Todas las personas cuando ocupan puesto base de una organización siempre dicen que en caso de ser ascendidos, seguirán siendo los mismos. Sin embargo, no es lo mismo decirlo que hacerlo.

Para empezar voy a lanzaros una preguntas ¿a cuántas personas conocéis a lo largo de vuestra trayectoria profesional que hayan sido ascendidas sin cambiar su actitud de trato hacia vosotros una vez en el puesto nuevo?

Nuevo puesto de aquel con quien compartías esos descansos… y desaparece de tu entorno. Se junta con los de su “estirpe” y tú no eres más que un vil gusano inexistente, un parias, según el sistema de casta hindú.

Por supuesto, cambia el rol, es decir, algunas personas dejan de ser tus compañeros para pasar a formar parte de tu red de colaboradores. El error es ver al equipo de trabajo como subordinados que deben hacer lo que sus jefes les manden. Sin embargo, la actitud de trato debe ser la misma y uno puede seguir siendo el mismo.

Otra cosa a tener en cuenta es que a veces son los antiguos compañeros de trabajo los que dejan de veros igual por diversas cuestiones como puede ser: envidia, recelo, incomodidad, inseguridad, etc. Lo mejor para evitar malentendidos es hablar con las personas cercanas con las que cambia tu rol o posición dentro del equipo para dejarles claro que eres uno más.

Está claro que asumir el rol de jefe o responsable conllevará nuevas obligaciones y responsabilidades que os dejarán menos tiempo para cosas que antes siempre teníais. Sin embargo, debéis seguir con hábitos que antes teníais como ir a tomar café o comer con aquellas personas que lo hacíais siempre. Alguna vez es lógico que tengáis que ir con los otros responsables pero no siempre. Determinadas personas, de un día para otro, se olvidan de esas personas y solamente se relacionan con los de su mismo nivel jerárquico y esta es una actitud clasista de antaño. Siempre me he preguntado ¿Por qué en la mayoría de las empresas ocurre esto?

Antes que trabajadores, jefes, directivos, responsables o líderes somos personas y nos tenemos que comportar como tales. El puesto que ocupamos es una circunstancia temporal que puede cambiar de un día para otro y por la cual no nos podemos dejar condicionar.

Igualmente, al cambiar vuestra posición y tener personas a vuestro cargo os tocará tomar decisiones poco populares, sin embargo, explicadas y razonadas siempre son mejor aceptadas que impuestas en plan dictadura porque sois los jefes y vosotros lo decís.

Otra cosa que siempre me ha sorprendido es que la gran mayoría de las personas, al ser ascendidas, dejan de hacer el trabajo de gestión de su equipo y es más, lo olvidan. Creo que es un error porque un responsable debe saber hacer todo lo que se hace en su departamento o área y, en caso de no saberlo hacer, intentarlo por si surge algún incidente o problemática. De vez en cuando va bien ponerse en el lugar de las personas que gestionáis y eso se hace haciendo de vez en cuando su trabajo para comprender que problemas y necesidades tienen en su día a día laboral. Por ello cabe preguntarse ¿todas las personas de vuestros departamentos saben hacer todas las tareas del mismo? Me temo que la respuesta mayoritaria es que no.

El ascender no conlleva ningún cambio brutal sino que debemos comportarnos con normalidad. El tema es que las personas tenemos un concepto de lo que supone ser jefe y tendemos a copiar comportamientos que hemos visto en otras personas que ocupaban esas posiciones en compañías en las que hemos estado. Y no olvidemos que el que sean comportamientos generalizados no supone que sean los correctos. El imitar un rol supone no pararse a pensar si está bien o mal. Por ello, debéis pensar cuál fue el mejor responsable que tuvisteis y por qué os gustaba y, en caso de no haberlo tenido, debéis de imaginaros cómo os hubiese gustado que fuese o qué os tratase.

Esto no quiere decir que tener personas a vuestro cargo sea fácil y que siempre hagáis las cosas bien, sin embargo, debéis ser conscientes de ello y si os equivocáis se asume y pide disculpas con independencia del rol que ocupéis. No importa lo que hacemos si no como reaccionamos ante lo que hacemos, es decir, la actitud al afrontar nuestros actos.

¿Cuéntanos tus experiencias al ser ascendidos? ¿Qué opináis al respecto?