La formación es muy necesaria siempre y cuando esté bien planificada y ayude a la persona a adquirir unos conocimientos, una experimentación y práctica. Sin embargo, no podemos crear falsas esperanzas a las personas porque, indiscutiblemente, a mayor formación uno tiene más posibilidades de colocarse, pero no siempre es así. También se dan casos en los que personas con varias carreras y doctorados se encuentran sin trabajo ni perspectivas.
Lo primero que se debería hacer es hablar en profundidad con el sector empresarial de nuestro país para ver qué perfiles necesitan y qué necesidades formativas requieren en las personas que precisan y que noten que no las poseen en la actualidad.
Nuestro país es experto en crear personas con el síndrome de la “titulitis” es decir, aglutinar formaciones de todo tipo. Cuando debemos asumir que en la actualidad se pueden adquirir muchos conocimientos de forma autodidacta a través de la red porque tenemos gran cantidad de material de las materias y disciplinas más diversas, es cuestión de saber filtrar bien y dejarse aconsejar.
Por ello, se debería crear una red de intercambio de conocimiento donde una persona experta en un tema nos pase fuentes donde poder adquirir conocimientos de esa materia y nosotros a él, algo que a él le pueda interesar y nosotros conozcamos. Es cuestión de saber conectarnos.
Próximamente quieren vincular el percibir determinadas ayudas no contributivas a la realización de acciones formativas adecuadas al perfil de cada usuario para poder acceder a las mismas. Lo único es que las formaciones asignadas a cada usuario deberán estar relacionadas con sus necesidades formativas para ayudar a mejorar su empleabilidad. Imaginemos que tenemos una persona desempleada con más de 15 años de experiencia en el ámbito laboral, en el área de relaciones labores, gestionando nóminas, seguros sociales y contratos y ahora le asignan un curso básico de nóminas y seguros sociales para poder acceder a esa prestación no contributiva que por supuesto precisa para ir subsistiendo. Lógicamente la realizará, sin embargo, ¿Esa acción formativa le va ayudar a mejorar sus posibilidades de empleabilidad? Pues sinceramente no a no ser que pueda aportar algo nuevo, pero quizás el curso no sea el más adecuado.
De la misma forma, planteo la siguiente pregunta: ¿Cómo se van a vincular los cursos a las necesidades formativas de cada usuario que pueda acceder a esas ayudas? Personalmente, creo que se debería de establecer una entrevista personal con cada usuario en profundidad para ver qué necesidades formativas tiene que le puedan repercutir positivamente en su perfil. Se debe escuchar a los protagonistas y en este caso, las personas desempleadas son los actores protagonistas. No se puede pretender asignar telemáticamente de forma aleatoria teniendo en cuenta solamente connotaciones básicas de cada perfil porque de esta forma estableceremos grupos heterogéneos con diversos niveles de conocimiento y esto desestabiliza el grupo porque tenemos personas sin conocimientos sobre esa materia y otros que tienen amplia experiencia.
Lo que quiero intentar transmitir es que las personas deben formarse porque les ayude a mejorar y reciclarse. Porque con este tipo de políticas, si no se plantean bien, las personas harán el curso simplemente por percibir la ayuda.
Para empezar, en las formaciones gratuitas se debería profundizar en qué personas desempleadas están realmente interesadas en recibir cursos de formación porque, a veces se da mayor prioridad para coger a las personas seleccionadas para un curso en función del colectivo al que pertenezcan y pese a que, obviamente todas las personas tienen derecho a formarse, habría que valorar si el interés por hacer esos cursos es real. Hay personas que tras ser seleccionadas para varios cursos, los abandonan, algo que debería estar penalizado y sancionarse con X meses sin poder volver a realizar cursos. Las personas también deben saber que son cursos gratuitos para ellos pero eso no quiere decir que no tengan un coste y que muchas personas se han quedado fuera porque según cuando abandone el curso, su plaza ya no se puede cubrir. Es decir, en España nos hemos acostumbrado a la cultura de lo gratis y esto supone que no se valore a lo que accedemos sin coste para nosotros.
A veces no se debe valorar tanto la cantidad de las formaciones sino la calidad de las mismas. Porque las personas desempleadas se forman para mejorar y no por pasar el tiempo. También existen cursos de “ir a pasar el tiempo”, pero de esos, hablaré en otra ocasión.
¿Qué opinas de los cursos disponibles dentro del programa de formación para el empleo? ¿De su forma de asignación? ¿De las pruebas de selección? ¿Qué alternativas propones para mejorar el sistema?
Hola Juan:
El otro día precisamente hablaba de ello con una persona que quería hacer un curso. Le dije que si el lo quería hacer me parecía bien, pero que antes se informase muy bien de cómo iba a ser el curso, que pidiese referencias etcétera. Por experiencia, los cursos de formación que se ofrecen gratis o subvencionados suelen ser bastante malos y sobre todo obsoletos para los tiempos que vivimos. Suelen ser muy livianos y no suelen aportar nada nuevo. Pero es una opinión personal.
