Muchas personas que se han quedado sin trabajo en los últimos años, meses, semanas o días han tenido que reinventarse profesionalmente hablando, es decir, han tenido que desprenderse de aquello a lo que se habían dedicado y estudiar a qué alternativas pueden acceder. Obviamente esto es muy fácil decirlo y más complicado llevarlo a cabo.
Vamos a poner dos ejemplos claros para entender a qué me refiero. En primer lugar, vamos a hablar de una persona joven que en la actualidad tiene 24 años. Durante los últimos 7 años ha estado trabajando en la construcción donde comenzó con un puesto de peón, porque pensó que era una buena oportunidad. Buen salario, sin necesidad de formación, pese a tratarse de un duro trabajo. Lo positivo sopesaba lo negativo. Así que optó por dejar sus estudios y se quedó sin disponer de un título de educación secundaria obligatoria. Este trabajo que ha tenido hasta hace un año le ha permitido independizarse y comprarse una casa y un coche. Es la primera vez que se encuentra sin trabajo y está acostumbrado a un nivel de vida sin limitaciones.
El otro ejemplo que quiero poner es el de una persona con amplia experiencia profesional a sus espaldas. Esta persona ha trabajado en muchos puestos de trabajo desde los 14 años. Estamos hablando de una persona que tiene en la actualidad 57 años. Durante los últimos 20 años ha estado trabajando en una empresa auxiliar del automóvil en la cadena de montaje, previamente estuvo 10 años trabajando en el sector de la construcción y comenzó en la hostelería de joven como aprendiz. Lleva más de 6 meses en el desempleo. Es la primera vez que se encuentra sin trabajo y está acostumbrado a buscar trabajo de otra forma.
Estos dos son casos muy habituales que se encuentran en la actualidad con una dura historia detrás. Les habrán dicho varios profesionales del mundo de la orientación que tienen que reinventarse y cambiar de oficio, sin embargo, a todas estas personas les surge la pregunta ¿Cómo se hace eso?
En el caso de la persona joven que tienen 24 años es más fácil porque le queda toda su vida profesional por delante. Esta persona en la actualidad debe asumir que el sector de la construcción ha tocado fondo y el seguir trabajando en ese sector es prácticamente imposible porque existe mucha más mano de obra que trabajo. Por ello debe asumir ese cambio y estar dispuesto a comenzar de cero. Tiene que plantearse en qué sectores pueden ser necesarios sus conocimientos profesionales y las tareas que ha estado desempeñando. Quizás deba de retomar los estudios sacarse el titulo de educación secundaria obligatoria y después poder acceder a algún modulo de formación profesional con perspectivas más adecuadas. Y no sería mala idea que además, se planteará adecuar sus conocimientos informáticos para ser capaz de defenderse porque cada vez es más necesario. Quizás, incluso podría recomendársele el aprendizaje de otro idioma por si pudiese necesitarlo y pensara en emigrar como opción. En este caso, debería estar en formación durante un período más prolongado. Obviamente, este tipo de personas tienen un alto nivel de miedo al cambio porque ellos quieren seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora. Se les debe hacer ver que no hacen nada con esperar a que las cosas mejoren en la construcción porque puede ser cosas de años. Deben de poner sus perspectivas en otros sectores y profesiones con futuro y para ello deben asumir que requieren prepararse para poderlas desempeñar. A menor preparación, menos posibilidades de volver al mercado laboral.
Más complicado es el caso de la persona con una marcada trayectoria profesional a sus espaldas y que ya cuenta con 57 años. Desgraciadamente, ahora mismo las empresas discriminan a las personas de cierta edad sin darles la posibilidad de demostrar su valía. Al encontrarse sin empleo, suelen caer en la dinámica que hasta ahora, cuando han querido cambiar de trabajo lo han podido hacer sin problemas o incluso, les han venido a buscar. La situación, actualmente, es diferente. Deben ser reeducadas en cómo se busca trabajo en la actualidad, partiendo de aquello a lo que estaban acostumbrados ellos y enseñándoles las diferentes herramientas y modos más recomendados de cómo buscar empleo. Esto supone formarles en conocimientos informáticos y de manejo de herramientas informáticas necesarias hoy en día en la búsqueda de trabajo. Es bueno hacerles ver su utilidad y el ahorro de tiempo que supone. La tozudez de muchos ha de dejarse de lado y subirse al tren actual. Disponen de un gran conocimiento adquirido, así como experiencia. Ahora toca actualizarse para presentarlo a lo que se espera ahora. De la misma forma, va bien demostrarles de forma comparativa los resultados que pueden obtener con los hábitos a los que están acostumbrados y con estos nuevos hábitos que se les están intentando enseñar.
