más la actitud, la personalidad, las habilidades que uno pueda demostrar…

Tenemos que ser metódicos en nuestro proceso de búsqueda y más vale apuntarnos a pocas ofertas y buenas que no a muchas y malas. Debemos conocer nuestro perfil y a los sectores y puestos a los que podemos optar con opciones. Por ello, se debe hacer labor de recopilación de información de los puestos de nuestro interés y analizar los requisitos que se solicitan en el 100% de los puestos y qué pegas objetivas tenemos para que no nos llamen. Luego tenemos trabas subjetivas contra las que poco podemos hacer. Si una empresa no quiere mayores de 45 años nos están demostrando que son cortas de miras y que no valoran el talento, sino… los numerales. Si tenemos ese tipo de circunstancias tenemos que demostrar más que nunca nuestra valía y que cumplimos los requisitos objetivos mejor que nadie para demostrarles con hechos lo que se niegan a asumir como una realidad. 

La búsqueda de empleo en estos tiempos requiere invertir mucho tiempo no solo en ejecutar, es decir, en mandar nuestros perfiles a las empresas sino también en hacer la labor de campo y de análisis mejor que nunca. Existen menos opciones y ahora más que nunca hasta los pequeños detalles cuentan y eso requiere ser metódicos.

Por ello, va bien que hablemos con otras personas que tienen nuestro mismo perfil para ver por qué les llaman a ellos y a nosotros no, porque siempre es por alguna razón. Cumplir los requisitos supone ser objetivos en el análisis. También debéis buscar feedback de las empresas a las que optáis a los puestos de vuestro interés para que os den sus explicaciones de por qué no encajáis ya que os puede ayudar.

Obviamente la selección es muy subjetiva y la vida no es justa de partida, sin embargo, cuando una vez tras otra intentamos que se abran determinadas puertas y siempre se cierran, quizás la clave esté en analizar el porqué. No hacemos nada con seguir intentándolo sin cambiar nada porque eso, en vez de ayudar, nos cansa y produce un malestar difícil de superar.

¿Cuéntanos como analizas las ofertas de trabajo a las que optas? ¿Cómo organizáis vuestro proceso de búsqueda? ¿Qué opináis de lo comentado en este post?