Creo que más en una formación que aune conocimiento, práctica y experiencia y por supuesto que sea flexible y adaptable en todo momento a las necesidades de las personas, pero quizá esto sea una quimera.
Saludos y buen fin de
Hola Juan:
Estupendo comentario.
Para mi un punto clave en la mejora de las acciones formativas y en las políticas activas de empleo en general es la selección y/o el ajuste de expectativas en términos de mejora de la ocupabilidad.
Con una mínima evaluación de la formación para el empleo de estos últimos años puede concluirse fácilmente que ese es uno de los puntos débiles.
Es necesario hacer más presentes y mejorar los criterios técnicos de las derivaciones y que estos constituyan la verdadera base de la selección, junto con los intereses de las personas, claro está.
Gracias por compartir la entrada y gracias por tu (mucho) trabajo.
Hola Fernando,
Gracias por participar.
El formarse tiene que tener un fin y un objetivo concreto que no puede ser el “obtener un trabajo” porque no depende solamente de tener un curso en una materia en la gran mayoría de las ocasiones.
Uno se debe informar de las posibilidades formativas de centros que tiene porque no todas nos valen. También comentar que algunas formaciones subvencionadas están muy bien porque depende del centro, del profesorado y de la metodología elegida.
No olvidemos que algunas formaciones de pago son de risa. La cuestión es ser conscientes de lo que recibimos porque no podemos pretender ser expertos en una materia con un curso de 300 horas.
Las metodologías deben evolucionar mucho más a la práctica constante para consolidar.
Saludos,
Juan
Hola Xose,
Gracias por pasarte y participar.
Coincido contigo en que una de las debilidades en la formación para el empleo es los criterios de selección existentes en la actualidad. Se debe valorar el interés, los conocimientos y otras muchas cosas, es decir, no puede primar simplemente el colectivo al que se pertenece.
Hace poco en un curso de nivel medio de ingles dos de los alumnos nunca habían estudiado nada de inglés y eso rompe los grupos.
Saludos,
Juan
Qué tal Juan?
He leído el artículo junto con otros que he ido leyendo acerca del tema de la formación y su verdadero valor a la hora de progresar en la búsqueda de empleo o simplemente como forma de mejorar los conocimientos propios. Todo lo escrito es de gran interés y por tanto no querría añadir mas que un punto.
Es el tema de la autogestión y auto organización, son temas que nunca o pocas veces se tratan en las experiencias formativas desarrolladas. Para mi la formación es una experiencia que se enriquece junto con otras personas, no sólo a nivel de contenidos sino que también a nivel relacional. Es en esa relación donde se crean vínculos que pueden llevarnos en un futuro a desarrollar algun proyecto junto con alguna persona que toma parte en el curso.
Por ello es importante tratar temas como la autogestión y auto organización en estos cursos, sea de la índole que sea. La salida laboral siempre es más fácil desde el apoyo mutuo.
Te animo a que desde tu posición incentives este tipo de cursos en las acciones que desarrolles en tu ámbito más cercano. La experiencia puede resultar gratificante tanto para el promotor del curso como para los participantes.
Un saludo
Joxema
Hola Joxema,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Por supuesto, en la formación para el empleo la autogestión y el autoconocimiento son vitales para poner en práctica lo aprendido en unas semanas o meses. De la misma, forma se deben fortalecer los vínculos de grupo con las personas que se conoce en las formaciones porque en grupo se consiguen más cosas que de forma individual.
En la medida de mis posibilidades lo intento inculcar en mis formaciones.
Saludos,
Juan
Gracias a ti por todo el debate.
Sólo recalcar que coincido plenamente contigo en que el tema de los colectivos hace mucho daño a la eficacia de las acciones de formación.
Un saludo.
Hola Xose,
Lo bueno de escribir artículos es el debate que se genera con posterioridad.
Por supuesto, los colectivos en la selección de los cursos siguen haciendo mucho daño a la efectividad de muchas de las acciones formativas.
Saludos,
Juan
Hola Juan, en tu post, comentas algunas cuestiones que están afectando muy directamente al desarrollo de la Formación para el Empleo en la actualidad.
En mi caso, la Junta de Andalucía, en algunos casos, ha decidido gestionar la selección de alumnos en solitario, lo que ha resultado ser un fracaso.
Coincido contigo en que la acción formativa en la Formación Profesional para el Empleo se inicia evaluando las necesidades en el tejido empresarial para poder ofrecer cursos adaptados a las necesidades de las empresas de la zona. De esta manera, conseguiremos una de las cosas que indicas en el título del post, la EMPLEABILIDAD, que es una palabra que en FPE se usa poco y en ese concepto reside la esencia de este tipo de formación.
