En la actualidad, debido a la explosión y máximo desarrollo de las herramientas 2.0, no hay día que no surjan nuevas aplicaciones, redes y herramientas de todo tipo que intentan aglutinar usuarios y notoriedad por encima de todo.

Por supuesto, la variedad está bien, sin embargo, a la hora de la verdad, no se diferencian tanto unas de otras porque todas giran entorno a la interactuación entre las personas que las integran.

En alguna charla que he impartido sobre herramientas 2.0 últimamente, los asistentes me han planteado la siguiente pregunta: ¿Cuál de todas las redes profesionales y sociales nos recomiendas? Personalmente siempre digo con la que os sintáis más cómodos y os proporcione lo que busquéis, aunque también añado que habrá que trabajarla adecuadamente y en profundidad.

Yo siempre digo que es muy fácil darse de alta en una nueva aplicación y rellenar el perfil para “cotillear” con curiosidad durante unos días, sin embargo, conforme pasan los días se va perdiendo el interés y muchas de esas aplicaciones con vuestros perfiles acaban abandonados. Es mucho más complicado el dar una oportunidad a las pocas herramientas elegidas, para rellenar todos sus apartados, conocer todas sus aplicaciones y funcionalidades, interactuar y maximizar su uso buscando para podernos hacer una buena idea de sus puntos fuertes y sus aspectos a mejorar.

De nada sirve que usemos herramientas de la tan nombrada Web 2.0 si nuestra mentalidad sigue siendo 1.0, en la que pretendemos obtener el resultado fácil, sin invertir tiempo ni aportar contenidos ni aspectos que permitan mostrar quiénes somos y qué podemos hacer o aportar.

Por supuesto, llegará un momento en que se producirá una limpieza de este sector tan saturado, quedando tan solo aquellas aplicaciones que sepan adaptase al usuarios y que estén en el mercado por su calidad y porque ofrecen algo diferente.

No hacéis nada con daros de alta en todas las redes, herramientas y portales 2.0 sin que antes os planteéis por qué queréis estar en ellas, para qué os pueden servir y qué tiempo les podéis dedicar. Para haceros reflexionar, os voy a lanzar un par de preguntas: ¿Cuántas de las herramientas 2.0 en las que estáis dados de alta conocéis en profundidad? ¿Qué criterios tenéis para decidir cuáles usar y cuáles no?

A todos nos surge la tentación de darnos de alta en una nueva plataforma nada más que surge, sin embargo, si uno se registra en todo no tenemos tiempo material para poder estar y dedicar tiempo de calidad a todas.

No debemos olvidar que las herramientas 2.0 son un  medio para alcanzar un fin que no es otro que relacionarnos e interactuar con otras personas. En la actualidad se da por hecho que todas las personas saben hacer networking y relacionarse con otras personas de forma adecuada. Sin embargo, aun son mayoría las personas que van a un evento, charla, conferencia y que cuando se pide voluntarios, miran hacia abajo y se ponen nerviosos. Romper el hielo en el arte de interactuar se consigue haciendo y probando en nuestro día a día. Incluso se suelen escuchar críticas si algún compañero en una posición superior (o inferior para el caso) a la tuya, quiera mantener contacto contigo al producirse un cambio de trabajo, cuando esto es una clara forma de networking, que se puede realizar a través de una herramienta 2.0.

Nada conseguimos con rellenar los perfiles en todas las redes y herramientas que puedan surgir si optamos por seguir en modo pasivo de relacionarnos con cero personas y en todo caso vamos al modo fácil de pedir, exigir y quejarnos si no obtenemos respuesta y es lógico que pase esto porque no hemos hecho nada para merecerlo.

El networking es eso: relacionarse. Aprovechémonos de todas aquellas herramientas que existen para desarrollarlo, enfocándose en las que más servicios ofrezcan o sean más eficaces en hacer que la interactuación fluya.