Este tipo de personas deben de poner encima de la mesa los conocimientos que tienen en la actualidad de las diversas profesiones que ha tenido en todos los sectores profesionales en los que ha trabajado, es decir, en el sector del automóvil, de la construcción y de la hostelería… Tendrán que ver cómo están esos tres sectores, qué se pide ahora y en qué se tiene que actualizar y reciclar. De la misma forma, debe plantearse en qué profesiones afines de esos sectores podría trabajar y en qué otros sectores pueden ser útiles sus conocimientos.
Es decir, en estos casos, el esfuerzo aun será mayor porque cada vez se está pidiendo mayor preparación y estar dispuestos a cambiar. Vivimos en la sociedad del conocimiento, donde cada vez es más necesario saber más cosas. Lo que aprendiste hace un año quizás dentro de poco no sirva de nada sin adaptación a las nuevas necesidades.
Lógicamente, aquí simplemente he dado unas pinceladas en dos casos que son bastantes habituales y con los que cuesta trabajar. Lo que deben asumir estas personas es que, si ellas no quieren hacer el esfuerzo, nadie lo hará por ellos. Determinadas personas e instituciones pueden ayudarles con las herramientas pero el camino deben trazarlo y recorrerlo ellos.
El tirar la toalla no es una opción y deben comenzar a realizar nuevas cosas que les permitan tener de nuevo oportunidades profesionales.
Ahora, me gustaría que aquellos que habéis pasado por ellos, compartierais con nosotros cómo fue vuestro proceso de reinvención, qué es lo que más os costó, qué lecciones aprendisteis y qué consejos dais a las personas que se encuentran en estas situaciones.
Ya me gustaría poder ayudar, de momento no he conseguido lo que estaba buscando. Estas personas tendrán que adaptarse a las nuevas formas de buscar empleo: Internet, Linkedin, bolsas de empleo….
En cuanto a reinventarse profesionalmente, ahí no puedo aconsejar nada porque yo soy la primera que me lío con tanto módulo y tanto curso, no sabes qué tiene salida y qué no tiene salida. A veces te gusta una cosa, la haces y luego descubres que no hay mercado laboral para ello, así que no me mojo dando ideas, si a alguien le ha ido bien que lo diga :).
Hola Juan, has descrito dos perfiles que por desgracia son muy habituales. Pero en los procesos de orientación laboral han de ser reflexivos para obtener objetivos y empezar a actuar. En muchas ocasiones, se inician procesos de orientación sin una meta clara y tienen como consecuencia el fracaso. Una meta no es conseguir trabajo, una meta es conseguir trabajo de camarero sirviendo mesas en un bar de tapas, (por ejemplo). Aunque parezca lo mismo no lo es, lo primero es una ambigüedad y lo segundo requiere un plan de acción con el que me preparo para conseguir mi objetivo.
Como bien dices, el desempleado de 57 años lo tiene difícil, fundamentalmente porque ni los cambios, ni las reinvenciones se producen de un día para otro. Son parte de un proceso largo que implica formación y asimilación de contenidos e incluso concienciación de la nueva profesión.
Al tenerlo más difícil es más probable caer en el desánimo. Pero en mi opinión, en estos casos hay que adoptar la “actitud del francotirador” buscar un objetivo muy concreto y tras un profundo proceso de orientación efectuar un solo disparo ya que un desempleado de 57 años no puede ir “disparando” a los cursos que se le pongan por delante sin un objetivo claro.
Hola Crisálida,
Efectivamente, las personas deben adaptarse y evolucionar cada vez con más rapidez, sin embargo, el sistema en el que hemos vivido durante años nos ha impulsado hacia el inmovilismo. Por ello, se debe trabajar mucho el romper las barreras mentales y el miedo al cambio muy generalizado en las personas en España.
El reinventarse es un proyecto personal que requiere escucharse a uno mismo y ver que tenemos que mejorar.
Saludos,
Juan
Hola Diego,
Gracias por participar.
Coincido contigo en que los procesos orientacionales deben tender cada vez más a la especialización y concreción de cada tipo de colectivo. Los itinerarios de orientación genéricos no aportan nada y se debe potenciar más la calidad.
Estos dos colectivos son muy habituales hoy en día y cada uno tiene sus peculiaridades. Los del colectivo de mayor edad deben de centrar muy bien su objetivo y prepararse para ello a pesar de las adversidades. La sociedad también debe dejar de ser hipócrita y valorar el talento por encima de todo lo demás.
Saludos,
Juan