En cuanto al tema que tratas, quisiera exponer una experiencia que estoy impulsando, (todavía es un proyecto, pero saldrá a medio plazo).
Estoy tratando de explicar a algunos Ayuntamientos el valor de los cursos FPE aparejados a un compromiso de contratación. Creo que los Ayuntamientos, si ponen voluntad, pueden ser sensibles a las necesidades de las empresas del municipio con el fin de solicitar cursos que formen a trabajadores en aquellas materias que las empresas solicitan. El verdadero trabajo del Ayuntamiento en este caso, es obtener un compromiso de contratación de una parte del alumnado una vez finalizado el curso. Hay que recordar que las ventajas principales son evidentes: incorporación de mano de obra formada y coste cero de esa formación. La Junta de Andalucía concede este tipo de cursos en cualquier momento en que se solicite, siempre y cuando tenga compromiso de contratación del 60% del alumnado.
Creo que con este tipo de iniciativas ganan todos, empresarios, trabajadores, y administraciones públicas. Ya te contaré como se desarrollan los acontecimientos.
Según las noticias que me llegan, creo que volveremos a coincidir en Almería el próximo Julio. Espero que para esa oportunidad puedas disfrutar algo más de las bondades de la zona.
Un saludo
Hola Diego,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Efectivamente, en julio me tienes de nuevo por Almería y espero tener más tiempo para disfrutar de la zona.
Coincido contigo en que las selecciones individuales de los alumnos pueden ser un fiasco en más de una ocasión, sin embargo, es cuestión de afinar y especializarse en hacerlo así.
Igualmente en la formación para el empleo nos debemos focalizar mucho más en las posibilidades reales de empleabilidad al finalizar las mismas.
Me parece muy buena tu idea de incentivar y acercar a los Ayuntamientos ese papel integrador que pueden tener entre la oferta y la demanda en sus zonas geográficas. Ya me iras contando.
Saludos,
Juan
Hola Juan, me parece que ya conoces mi opinión al respecto de la pregunta que lanzas para titular el post. Creo que la participación en acciones formativas debe plantearse dentro de una estrategia de búsqueda de empleo, que como tal ha de ser ordenada y coherente.
Sin embargo, desde el punto de vista de las instituciones que intervienen en su gestión, no parece importar tanto esa planificación de las asignaciones, ya que por su parte se proponen indiscriminadamente todas las acciones formativas posibles a todos los destinatarios posibles, sin tener en cuenta la idoneidad o no de la persona a quien se le ofrecen.
Este error se une a una visión idílica del problema del paro, bastante común en el panorama político actual, según la cual el remedio a todos los males en materia de desempleo pasa ineludiblemente por la formación. Pero la realidad es otra muy distinta y de nada sirve acumular formación, ni aun contando con que sea la adecuada a tu perfil, si las acciones formativas no van acompañadas de un verdadero plan de inserción que ponga en contacto a personas interesadas en emplearse con los empleadores que las buscan y que priorice los casos más urgentes.
En este sentido, si los centros que colaboran con los servicios de empleo se limitan a tratar de beneficiarse de las subvenciones para la impartición de las acciones, simplemente estamos muy lejos de una actuación eficiente. Además, debe quedar muy claro que en muchos casos la solución a una situación de paro prolongado ni siquiera pasa por la formación, sino por un servicio de apoyo eficiente que ahonde en soluciones personalizadas.
Buenos días Javier,
Gracias por participar.
Coincido con la reflexión que haces.
La formación debe hacerse por que se necesita y enfocada a establecer una consolidación de conocimientos prácticos. La formación por sí sola no emplea. Luego debemos darnos cuenta que hoy en día todo el mundo quiere hacer prácticas y no existe tanto volumen de empresas con necesidad de tener gente, cuando antes de la crisis era al revés.
Las ayudas de cada organización deben ser personalizadas al usuario para ayudarles a mejorar en aquellas cuestiones que tengan más carencia.
Saludos,
Juan
totalmente de acuerdo con tu análisis. En la actualidad dirijo un taller de empleo de hostelería y más del 60% de los participantes tienen perfiles de administrativos, ahora están cobrando pero a la hora de aceptar trabajos en cocina o reposteria te dicen claramente que no…y luego el valor de nuestro trabajo se mide por la inserción laboral, sin tener opción a seleccionar a los participantes más adecuados.
Hola Rosario,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
Muy interesante la reflexión que haces. La gente que quiera reorientar su carrera profesional debe formarse en otras áreas teniendo claro que están dispuestas y que quieran trabajar en esas nuevas profesiones. Es una cuestión de actitud y no solamente de aptitud. El poder seleccionar a los alumnos directamente el profesor no es una bicoca pero es una alternativa que se debería experimentar de forma piloto.
Saludos,
Juan
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